Veinte años me
ligan al Denver Post, el diario más importante de Colorado, en su momento uno
de los grandes del país. Cuando comencé a trabajar allí, el tiraje de domingo
alcanzaba casi el millón de ejemplares. El periodista deportivo Woody Paige,
por ejemplo, se construyó una casa de fantasía, de siete dígitos, con sus
columnas semanales acerca del football.
Eran otros tiempos.
Hará un mes
revisaba las estadísticas y el número de clientes bajó, durante el fin de
semana, a cuatrocientos veintinueve mil, casi la mitad. En el distrito en que
trabajo, diez mil ejemplares diarios, perdemos suscriptores a paso acelerado.
Se dice que la gente menor de 40 años ya no lee en papel; lo hace en su laptop,
ipad, celular, o cualquiera de las diminutas magnificencias que han aparecido.
Crece el desempleo, la economía trastabilla, pero la dinámica de vida no se
apacigua, al contrario. La competencia es tal que quien no esté al día con la
nueva tecnología se diría que carece de posibilidades. El protocolo para
entrevistas de trabajo, citas, etc. se hace obsoleto. Ahora, con pasmosa
velocidad, utilizando ambos pulgares sobre un aparato, la gente discute,
transa, acuerda desde un asiento de tren urbano. Pienso, cuando llegue el
momento, no lejano, de la debacle de mi periódico en su sector impreso, que
muchos quedaremos huérfanos, abandonados por una época que en su momento
pareció eterna y que cayó como castillo de naipes. Me decía un colega que no
sabía lo que haría, que hoy ya ni inteligencia se requiere ¿Para qué ser
inteligente si mi teléfono ya lo es? No estoy de acuerdo, pero emblematiza el
desfase dramático del siglo XXI.
Newsweek pasó a
cien por ciento digital. Poco a poco va sucediendo a lo ancho del país. La
publicación de nuestro sindicato, el CWA, Communications Workers of America, da
cuenta de la lucha por evitar lo inevitable. Todo son concesiones, reducción de
salarios, de personal, para poder salvar a los más que se pueda por el mayor
tiempo posible. Las leyes del trabajo todavía protegen, pero muy rápido van
quedando atrás, ¿a quién protegerán en un futuro sin trabajadores?
Ya que hablamos
de Newsweek: las revistas pareciera que no están siendo tan afectadas como los
periódicos; no todavía. En algunas como el New Yorker existe la tradición, que
es hueso duro de roer, lo que no significa que todas tengan ya su portal
digital y la gente las lea allí mientras van al trabajo, en un descanso o donde
fuere, sin necesidad de su presencia física.
Ni mejor ni peor.
Es otro espacio y habrá que adecuarse a él. Como al principio de la historia,
en una interesante y paradójica reversión, hoy el hombre tiene que buscar en la
inventiva su forma de sobrevivir.
El caso de la
prensa impresa es uno, y de los inmediatos, pero en realidad las
transformaciones se extienden por doquier. Los países de lo que fuera el Tercer
Mundo de algún modo están aún blindados a muchos cambios. Pero el reloj corre,
y lo que vale para el individuo vale para las naciones.
8/1/13
Publicado en Séptimo Día (El Deber/Santa Cruz de la Sierra), 13/01/2013
Publicado en Puntos de vista (Los Tiempos/Cochabamba), 18/01/2013
Publicado en Puntos de vista (Los Tiempos/Cochabamba), 18/01/2013
Sentimientos encontrados Claudio, no hay duda.
ReplyDeleteNada como el olor del papel con tinta bien empleada a la hora d una rica lectura. Un placer muy cercano a gustar del adictivo olor d la mujer amada..Fiesta de los sentidos. Sin par.
Y por otro lado, la magia d lo digital q pone escandalosamente al alcance d todos, tesoros literarios, libre información o culta opinion dispersos en portales y blogs. Vale bien pagar la privación olfativa si de ser menos ciego y bruto se trata.
Saludos!
Aguda observación esta última Achille. Yo amo la prensa y la literatura impresas, pero soy un gran defensor del campo digital por esto que mencionas. Saludos.
ReplyDeleteMuy noble la actitud suya, d ofrecer y poner a disposición d quien quiera, las preciosas luces d un caro entendimiento. La cultura está a solo un click. Cuánto poder d transformación y construcción positiva guarda el internet!.. Magia pura.
ReplyDeleteGracias d nuevo, Claudio.
Un grande y democrático avance, sin duda. Y, al menos por ahora, gratuito. Por eso le temen los tiranos, porque desenmascara todo. Saludos.
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