Wednesday, October 30, 2019

Se acabó/MIRANDO DE ABAJO


Claudio Ferrufino-Coqueugniot

Podría, tal vez, quedarse un tiempo más (Evaristo) pero de poco le serviría. Llegamos a un punto de inflexión. Su poder se ha resquebrajado y no podrá recuperarlo. Al fin parece que van formándose nuevos líderes y el tiempo dirá. Dirá si se va a la cárcel o al exilio dorado. Que lo sigan allí los Molinas y demás, para limpiarle los mocos. Para eso sirven ya que con el verbo no se ajustan al ritmo. Aunque buscan y encuentran amo fácil, no importa por ni de dónde. Lenguas curtidas en espasmos corporales.

Como muestra de la amenaza masista, los “hermanos” incendian de nuevo el Parque Tunari en Cochabamba. Advertencia, dirán, pero no pueden contra un país entero. Evaristo amenaza con el cerco. Se cree el satélite Tupac Katari, por lo inservible será. Cerco. Voy a enseñarles, afirma con dejo criminal. Que enseñe, vamos, y que aparezca, machito de palacio, a enfrentar a la masa que lo vilipendia. Nunca lo haría, se escuda en su peluquero y su modista, en la nulidad del entorno palaciego, en la oclocracia reinante y el lupanar. Maduro ofrece tropas. Las conducirá él mismo por los caminos de América. Apenas salga cien metros de su seguridad lo convertirán en charque para perros. Lo sabe, por ello rebuzna desde adentro. Cristo pone púas de fierro en la punta de su látigo. La espalda de los fariseos suena como pipoca al recibirlo. Imagino el gusto del mesías apaleando a estos, con qué ganas lo haría, con sonrisa bienaventurada. No dudo que apalearía a Francisco papa también, al negro jesuita de maña y espanto.

Llega el lunes y recorto mi columna a la espera. Lunes, otra vez, canta Sui Géneris, pero no es el mismo lunes de siempre. Se juega Bolivia pero ya hay un solo perdedor: Evaristo Primero, rey de la pachamamada, así permanezca unos meses más en el cargo. Regálenle unos Adidas porque saldrá corriendo. Temprano, y no tarde.
27/10/19


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Publicado en EL DÍA (Santa Cruz de la Sierra), 29/10/2019

Imagen: "La llegada", por Nicolás de Jesús. Aunque en este caso es "La salida"

Sunday, October 27, 2019

Orate y pederasta. Evaristo Morales y los jóvenes


Claudio Ferrufino-Coqueugniot

"Algunos jóvenes, por platita y por notita (están) movilizados, engañados". Tú eres el único, cabrón, que hace todo por plata. Prostituto, vendes las nalgas a quien te las paga mejor y abusas por delante de tu posición y tu poder. Demandas núbiles, vírgenes. Las comunidades tienen que proveerte de menores de edad porque eres el tirano, el rey. Las haces parir y te olvidas. Tus lacayos te entregan a sus hijas y nietas a la manera de Rafael Leónidas Trujillo. Aquel era el Chivo y tú el Chivito. A aquel lo reventaron. A Tacho Somoza lo acabó un poeta. Y a Tachito una bazooka. Cierto que el barbón de Cuba murió sin castigo. Pero en sus últimos años era un pobre viejo loco. Tú ya estás loco, orate, te creíste todo lo que te hicieron creer los estúpidos gringos oenegenistas. Eras el mesías, la luz de los pobres. Ninguno de esos europeos tontos te aguantaría un día en el gobierno de sus países. Poco cuesta experimentar con los “inditos”, y escribir huevadas sobre una revolución social que no existe.

Álvaro García Linera camina con fama de sabio. Si es un cojudo, como decía mi padre, recontracojudo, fabricado de retazos mal aprendidos y de una pose marica que supuestamente lo hace elegante. ¿Poeta? Dios mío. “Mi zapatito me ajusta, mi mediecita me hace calor, la vecinita del frente me tiene loco de amor”, “algodones, algodones, tengo chicas a montones”. El Lorca de los Andes. Tarado. Esos versitos no son suyos, los que acabo de poner, sino que los suyos son peores y no quise ser tan drástico.

