Monday, October 4, 2010
As Tears Go By/LA VUELTA AL MUNDO EN 80 FILMES
Wong Kar-wai/Hong Kong, 1988
Debut cinematográfico de este director, As Tears Go By ya perfila algunos de los temas que lo harán icono imprescindible de la última década.
Todavía con elementos del cine comercial de Hong Kong, combina una nebulosa historia de amor -que veda al espectador cualquier detalle de tipo sexual-erótico, exceptuando quizá el jugueteo con la falda de la bella Maggie Cheung, o un brazo femenino que se estira hacia una toalla en el baño- con la violencia típica de los policiales chinos y norteamericanos en boga.
El grueso de la estructura se basa en una simple historia de pequeños gansters de la noche de Hong Kong, con clara diferenciación entre lo que se podría llamar profesionales y advenedizos. Organizaciones criminales menores que se manejan como círculos familiares, sin la sofisticación y la fanfarria de la Cosa Nostra en los Estados Unidos.
As Tears Go By es todavía el éxito monetario mayor de Wong Kar-wai, tal vez por su ausencia de sutilezas que crecerán a medida que madura el cineasta, logrando esplendor total en In the Mood for Love, del año 2000 con una misma Maggie Cheung, que es para Kar-wai lo que Carmen Maura y después Penélope Cruz para Almodóvar. La sensualidad que lo caracteriza ya está presente en este su primer filme, quizá sutilmente, pero lo justo para evitar que una historia dinámica se transformase en historia interior. Un característico esquema de romance que alcanza -otra vez- ritmos inimaginables en In The Mood for Love, pero que se transforman en triste cursilería en su primera producción norteamericana: My Blueberry Nights, 2007, donde pierde el hilo para mostrarnos un inverosímil relato que no lo merece. La disputa entre un hombre enfrentado a un gang en defensa de un "hermano menor", que en la jerga criminal refiere a un "soldado" de menor cuantía, retoma el escenario del héroe enfrentado a fuerzas malignas. Héroe que tiene, al mejor estilo medieval, princesa que lo aguarda, lo cuida, lo cura, y -aunque ya no se vea- va a llorarlo. Mientras el "hermano mayor" trata por todos los medios de soliviantar los problemas de su hermanito, éste, que aspira a ser un gánster en serio y que acaba vendiendo fritos de pescado en un carro ambulante, no permitirá que el destino obstaculice su ansia de gloria.
Su búsqueda egoísta de la redención por la muerte no sabemos si logra su objetivo, pero termina abruptamente la cinta con el fin de los dos protagonistas y la total ausencia de la mujer que, asumimos, ajena a lo que pasa, mas consciente de lo que su hombre hace, es la heroína inocente de la que hasta su presencia en el escenario último se ha obviado.
Un Wong Kar-wai diferente, creo que coherente para el inicio de una carrera fílmica. Algo, una muestra de lo que sería luego mientras aprovecha el sentido comercial sin desdeñar lo artístico totalmente; por el contrario, abriéndole futuro...
29/04/2009
Publicado en Lecturas (Los Tiempos/Cochabamba), 30/05/2009
Imagen: Cubierta del DVD del filme
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