Claudio Ferrufino-Coqueugniot
1
Tanto hace que te
debo esto
dormida debí
ajustarlo
a tus labios
con mis labios
Pero aguado el
sol
de lágrimas
no era tiempo ya
la voz se negaba
a escribir
2
No es ayer
sino la tarde
de balcones
cuando desnudos
los pies
compartimos un
café
El silencio de
abril
en la vacía cama
de tus piernas
lunas
desvanecidas de cansancio
3
Vuela una hoja
del vientre
que penuria
atravesado
por mí
colibrí de alas
interiores
en tus sueños
4
La noche canta en
el aire
y sin remedio
El agua fluye
de una fuente
crecida
en el salón de
casa
La noche está
riendo travesuras
5
Hay oscuro
casi no claro
así no vienes
porque la calle
te confunde
6
Te estoy besando
las manos en las que corren
sangres como infinitos
de niño
desvanecido en tu
pulgar
atascado sin
quererlo
te estoy besando
las manos
7
Tu música
en esta púrpura
inalcanzable
burbuja que sube
desde el fondo
no tan tenue
8
Un tercer verso
frío
Los aviones
decoran
los trazos del
cielo
y yo alejo esta
infancia
con botas
amarillas
tan altas y tan
grandes
9
Gaviota encima
techo no
Paso las horas en
la esquina
un litro de leche
a mano
y la
incertidumbre
Eran blancas tus
sábanas
este vacío es
transparente
10
Retuerzo un
alambre
buscando la silueta
de tu seno
y no
sigue el alambre
doblado
Las casas
abrieron
y miran con
vidriados ojos
las manos que te
retratan
en un trozo de
metal
11
Anochecen los
hielos de corta vida
pero yo no
porque observo
una baranda
en la que
recostaría tu cuerpo
para sumir mi
boca
y regar las
noches
de tu sudor
insomne
12
He contemplado el
río esta tarde
De sus aguas
salió una nostalgia
un pie que se
paseaba
resfriado
por mi espalda
13
Claro que viniste
anoche
entreabierta en
mi boca
mas al tocarte no
estabas
y llorabas
14
Casi silencio
entre las luces
Casi
Porque un hombre
quiebra la noche
y soy yo
15
Encerrar mi poema
en una línea
nada más
sólo lo exacto
Distraigo las
sombras
con juegos de
intelecto
a medianoche
16
No tengas labios
para otro
en tu cama de
domingo
de marzo de doce
No mueras la
memoria de este día
entre llover y
alumbrado
Cuídalo
_____
Publicado en Antología Poética 2, Unión Nacional de Poetas y Escritores de Bolivia, 1992
Imagen: Dante Gabriel Rossetti/Jane Burden a los 18
El silencio de abril
ReplyDeleteVuela una hoja
El agua fluye
Las casas abrieron
De cualquier forma que se lea es un deleite. Un abrazo, querido amigo.
Gracias, querido Jorge. Lo titulé Libro de mano, igual a una obra de Rilke que había leído años atrás, aunque cuesta hallar rastros de Rilke en sus líneas. Abrazos.
DeleteQué deleite! Un arco que leo de arriba a abajo y de abajo a arriba, gozando tu voz siempre oscura, apenas alumbrada por pinceladas de afecto.
ReplyDeleteEso que dices, Cristina, es más lindo que todas las líneas arriba. Gracias.
DeleteDe pleno acuerdo con nuestro amigo Jorge Muzam, querido Claudio. Todo lo que escribes, de la forma que fuere, es un deleite, aunque en este caso elevado a la categoría de espléndido. Lindo y apropiado lo que dice Cristina. Un abrazo.
ReplyDeleteGracias, maestro. Que lo diga un poeta como tú si que es un espléndido regalo.
Delete