Los jóvenes protestan. ¿Quién si no? Evo Morales Ayma les arrebata el futuro y ellos tienen razón en bajarlo del poder, arrastrarlo por las calles. ¿Qué piensa el imbécil, que es inmortal? Derecho no tiene para hablar de los que hacen justamente lo que él no: estudiar y trabajar. Repican este su comentario retardado otros Camisas Azules, fascistas de poca monta pero rabiosos, y se lanzan en contra del deseo mayoritario de los jóvenes por un mundo mejor. Pues quizá no, pero si se aguanta un poco el orate tendrá que irse a compartir lecho con el chofer Nicolás Maduro. ¿Dejarán a Linerita al medio? En asuntos nefandos no me meto y que se traguen lo que tengan que tragar.  A algunos les gusta el choclo, a otros la mazorca. Lo dicho, el entredicho es suyo y la entrepierna también. Pero que deje ya de joder y escape con sus millones. Insoportable resistirlo cuando se pone a rebuznar con su gruesa piel de asno y su peinado de cacto desértico. Pesadilla mayor de un país cargado de pesadillas, donde ninguno de los que gobernaron se salva.

De mí no esperen elogios al amo como los que opinó Rafael Puente deseando ser probo e inteligente. Evo Morales jamás fue bueno, y ya llegaba al poder cargado de sangre. Hay que ser claros, no tuvimos un gobierno de indios. Se quiso volcar la tortilla y afianzar las brechas aún más. Las pantallas no son el fondo. Uno no es el jefe Caballo Loco porque ande a pecho descubierto y cuelgue trenzas. Por cierto, Evaristo no es Caballo Loco. Lacayo del capitalismo salvaje, millonario, abusador, ratero. No existe un minuto de su vida, señor Puente, que merezca elogios. Yo nunca fui parte suya. Escribí en su momento que por qué no darle la oportunidad, a sabiendas de lo que se venía y fue todo. Y no es que unos se hayan hecho al lado del déspota porque los iluminó la inteligencia o la ilustración. Fueron abandonados por él como abandona a las parturientas que desfloró. Se cree único, se lo hacen creer el niñito bien y el aiquileño. Correrán a la primera de cambio hasta dejarlo solo.

Si llegó el momento, todavía no estoy seguro, pero creo que la balanza se inclina; ya se inclinó. Aunque se quedara, ya sería parcial, temporal. Los dados se han echado. Bolivia no es Cuba ni Venezuela, Bolivia es insurreccional. Y Bolivia, si ven videos de las marchas, tiene mujeres con huevos como pelotas. Si se enfrentaron al arequipeño, Goyeneche, por qué no habrían de enfrentar a un mísero violador enloquecido.

Deja a los jóvenes en paz, imbécil, que son lo que tú nunca serás. Buscón, bufón.
27/10/19

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Imagen: ANF

Pequeña disección del rincón frenético/MIRANDO DE ABAJO


Claudio Ferrufino-Coqueugniot

Dicen que Ortiz se bajó los calzones para el MAS, mostrando blanquitas nalgas. Dicen que resultó, que ha salvado a su patrón de la caída en primera de cambio. En la segunda podrán reposicionarse, tal vez, ¿y cómo servirá el hipócrita este allí? Ojo, no estoy defendiendo a Mesa, solo retrato el panorama boliviano donde los gallos que cacarean se vuelven cluecas de la noche a la mañana. Ortiz, Ortiz, qué fama de puto te endilgaste. No me consta, pero me burlo, porque el sarcasmo en un rincón como el nuestro es una defensa contra el arbitrio.

Y cuesta no equivocarse, porque si se habla mal en la tierra hija predilecta, casi de seguro que algo cierto hay. País de la mácula, donde lo impoluto no existe. Habría que hacer una cueca para que bailen los traidores, vestidos de pollera como el imbécil ministro aquel, si lo recuerdan. La fiesta larga, la fiesta única, solo la fiesta. Hasta los mentados ayllus guerreros, a quien España hizo carambola, de guerreros no tienen otra que el linchamiento en grupo alcohólico. Retrato de guerreros embriagados linchando desarmados.

