Saturday, October 17, 2009
El Rector zar/NADA QUE DECIR
Los disturbios en puertas del rectorado, con furibundos
estudiantes reclamando lo suyo, me llevan atrás en el
tiempo: todo sigue igual. Pero, pensándolo mejor, y
sabiendo que el Rector actual fue uno de aquellos furibundos
-el más- en su época, y hoy es un emperador no muy chic,
pero mandamás al fin, me contradigo.
El Rector... del Prado (ese DEL es para que no lo confundan
con la chusma que un día alegó defender, pero no implica
tampoco la aristocracia que quiere implicar. Uno es quien
es y así vista de seda, o de asno como en aquel cuento
infantil, siempre será lo mismo. A no ser que signifique
que el señor en cuestión se casó y pertenece ahora, en alma
y cuerpo, cuerpo y alma, a un buen postor).
¿Por qué centro mi diatriba hoy en un alto pero estrecho
individuo? Porque sigo de cerca lo que sucede en Bolivia,
tierra del cambio y la revolución, supuestamente. Quisiera
presentar al campesinado boliviano lo que significa una
revolución agraria, mostrarles los logros y los durísimos
avatares por los que tuvieron que pasar Vietnam y Cuba. En
Bolivia nadie quiere transformación; lo que desean es
realizar lo que mande su puta gana, nada más. En un
gobierno socialista estaríamos arrastrando a toda laya de
dirigentes, incluidos principales, al frontón. No
alcanzarían las balas para quitarles su desmedido deseo de
poder y propiedad privada. Lo hago, entonces, para
desenmascarar la farsa nacional o plurinacional de estos
quintacolumnistas del cambio. Y le tocó al regente,
disculpen... Rector.
En la Facultad de Humanidades se realizaron elecciones para
decanatura y dirección académica. Una sigla triunfó con 57%
de los votos. Las huestes rivales, personalizadas en
notables ejemplos de la femineidad cochabambina, perdieron.
Entonces, de acuerdo a la prédica del curaca, se opusieron
al resultado, porque en este país todos son bebés traviesos
y malcriados. Conclusión: no se posesionó a los ganadores,
que ahora realizan una huelga de hambre, allí donde el
presbítero Rector camina, ignorándolos.
El hecho no es que mi hermana esté entre los huelguistas,
una profesional proba e intachable que no merece
estigmatizarse así; el problema radica en que hay (siempre
hubo, pero se excedieron los límites) confusión tal en esto
de destrozar nuestra tierra, de aprovecharla, violarla,
esquilmarla desde derecha e izquierda, que de algún modo se
tiene que parar. Y es denunciando a los agresores, a los
falsos profetas como El Rector que purgó su juventud con las
mesnadas de Motete Zamora, gonista recalcitrante como
ejecutivo de la FUD, elevado al rectorado con Manfred Reyes
Villa, y coronado como mallku menor (gallinazo) bajo el
manto de Evo Morales. Y quién sabe cuántos amores políticos
más tuvo -sí El Rector... del Prado- que es ducho en
utilizar tecnología para mandar mensajes de texto e invitar
cafecitos a las posibles víctimas de su cachondez. Tal vez
viene con el trabajo, con el título, la posición, el creerse
irresistible. ¿O será Casanova en versión oscura,
desaliñada, insípida? Opuesta a la cuasi brillantez del
famoso seductor.
Pero no es la dudosa sexualidad del occiso (muerto en vida
es aquel que hace lo que predicó no hacer jamás) lo que
interesa, es su desdén por las bases de la autonomía
universitaria, por el don de gentes, por una ética de
izquierda que presumió defender.
Apéguese a las reglas, señor, y aprenda a perder, que pronto
perderán los que hoy ganan, aunque usted sabrá ofrendar sin
duda su cariño a otro.
16/10/09
Publicado en Puntos de vista (Los Tiempos/Cochabamba) 19/10/09
Imagen: Francis Bacon/Study from a Human Body, 1993
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