Claudio Ferrufino-Coqueugniot
El venezolano Laureano Márquez se divierte ante la idea de un Snowden asilado en Venezuela cuando su fama se opaque y tenga que lidiar con la escasez y otras vainas. Cuando le diga el tendero portugués que sándwiches para llevar no existen, solo allá, “de donde viene usted”. O cuando palacio ya no pague su hotel.
El venezolano Laureano Márquez se divierte ante la idea de un Snowden asilado en Venezuela cuando su fama se opaque y tenga que lidiar con la escasez y otras vainas. Cuando le diga el tendero portugués que sándwiches para llevar no existen, solo allá, “de donde viene usted”. O cuando palacio ya no pague su hotel.
Su país carece,
según él, de las condiciones para semejante movida. Pollinos jugando a burros,
afirma. ¿Y Bolivia?
Bolivia sufre alucinaciones.
Pareciera que los efluvios de la hoja “sagrada”, que ya bastante nefastos han
sido en nuestra historia, según el Che y Eduardo Galeano, se apoderaron del
espacio y que, sumados al alcohol, las prácticas alcoholeras de una mezcla de
religión y paganismo y el narco, han enviado de forma prematura al ocaso el
futuro.
Anuncian que el
vicepresidente va a hablar en CNN en español. Aparece, elegante, sin poder
ocultar la satisfacción casi infantil de estar a vista de millones. Todos
tenemos vanidad, pero algunos exageran. O somos políticos o somos modelos,
diría un pensador chino afilando la guadaña para castigar las “desviaciones” de
todo tipo. Allá él, el vice no el chino, con sus debilidades. Yendo a lo
importante, anunciaba pruebas de la conspiración norteamericana en contra del
“presidente Evo” (demasiado similar con el “presidente Gonzalo” de la locura
peruana). “Prueba”, dice el diccionario, es la razón o argumento con que se
demuestra la verdad o falsedad de una cosa, y lo que García mostró eran
comentarios de una senadora republicana y de un periodista austriaco. ¿A qué
jugamos, señor? ¿A engatusar a una población ignorante -porque los otros deben
desternillarse de risa? Una prueba es un papel firmado, documentos, filmes.
Para la idiosincrasia boliviana, la farsa equivale a grandeza, a que al fin,
gracias al presidente, se ha puesto en alto el nombre del país. Falso. Este
circo desnuda incapacidad, inmadurez, a que en Bolivia todavía se distrae a
nativos con cuentas de vidrio. Ni siquiera estado de descomposición, sino subdesarrollo
mental.
Dmitri Yevstáfiev,
en RUSIA HOY, analiza si el caso es un fenómeno geopolítico o una provocación.
Cree que podría ser una jugada de la derecha norteamericana para descalificar a
Obama, sobre todo a su idea, que pronto iba a explicitarse en foro
internacional, para la reducción de armamento estratégico. Favorece a Putin,
claro, pero sobre todo a los “halcones” de Washington. Esta figura de “paja”
(Snowden), sirve hoy, pero su peso a la larga es inútil. Lo del espionaje de
USA con sus aliados europeos: brisa intrascendente.
Pero en América
Latina, con gobiernos que han hecho del teatro una manera de vida, y de
enriquecimiento, se ha tomado el asunto hasta inverosímiles límites donde la
forma ha reemplazado a la esencia. Para pueblos idólatras, bien gracias, pero
para quien piense, parodias de regímenes despóticos y de obsoletos caciques.
Tarde o temprano se sabrá, y espero se castigue.
Mientras en
Bolivia se sueña con glorias que no existen (ni la del presidente, del estado,
de la plurinación), los hilos -la trama mejor- van por sendas escondidas para
su miopía, ajenas a su ceguera. Unos viven en la tierra, otros en Avatar.
Especulaciones
van y vienen. Snowden “plantado” por la misma CIA en un país ALBA, con la vista
fija en Irán, no en los payasos locales, infiltrado para consumir desde adentro.
Snowden, del cual la contrainteligencia cubana pasa el dato a agentes enemigos
que está en el avión presidencial boliviano. ¿Por qué? Porque la jugada era
trasladarlo en Cubana hasta La Habana y de allí a Caracas; querían ver la reacción.
En ese caso Evo Morales como el peón del tablero, la ficha prescindible y
sacrificable, y, casi seguro, sin saberlo siquiera. Total, era obvio que daría
un espectáculo de María Magdalena, mientras el mundo avanza, torvo y sombrío,
con expectativas reales, no ficciones.
15/7/13
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Publicado en El Día (Santa Cruz de la Sierra), 16/07/2013
Imagen: Caricatura rusa alusiva al supuesto viaje de Edward Snowden a La Habana
Verdaderamente este es un país alucinado. Con un Linera amaestrando a la plebe plurinacional que oye encandilada los consejos de cómo hay que proteger al tata Evo, al extremo de que hay que acordarse de él antes de echarse a dormir. Ridículamente infantil pero efectivo, los trata como a niños y todos felices. Infortunadamente hemos retrocedido al Medioevo, con formulas mágicas, brujos y seres divinos rigiendo el destino de todos los bolivianos, mientras aprovechan para forrarse a manos llenas y se agasajan a toda pompa. Cada ministro debería tener su avión particular, dijo una dirigente cocalera, al defender que el cacique mayor haya ordenado comprar más aviones ejecutivos para el vice y demás jerarcas. “para uso de defensa civil” le llaman descaradamente. Un saludo.
ReplyDeleteNo puedo más que estar de acuerdo con todo lo que dices, José. Retroceso al medioevo, no hay duda. Saludos.
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