La coca, de sagrada a maldita, a malparida. Sagrada para los narcos, amarga (la chapareña) para los acullicantes que babean verde y son inentendibles. Los habrá iluminado el Espíritu Santo y conversan en lenguas. Oscurecidas y gruesas, como de vaca. De otros, aunque fina, como la del señor que se tildaba de opositor y hoy es secuaz, igual de inmunda.

¿Dónde quedó el mar? Será que Rodríguez Veltzé, meretriz de abolengo, se baña allí. La (en femenino) única bañista, la jurisprudente Veltzé. Habrá recibido besos, chapes como los nombran, de la dupla maravillosa, los gemelos irreductibles, los infaustos Cástor y Pólux de una tragedia que no tiene épica como la griega pero está llena de dengues. Cómo se menea, dice una canción popular de por allí. Como Toña, la Negra. Se menea Veltzé, se menea Ortiz, entre los cientos o miles de sindicados en este lupanar andino y tremebundo de danzantes sexuales pero asexuados.

Por ahí anda un rector que quiere diputaciones, o senaturías, embajadas, o cualquier puterío que haga juego con su piel tostada. Al juez Roy Bean, que hasta Borges nombra si no me equivoco, colgaba mexicanos por culpa del color olivo. El racismo tiene diversas facetas y a veces lo cocinan para darle más fuerza los propios damnificados. Hay gente que quiere cambiar de color. Sea, pero el olor no se lo transforma nadie. Por la nariz te conozco, mascarita. Al francés se lo huele a distancia, por más mesié que se considere y pavonee. Generalizo, sí, claro; me divierto. Si el administrador de la casa mayor de estudios peca de negruras será que necesita terapia del alma, porque ser cabrón ennegrece más que cualquier herencia. Y ser masista, peor.

La noche será larga para contar votos y descontarlos. El debido proceso de los tiranos. Volver el uno, dos, y el dos, cero. Hasta que Damocles suelte el hilo de la espada y descabece a todos. Igual que a María Estuardo, que a diferencia de los políticos machos de Bolivia tenía huevos bien puestos.

Pero mi espera no ha de ser larga. Yo me voy a dormir luego de haber comido y bebido un agua. Que velen los maricas, los que tienen precio, los que se venden y sueltan las bragas. Nosotros que no tememos más que a las mujeres que comparten la almohada, mañana estaremos con la pluma como adarga. Puñales de tinta negra y tinta azul. La palabra nos queda y sabemos emplearla. Con ella desnudamos al rey y vestimos al mísero. La palabra, la parábola. Aunque sermonear a recuas no funciona bien, y menos las cambia. Pues, chicote, entonces, como pregona el Evo, sin saber que los cables se tuercen, vuelcan, y golpean a sus inventores.
20/10/19


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Publicado en EL DÍA (Santa Cruz de la Sierra), 22/10/2019

Wednesday, October 23, 2019

Hay que meterle nomás


Claudio Ferrufino-Coqueugniot

Muy simple: Evo Morales nunca dejará la mamadera. Puede perder elecciones, que Jesucristo se le aparezca desnudo regañándolo, no importa. En este último caso tendrá la santificación del papa delincuente, Bergoglio, lambiscón de tiranos. El individuo no va a dejar la silla que usurpa. Si tiene que matar a uno, diez, o un millón, lo hará. Se ha pegado al trono con cera bruta, y sus esbirros se encargarán de que no se seque y el sultán caiga de ella. Lo mismo su eunuco. Claro que este, si cae la cabeza, será descuartizado por el mismo populacho que dice defender, su “nación plebeya”.

No cuenta Morales con que un país tiene límites físicos, que no se lo puede desangrar eternamente. Que va a llegar el día que esté exhausto y no dé más. Ahí tendrá que irse. Claro, siendo cien veces más rico que Donald Trump, avalado e idolatrado por la puta izquierda europea que además de miopía tiene mierda en la cabeza. Ellos lo elevaron a donde está y ellos lo acogerán con las piernas abiertas para disfrutar del ullu morado como si fuese el Espíritu Santo. Allá ellos, que lo pongan de presidente en sus países, veremos cuánto aguantan. Ya estoy cansado de su inconsecuencia, su traición a los pueblos del mundo, kurdos y etcéteras. Mejores que la derecha no son, peor siendo que consideran de izquierda al usurpador boliviano, oligarca y lameculo de oligarcas y multinacionales. Los pobres quedarán pobres con él. Y los cocaleros podrán seguir con el negocio de la droga con cualquier otro cacique.

