Monday, September 19, 2011
Demográficas/MIRANDO DE ARRIBA
Anuncian que para el año 2050 la población hispana de los Estados Unidos se triplicará, llegando alrededor de los 103 millones, no necesariamente hispano hablantes. El segundo grupo étnico que también triplicará su número es el asiático con una treintena de millones de habitantes en las próximas cinco décadas. La raza negra ocupa un tercer lugar con un porcentaje mucho menor a los conjuntos anteriores, siendo los blancos los que tendrán la más lenta tasa de crecimiento.
Estos datos tienen una implicancia radical para el futuro del país. De acuerdo a ellos debieran diseñarse las nuevas políticas si se quiere conservar las estructuras actuales de poder, el bipartidismo, la alternancia de republicanos y demócratas, las regiones y sus representantes, etcétera. Con un 26 por ciento de la población total, los hispanos acrecentarán su capacidad de voto y la posibilidad de exigir leyes o mejoras que los beneficien. Es más, la importancia latina no sólo se asocia a la cantidad de personas que le pertenecen y su finalmente alcanzado anhelo de influenciar el rumbo de las futuras elecciones nacionales, sino que al ser un grupo étnico joven en su mayoría, representa para lo venidero la mayor fuerza de trabajo que mantendrá o hará sucumbir, según las circunstancias, a esta nación poderosa. La decreciente, en comparación a las demás, raza blanca se hallará en situación desventajosa. El avejentamiento de su población la hará dependiente de la explosión demográfica hispana. Los jóvenes hispanos sostendrán con su trabajo los programas sociales, el de jubilaciones entre ellos, donde los beneficiarios serán los hoy todavía mayoritarios ciudadanos de origen europeo.
La noticia en sí es alentadora; el idioma español, el bilingüismo, que ya ocupa hoy lugar prominente para la obtención de empleo, mejorará las chances de aquellos que lo hablen. Sin embargo existe un riesgo asociado a la idiosincracia latina y es aquel del caciquismo y la rosca. Hablando de la naciente inteligentsia hispana con base en los Estados Unidos se muestran sus primeros síntomas característicos: una élite de músicos y actores, de segunda casi todos, anclados en la indefinida Miami y agrupados en torno al clan de Emilio y Gloria Stefan, manejan los hilos del mundo artístico latinoamericano. Lo mismo sucede en otras ramas, sean académicas o ejecutivas. Una falta de criterio o de percepción futuras podrían significar el fracaso como grupo humano, hacer que los números sean sólo eso.
21/3/04
Publicado en Opinión (Cochabamba), marzo, 2004
Imagen: Sello postal norteamericano, conmemorando la herencia hispánica.
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