Thursday, March 19, 2015

La muerte de mi abuelo Armando/VIRGINIANOS

Claudio Ferrufino-Coqueugniot

Los Ferrufino mueren sin queja.

Siento necesidad de hablar de aquella querida sombra. Mi abuelo Armando era un hombre inmenso, de voz profunda. Fuerte. Correcto y seguro.

Digo de él. Mi sangre es su sangre y en mis ojos algo hay. Son las pupilas de todos nuestros muertos, con brazos de hierro y voces como ocultos ecos detrás de la noche.

El abuelo enfermó. Un día, en cama, con mi padre al lado, sintió venir la muerte. Católico, habíase ya confesado. Pidió muy alto: "¡pantalones!". Demandaba sus ropas para recibir el fin de pie y vestido.

Lo dije, morimos sin queja.

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Publicado en PRESENCIA LITERARIA (Presencia/La Paz), 23/12/1990
Publicado en VIRGINIANOS, Los Amigos del Libro, Cochabamba, 1991

Fotografía: Armando Ferrufino Camacho con sus hijos María Teresa y Joaquín y su sobrina Luisa


6 comments:

  1. Así debe ser. Hermoso texto, querido Claudio. Un fuerte abrazo.

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  2. Hermoso recuerdo. Reconocí de inmediato a la tía Lucha Ferrufino Ugarte de López, muy amiga de mi madre y contemporánea, ambas de 95 años y todavía vigentes.

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    1. Eres el albacea del pasado cochabambino, querido Fernando. ¡Qué bien!

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  3. Escribi largo pero no se guardo. Te decia que nuestro querido poeta Mario Lara Lopez te conceptuaba un gran escritor a leerte siempre. Mas tarde evocare a tus papas a quienes he querido tanto. Continua sopando la pluma en vitriolo que cae tan bien al de Orinoca. Abrazos Gaston

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  4. Hermoso"Mi sangre es su sangre y en mis ojos algo hay. Son las pupilas de todos nuestros muertos con brazos de hierro y voces como ocultos ecos detras de la noche" es un pensamiento hermoso. Abrazos. Gastom

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