Simple ecuación, que es la suya: o ellos o yo. Pues, a meterle nomás que no queda otra. El país del todo vale. Tierra de ladrones porque se les permite. Otro gallo cantaría si existiera castigo.

A no confiar en nadie, menos en el Papa Francisco, Almagro, el santón Mujica ni ningún otro. Solo en la razón popular y la fuerza popular. El aguante tiene límites. Si se los alarga, pues qué más. Y, otra cosa, a no olvidar. Es tiempo de que se desmovilicen las fuerzas armadas. Son mayor peligro que Chile. No deben existir. Trabajos forzados, de coronel para arriba, o la pared. Denles un poquito de alcohol, como decía Juan Rulfo, para que no les duelan las balitas. Y a proceder.
2019


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Imagen: Alfred Kubin

Wednesday, October 16, 2019

Lhardy (recordar por recordar)


MIGUEL SÁNCHEZ-OSTIZ

Lhardy, rancio, sí, pero ya de capa caída. Se nota mucho. Aperitivos de Lhardy: caldo, gazpacho, Marsala, «medias combinaciones» a las que tan aficionado era Abliticas, cuando me lo encontré en 1967, en la barra del bar de la Universidad, y más tarde, en tantos sitios, hasta que se pasó a los balons de rouge, pero eso fue en otro mundo, cuando ejercía de proustiano en el Hôtel Flamel (en realidad un antiguo burdel)… El día que tropezamos con aquel andoba que había dinamitado un periódico y nos dijo que «últimamente» se había hecho anarquista, Ablitas, frotándose las manos de muy cuca manera, le replicó: «¿Ah, sí? pues paga…  » Y le chuleamos vino hasta que nos abandonó en La Palette con una mesa materialmente cubierta de vasos (pagados) y se escapó rue de Seine adelante. Ay, Ablitas, con todo lo que bebimos, hasta un retrato me hizo y luego me quería matar con una pistola con historia golpista que sacaba de casa jurando que antes de que se fuera al otro barrio me iba a llevar por delante porque yo me había hecho «de la ETA»… Hostia, que sí, que así eran las cosas, así fueron. Descanse en paz desde hace mucho ya… Mal recuerdo de su velatorio tengo, malo, con bronca de señoritos fascistas incluida: lo que escribes lo acabas pagando: «Qué quieres, que encima te aplaudan», dijo Ayanz. Con afecto lo recuerdo a pesar de todo. Y a veces me tomo una media combinación, o dos, en Lhardy en su recuerdo y en el de otros de aquel tiempo (Léo Ferré en Richard) que ya no entraran por esa puerta. En Lhardy, sí, estuve con buena gente, Jorge Giménez, editor y  aficionado al Marsala y con Claudio Ferrufino-Coqueugniot en día memorable por tantas cosas. Ah sí, se me olvidaba y también estuve con el erudito Juanito Gambela, en 1994. Él tan flâneur y tan poeta de las calles madrileñas no había estado nunca ni había probado las exquisiteces de la casa –croquetas, barquitas de ensaladilla, hojaldres de riñón o de anchoa…– porque no había llegado el momento de que se las pagara  el Gobierno, allí por donde pasara, porque si no, de las fabadas de tabernón no pasaba. Se quedó embelesado. Recuerdos durmientes que bailotean con un fondo de Dexter Gordon y una copa de polvo en mano muerta.

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De VIVIRDEBUENAGANA (blog del autor), 11/10/2019

Queda poco/MIRANDO DE ABAJO


Claudio Ferrufino-Coqueugniot

Muy poco tiempo para la consumación de un proceso electoral espurio. Caímos en la trampa. El dúo se salió con la suya y ya festeja pronto el centenario de su ensimismamiento como sátrapas. Eso creen. Junto a la plebe drogada y alcoholizada, bajo lemas imposibles como “mueran los derechos humanos”, imposibles instructivas como violar a las mujeres de los otros, defender la violencia de género, fomentar el estupro, la trata de blancas, el incesto, la parición indiscriminada para el Chivo, padre fundador del mentado estado plurinacional que defienden a rajatabla con “sesudos” estudios los intelectuales cobardes, escoria dispensable.

