Yo, el presidente, de Víctor Hugo Romero Noya, comienza como una
novela que se nutre de la realidad política actual. En un momento, su personaje
presidencial parece ser el alter-Evo. Vale como práctica literaria la
aprehensión de lo que se necesite para hacer un objeto de arte. Y el momento
boliviano es ideal en la elucubración de ideas respecto del poder y sus
alcances. Buena parte de la obra pasa en ello, en las reflexiones de uno u
otro, sobre el tema.
El presidente y
su entorno, con matices acentuados en un par de personajes cercanos; un policía
y la soledad del suyo, con su trabajo, investigación y la perspicacia para
desentramar un supuesto magnicidio que se va gestando. El libro irá en péndulo
entre los dos, el mandatario y el investigador, para darnos como resultado un
inesperado fin que decora este libro de inteligencia y humor negro, cosas,
ambas, indispensables para el ejercicio del poder. En el detalle de este
monólogo a dúo, más que político, gobernante, se irán diseccionando los
vericuetos del arte, o la mentira, de mandar.
En principio el
lector creerá que el autor lo guía hacia tendenciosas páginas que ocultan un
pronunciamiento al menos sentimental sino ideológico; se equivoca, es parte del
divertimento. Como a mitad del libro la investigación del posible asesinato del
presidente avasalla el antecedente del discurso sobre mando, situaciones
económicas, voto popular, ambiciones, etc., parte que no podemos desdeñar ya
que sin ella el epílogo carecería de sentido.
Novela policial
tanto como reflexión de la adicción y enfermedad del poder. La realidad no
siempre es la que se ve, suele esconderse. El novelista recurre a la ficción
para desnudarla y, por qué no, incluso desencadenarla para alivio nuestro.
2013
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Parte del texto en la contratapa de Yo, el Presidente, novela de Víctor Hugo Romero (2013)
Fotografía: Portada del libro
un tendencioso divertimento d humor negro e inteligencia..; suficientes excusas pa desnudarle las hojas y adueñarse d la historia. COntagiante apreciación de lo q sin duda debe ser un buen libro para gozar una buena lectura. Saludos cordiales, Claudio.
ReplyDeleteUn libro interesante, no hay duda, que ha sabido aprovechar la época. Ya lo verás. Saludos también.
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