Friday, February 18, 2011
Los enredos de la fe/ECLÉCTICA
Claudio Ferrufino-Coqueugniot
En 1608 el sacerdote de San Ambrosio, Francesco Maria Guazzo, dedicaba al cardenal de la misma orden, Monsignore Orazio Maffei, su Compendium Maleficarum, un exhaustivo libro sobre brujería, "lleno con variados y amplios ejemplos, con el sólo propósito que los hombres, considerando la marrullería de los brujos, aprendan a vivir pía y devotamente en el Señor".
El reverendo Montague Summers, figura extraña y famosa alrededor de 1920 en la vida londinense, erudito en maleficios, lobizones y vampiros, se dedicó a purgar el texto de Guazzo de imperfecciones y errores de impresión que tenían sus ediciones de 1608 y 1626. En 1929, en Londres, en tiraje de 1275 ejemplares, apareció el texto en inglés con anotaciones de Summers. Así ha pasado al mundo moderno, como el Compendium Maleficarum, edición de Montague Summers.
Summers aparte de los intereses religiosos que tuviese dada su condición sacerdotal, abarcaba con fina e interesante técnica el mundo de la literatura. A él se deben colecciones de cuentos de horror que incluían al popular Sheridan Le Fanu tanto como a ocasionales cuentistas cuyos escritos fue recopilando en hemerotecas para conseguir antologías que evitaran la secuencia y repetición de autores de sobra conocidos. Eso, más el conjunto de su seria e interesante obra, muestran su pasión por lo oscuro. En su extraordinario libro acerca de hombres-lobo, con un seguimiento histórico de fanático estudiante, Montague Summers incluso dedica varias líneas a otro injustamente olvidado escritor: Petrus Borel, que se apodaba "El Licántropo". Sus páginas se dilatan en explicaciones maestras de las diferencias entre licantropía y lobizonería, adentrándose además, y superando la idea de ser un mero tratado de horror, en las creencias y el folklore de pueblos diversos. Interesa, por ejemplo, cómo parece no haber exceso de lobizones en la España antigua y sin embargo sí en sus colonias, como la Argentina. Los hay en Brasil con una herencia que Summers, sin mencionar al país sudamericano, destaca en los lobis-homem del sur portugués.
El Compendium Maleficarum del cura ambrosiano Francesco Maria Guazzo, a pesar de considerarse un texto vital de la lucha de la fe contra la brujería, no tuvo el esplendor de otros libros -y otros personajes- que tuvieron más activo papel en esta supuesta campaña de sanitización. Guazzo permaneció en la sombra, escudado en los rígidos votos monásticos de su orden. Igual que su editor moderno en lengua inglesa, Montague Summers, la amplitud de su conocimiento sobre el tema es asombrosa, abarca espacios geográficos y temporales que sólo una vida dedicada al estudio podría lograr. Su manual demonológico implica para los lectores modernos un vasto campo de conocimiento, fuera ya, o no precisamente exclusivo, de su objetivo inicial.
Los relatos abarcan historias de castigo físico, apariciones y desapariciones, maleficios y venganzas, la comprobada reunión de demonios en las exequias de "sui prophetae et fidelis cooperarii", Martín Lutero; de cómo, en la medieval Dinamarca, se suplantó la prueba "de las armas" por la "del fuego" para saber quién, de alguien en disputa, tenía la verdad. Un cristiano digno podía atravesar las llamas sin que su humanidad sufriera daño. Guazzo da, según los autores que consulta, doctos y sabios obispos y otros prelados, certeza de tales maravillas.
Lo triste es poner en contexto esta obra erudita. En los ardides de la Iglesia para deshacerse de posibles rivales ideológicos, práctica que no ha cesado, suavizada hoy porque no queda otra, por la modernidad. Parte de su supervivencia se debe a este astuto amoldarse a la época. Resulta gracioso ver cómo la institución logra comprometerse como mediadora en conflictos sociales. Conciliar este nuevo status con aquel que describe Guazzo de tergiversación de la realidad e invención interesada se me hace muy difícil.
04/12/04
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Publicado en Lecturas (Los Tiempos/Cochabamba), Domingo, 12 de diciembre, 2004
Publicado en Fondo Negro (La Prensa/La Paz), 12/12/2004
Imagen: Incubus
Me encantó, sobretodo el último párrafo que claramente demuestra la realidad, oportunista, eccesial.
ReplyDeleteSin duda, Fernando, puedes enseñarnos sobre el tema. Me alegro que te gustara. Lo volví a publicar porque acabo de ver un filme inglés en donde los personajes están haciendo una película sobre el libro en cuestión. Saludos.
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