Ya está hecho, no hay vuelta atrás. Es extraño ver que algunos que alabaron al régimen conforman listas de diputaciones en la oposición. Dudo mucho de las iluminaciones. Esa gente, dispensable también, se juega por premoniciones y coyunturas. Saben, como sabían los esbirros de Auschwitz, que los cañones truenan no muy lejos, y apuestan. Su derecho, claro, pero la misma cháchara de los mismos comensales con el mismo pastel. Que algo cambiará con otros, lo dudo. A no ser que venga uno con espada férrea a cortar cabezas. En Bolivia, país de mesnada, de alcohol y grupos, de supuesta valentía colectiva, eso no va a ocurrir. O decimos un responso por la desde siempre maltrecha república o tengamos una paciencia de 50 o 100 años para ver si algo cambia en la “indiosincracia”, de indios y blancos y mestizos por igual: bolivianos (el hado propicio…).

Hemos sido pasto de un vanidoso y un tarado. Quizá lo merecemos. Tal vez nadie mejor que ellos, el Primero antes que el Segundo, reflejan las angustias, las taras, ambiciones y vicios de todos. Melgarejo, a pesar del historial brutal, sigue siendo un referente. El macho en celo, descontrolado, torpe, abusivo, con dengues femeninos y poca honra. Más de cien años después se reencarna en los susodichos. Sucede en cada pueblo, el asno de Trump renaciendo de las brasas escondidas del racismo y la intolerancia. Pues bien, en realidad no estamos ante ninguna encrucijada sino ante un día común de nuestra miserable vida. Nada va a cambiar si el Cabezón se va, a la cárcel o a la Sorbona; nada si el eunuco se va, a prisión o a la galería de notables. Seamos precisos y realistas. Las opciones de Mesa u Ortiz ¿qué representan? Nada. Ahora bien, hay objetivos primarios: deshacerse de los mellizos malditos vale como primer paso. Luego se verá, dicen. ¿Qué se va a ver? Lo sabemos de antemano. Estas elecciones nunca debieron haberse dado de esta manera, pero es el modo nuestro, autodestructivo, festivo en mal sentido, corrupto y vividor. No queda otra que votar, pobre solución a un enigmático problema que tenemos como país, insalvable, sin solución a simple vista. Basta recorrer el listado de postulantes y ver que a todos se les puede encender la paja de la cola, en mayor o menor grado. Que si hace falta una revolución, a no dudarlo, pero si a la acción física no le sigue una introspección seria, si seguimos siendo la tierra de las Alasitas y el Ekeko ello va a permanecer. Hasta que nos esfumemos como los pascuenses, cuando detrás haya solo tierra arrasada.

Escucho a menudo: “no hay mejor trabajador que el boliviano”. Mejores en cada campo, aseguran. ¿Y por qué no? Entonces existe un problema de matriz, y mental de quienes habitan el cuerpo enfermo. O extirpamos el cáncer sito en lo profundo de nuestro ¿pensamiento? O, pues, a morir. Con Cabezón o si él.
14/10/19


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Publicado en EL DÍA (Santa Cruz de la Sierra), 15/10/2019

Wednesday, October 9, 2019

Jaime Senzano, el camino nuestro


Claudio Ferrufino-Coqueugniot

Unos años mayor. No suficientes como para tenernos ajenos. Jaime era, aunque siempre es, sobre todo un hombre valiente. Así lo recuerdo: desafiante, arriesgado, dispuesto sin miedo a los puños sin que ello evitase la sonrisa, la bonhomía, la amistad, el cariño. En una sociedad donde era necesario tener el puño bien cerrado y bien firme, desde pequeños, un entorno hasta brutal que se defendía con fuerza. No hablo de ímpetu machista, hablo de lucha, de protegerse uno y a los suyos. Así crecimos. Así morimos.

