Monday, April 12, 2010
Las guerras del terror/MIRANDO DE ARRIBA
Claudio Ferrufino-Coqueugniot
León Tolstoi relataba en "Hadji Murát" el fin de un caudillo checheno con ribetes de tragedia, nobilidad, en el aún no resuelto problema de aquella región del Cáucaso norte.
Desde los recuerdos juveniles del gran escritor, presente en los acontecimientos durante una campaña zarista contra los chechenes, mucha agua ha corrido... y mucha sangre. Vino la revolución, la autonomía por un lado y la prolongación del yugo ruso-soviético por otro. Stalin, la guerra "patria", la Perestroika, Yeltsin, Putin, añadidos al incremento del fundamentalismo islámico wahabi dentro de la sociedad musulmana chechena, suni y sufí, ajena esta última a las expresiones extremas de sus hermanos en religión del Oriente Medio.
Chechenia vuelve a ocupar las noticias con los atentados, y autoinmolación, de dos jóvenes mujeres en Moscú. Difícil no ubicarse de lado de un pueblo minoritario que brega con un monstruo imperial como es el caso, así como difícil desechar el derecho afgano a defenderse de otro ser de mil cabezas -los Estados Unidos- y en oposición a un régimen títere y corrupto (dígase Karzai).
Difusos son los antecedentes de independencia hablando de Chechenia. En realidad casi un mito. Hay autores que sugieren luchas entre señores de la guerra -igual que en Afganistán-, donde la idea de estado propio se desvanece ante la ambición, el poderío militar, económico, etc. de dirigentes locales que menguan en lo fatídico de la guerra y el caos, y que, de manera similar a Putin en su momento, no desean la solución del conflicto y menos un país de sobriedad y autonomía. A ello se ha venido a sumar el apoyo contante y logístico de grupos fundamentalistas del Islam, caso Al Qeda, que tratan de convertir la eterna convulsión del Cáucaso en extensión de su no muy "santa" guerra. En cierta manera, Rusia y Europa- ceden Chechenia a las logias del terror y, cuando suceda, será ya irreversible y se podrá contar con un frente incómodo y persistente.
El concepto de "terror" es demasiado ambiguo para utilizarlo de manera simple, así como el de "revolucionario". Sorprende, por ejemplo, la obvia conexión de las Brigadas Rojas con la extrema derecha masónica en el asunto Aldo Moro, demócrata cristiano cuya osadía de incluir a los comunistas italianos en el gobierno le causó finalmente la muerte. O la contradicción, al menos aparente, de las FARC y el narcotráfico. Y sinnúmero de muestras a cual más rara.
12/04/10
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Publicado en Opinión (Cochabamba), 13/04/10
Imagen: Ruinas de Grozny
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