Claudio Ferrufino-Coqueugniot
Batalla de Celaya.
Villa y Obregón, los generales opuestos. México entre los dos, sólo un llano. Tiempo hermoso y atroz cuando las ideas eran jugos de tierra, granos de maíz.
Campo de Celaya que Obregón ha sembrado de alambradas. Al otro lado, Pancho Villa y sus jinetes, soberbios y bigotudos. Sudados ojos.
Obregón tiene la infantería india, los yaquis de impasible ferocidad. Ellos han excavado el llano, abierto agujeros (loberas) en los que se ocultan, con lanzas y bayonetas hacia el cielo. Y sin embargo no se los ve, el campo de Celaya parece un plano tranquilo, con algunos alambres sin importancia. Los villistas cargan, arrogantes de ser hábil caballería. Y cargan más veces que los diez dedos de las manos. Y cada embestida se clava en las picas indias; se rocía la tierra de vientres abiertos, vísceras. La muerte emerge con brillo desde el fondo del suelo.
La historia está en La región más transparente, de Carlos Fuentes.
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Publicado en VIRGINIANOS (Los Amigos del Libro, 1991)
Publicado en Opinión (Cochabamba), 13/09/1990
Publicado en PRESENCIA LITERARIA (Presencia/La Paz), 13/01/1991
Imagen: Villa inspeccionado su artillería antes de un combate
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