Jaime se va. Mi memoria antigua de él era en los campeonatos de natación del estadio departamental. Competían mis hermanos. Competí también sin pasar jamás de la primera ronda, a diferencia de Elena y Armando. Jaime en las graderías, entonando cantos, vivando, entusiasta, dinámico, sin permitir que el ánimo se hundiese en el agua, pasara lo que pasara en la piscina. Mirándolo con admiración, soñando con un tiempo en que sería grande como él, fuerte. Crecimos, nos emparentamos en los recuerdos, en las opiniones, en la música, el baile, la fiesta. Senzano… de Italia, nunca le pregunté exacto de dónde. Ni cuándo, ni cómo. Vinieron, como aparecemos los inmigrantes. Y tozudos nos quedamos, aguantamos, conquistamos la tierra paso a paso, hasta quedarnos allí, ya nuestra, para siempre, hasta la explosión del tiempo en que nos esfumaremos.

Llega la noticia un miércoles con vientos de nieve. Cambios, nada queda, se transforma, aquel principio de Lavoisier que Jaime repetía, que nos lo puso a fuerza de repetirlo Arévalo, el profesor de química. Al científico lo transformó la guillotina. Jaime se hizo a un lado en silencio. Hace un año atrás sonreía, conversaba de ir a Tarata a comer chorizo y tomar chicha. Italiano del valle cochabambino, tradicional como suelen ser los que vienen de extranjero, se mezclan y pertenecen con tremenda raíz. Quién lo hubiera dicho.

No estás. La rayuela sigue volando. A veces va sólida, a ratos tiembla. Como la vida. Será que en el arriba, por darle una posición a donde se van las almas, hay vides y molles, que una parte de Cochabamba se llevó allí para que los espíritus no perdiesen el bucolismo del adobe calentado al sol. Lo entendemos nosotros, en la mixtura que poseemos, que nos dieron y no pedimos y nos hizo únicos, enroscados, fiesteros. Recuerdo tu casa, algún cumpleaños. El karaoke tocaba a Elvis: It is now or never. Ahora o nunca, una opción que no siempre está disponible, porque los vientos nos llevan a donde creemos respirar, nos alejan, separan. Hay palabras que flotan en medio. Y el amor inmaterial imposible de obviar.

Treinta años de vistas esporádicas y sin embargo el afecto no cambió. Sucede que las circunstancias pesan pero no transforman la esencia. Retornamos a la química. Y a César Vallejo, siempre que nos agrede la muerte. Decía el poeta: Y cuándo estaremos con los demás, al borde de una mañana eterna, desayunados todos…
2019



Tuesday, October 8, 2019

El manifiesto de Santa Cruz/MIRANDO DE ABAJO


Claudio Ferrufino-Coqueugniot

Fuera de donde provengan los actores del evento. No lo sé, ni me interesa. Lo importante del momento es deshacerse de este par de canallas y hacer justicia. Desobediencia civil, sí, y sedición si se necesita. Ello ampara la historia, la vida, la humanidad. Hay que deshierbar para cultivar, organizar para crecer. La malahierba al lado, secándose al sol.

Alejandra Serrate lo dijo bien en el Cabildo de Santa Cruz. Por fin asoman las voces jóvenes, sin la cola de paja, fácilmente incendiable, de los cobardes y corruptos de siempre. Hay que desconocer, declararse rebeldes, defenderse, recordar a Bolívar y a Sucre -como lo mencionó Serrate- Para esto, lo de hoy, mejor nos quedábamos con España. El melgarejismo autóctono, seudo indigenal, tiene que terminar.

Recibo, casi a diario, en la página de Academia.edu, supuestos “estudios” acerca del fenómeno “revolucionario” boliviano. Hay una conjura intelectual, manejada en muchos casos por un estafador argentino en La Paz (en su momento tiene que ser fusilado), que quiere hacer creer que el estupro, el derecho de pernada, el abuso, el trujillismo miserable de los adoradores del falo (por un lado…) son revolución. Sabe bien este “stafador” que tal revolución no existe. Cualquier ladrón hace lo que se está haciendo en el país. No hace falta pensamiento, no se necesitan ideas, para robar. Esos, los intelectuales de lengua con olor a culo, tienen también que pagar. Que la palabra es un arma, y en manos criminales, asesina. Estos son los que encandilan a los cagaleches de la izquierda española, a los culposos gringos bañados en plata que quieren lavar el genocidio que hicieron sus ancestros en América. Esos, y la mesnada de abarca que desea comprar blancura y blasón con dinero narco. Porque no hay, no seamos ingenuos, ninguna defensa de alguna cultura ancestral. Por el contrario, el binomio maldito, incluye a todo este pobre país en un círculo vicioso que quiso exterminar Colombia, que produjo Somalia y tanto más.

