Wednesday, November 10, 2010
El exilio voluntario en la Feria del Libro de Santa Cruz 2009
por Oscar Gutiérrez
• ME VAN A DISCULPAR ESTE COMIENZO TAN PROVINCIANO, TAN
DECIDIDAMENTE FARMER...
...pero es que, en un país hambriento de triunfos, rico en
derrotas y postergaciones, siempre será una bienvenida
noticia que un compatriota nuestro triunfe. Y no importa
si es un Marcelo Martins transferido al Werder Bremen, el más
reciente triunfo de las hermanitas Deheza o de la selección
de raquetbol… Cada uno de esos episodios nos vuelve extraña,
y razonablemente, felices.
Y, obviamente, que un artista boliviano, un paisano
nuestro gane uno –con Jurado Internacional y todo-, es pues un
motivo de gran felicidad. Así que, Editorial el País, le
“achuntó” de nuevo.
• LA NOVELA: SER ABDUCIDOS
No sé ustedes, pero yo, lector de novelas, busco en ellas
evasión, un pasaporte hacia otro mundo, hacia otra
realidad, porque muchas veces –esta que tenemos no nos alcanza-, es
gris, es pobre, es aburrida, es cruel, es por eso que
encantados acometemos la lectura de un libro que nos
transporta hacia otras realidades posibles, de las cuales
volvemos enriquecidos, en una extraña y mágica dialéctica
que tanto bien le hace al alma.
Cuando yo agarro una novela, quiero ser secuestrado,
hipnotizado, abducido por la trama. Quiero que sean las
dos de la mañana y, "¡carajo!, mañana hay trabajo”, y me
prometo leerme un sólo capítulo más y luego, fallarme, una y otra
vez.
Al día siguiente, claro, nadie sabrá explicarse cómo es
posible que ojeras y felicidad se lleven tan bien.
Y ese secuestro, esa abducción es lo que tu novela,
Claudio, ha logrado en mí.
¿Por qué?
• TRAMA: LOS MUCHOS EXILIOS / EL EXILIO DE UNO MISMO
Imagino que es por varias razones. La primera porque en tu
novela, además del exilio “externo”, Carlos, el protagonista
es un exiliado de adentro, de su persona, de sí mismo. Y
esa distancia le otorga algunas libertades perversas y
envidiables.
• LA IRONÍA: UNA MIRADA SIN RECRIMINACIONES, SIN MORAL
Entre ellas la de una moral sin recriminaciones, sin el
absurdo peso cultural de una conciencia entrenada por
curas, madres y profesores en el terrible ejercicio de sentirse
mal hasta de ser felices.
Que considera el sexo como un pecado (y no como la
celebración de vida, que es), que se cree en la hedentina
de canales y periodistas asalariados por quien detente el
poder, por políticos enemigos de la vida (pero que ganan el
Premio Nobel de la Paz como Henry Kissinger), etc.
Es por eso que digo que me gusta ese animal entrañable que
escribes, que describes, que sos.
• EL VÉRTIGO NARRATIVO
Por otro lado, hay en tu novela un vértigo que seduce y
atrapa, un torrente verbal muy alejado de la narrativa
clásica y que, por el contrario, coquetea con el caótico
mundo interior de quien está enfermo, sufre de saudade o
está enamorado (perdón por la redundancia).
Tu novela es un río estrepitoso e inteligente.
De muestra un botón: Págs: 86 y 87.
• LA POESIA
Finalmente, quiero referirme también a la poesía presente,
a la sorprendente belleza del lenguaje empleado, como por
ejemplo, cuando en la Pág. 35 dices: “La vida, animal
pequeñito, se le va en dos sangres”. Hermoso. Extraño.
Memorable.
Amigas y amigos, créanme –no hay una pizca de demagogia en
esto- El exilio voluntario es la novela ideal para leer en
medio de este brutal y bienvenido surazo.
Muchas gracias.
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Presentado el 22/06/09 en la Feria Internacional del Libro (Santa Cruz de la Sierra)
Imagen: Víctor Huerta Batista/El vuelo del guanajo, 2005
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