Claudio Ferrufino-Coqueugniot
Nueva Inglaterra tiene poemas y maleficios. Vetustos árboles esconden las casas, las ciudades que parecen bosques de extraños ruidos.
Navíos fantasmas, sombras de antiguos indios ejercen sus ritos bajo la luna ensangrentada.
En Rhode Island, roja costa de mar, Providence, ciudad, es apacible ocio. Poetas, pintores y casas de trescientos años entre crecidos jardines.
Bancos de piedra dispersos por las colinas, en las silenciosas calles de musgo. Lovecraft imagina el horror, la muerte oculta. Cierro los ojos y escucho el mar contra las piedras. Brisa fría del agua, tiempo para taberna. La luz opaca de un puerto anciano tiene color de cerveza.
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Publicado en Opinión (Cochabamba), 18/04/1992
Imagen: Oscar Florianus Bluemner/Dock-Square at Providence, 1930
¡Hermoso! Me da gusto leer prosa escueta y precisa, camarada.
ReplyDeleteY con esa pequeña mención superaste mucho de la interpretación de Lovecraft que se le da en los círculos darketos.
El mar contra las piedras.
ReplyDeleteUn placer leerte, querido amigo.
Un fuerte abrazo.
Otro, a ti y a Corven.
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