Desobediencia civil a la manera de Thoreau mientras se pueda. Gandianos hasta por ahí, aunque la violencia del Mahatma, cubierta con un velo cuasi angelical, era dura e irreductible: puso de rodillas al imperio más grande del mundo. Tal vez el error estuvo en la mística. En eso Alí Jinnah, el fundador de Pakistán, fue más sobrio. La revolución no necesita mística, dioses o religión. Por ese peligroso vericueto se perdió Irán, que comenzó por una lucha por derechos y terminó en una teología sangrienta. La sangre llama a la sangre, por supuesto. Pero la sangre lava.

Lo de la señora Serrate pesa. Hay que salir a la calle. Venezuela, así parezca la rueda sinfín, un día acabará con el chofer y lo colgará de las patas (cuerda larga urge, dados peso y tamaño).

Sugieren que hubo en Santa Cruz un millón de personas. Número con solvencia en tierra despoblada. Pero… Bolivia y la enfermedad colectiva, el síndrome del pongo del que no podemos deshacernos y que caló hondo en la sociedad en todos sus niveles. Por eso se idolatra al gringo, aquí, porque es una reacción enferma ante supuestas superioridades. Y el señor feudal, el que se sienta en la silla de presidente y menea las cerdas de su cabezota inmunda, lo carga consigo también, con la diferencia que tiene inmenso poder y puede jugar al amo siendo otro pongo más.

Veremos si la Chiquitanía fue el hito del fin. Debiera serlo. A construir un circo, si lo es, y poner al masismo recalcitrante dentro, para pasto de jaguares hambrientos. Que la naturaleza se cobrará al estilo romano lo que hicieron los plurinacionales o la mierda que quieran llamarse con Bolivia. Circo máximo, auto de fe.
06/10/19


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Publicado en EL DÍA (Santa Cruz de la Sierra), 08/10/2019

Imagen: Simón Bolívar

Wednesday, October 2, 2019

Pirómanos/MIRANDO DE ABAJO


Claudio Ferrufino-Coqueugniot

El Parque Tunari se incendia de nuevo. Nunca olvidaré a mi padre diciendo, cincuenta años atrás, que el “indio” era enemigo del árbol. Y de ese origen, del que venimos todos, en más y en menos, ese odio se hizo extensivo a gran parte de la población, a campesinos (en su nueva definición), señoritos, damas de alcurnia y cocineras. ¿Será Bolivia la próxima Isla de Pascua? El canibalismo político se convertirá en canibalismo a secas en el desierto.

El New York Times publica un artículo de opinión sobre la fogata del nuevo Nerón en Bolivia. Dice, claramente, que las políticas agrarias de míster Morales, el yanqui-llockalla, son iguales a las de Jair Bolsonaro. Habla, sin utilizar esta palabra, de la conjura del cabezón con la agroindustria cruceña. A devastar la naturaleza para enriquecerse. El Cabezón ya es rico, mucho más rico que Trump ¿qué más quiere? Legado no dejará, uno positivo. Al final será olvidado como su sosías venezolano, esa otra escoria que se llamaba Hugo Chávez, un monigote torpe y vil, como este.

Dice el texto de  Manuela Lavinas Picq, en inglés, de casi diez millones de acres (cinco millones de hectáreas) quemados por la desidia y la mala fe del Cabezón. Un acto de terrorismo que afecta a la humanidad entera. Basta eso, creo yo, para encarcelar a este tipo por 30 años al menos en cualquier corte internacional. Los voluntarios extranjeros comentan que mientras ellos apagan el fuego, los “hermanos” masistas lo renuevan en otro lado. La ejecución inmediata debiera ser regla al encontrarlos con las manos en la masa. Acto de fe con la misma gasolina que utilizan. Ni juicio cabe ya siendo que vivimos en tiempos de Cabezón I, rey de la coca-cocaína, príncipe del porno cocalero y eunuco de sultanes mayores.

Un multipremiado escritor boliviano me comenta hace unos instantes que salió a pasear en bicicleta por Cochabamba y que casi se asfixia. El humo de los incendios del Tunari invadió la ciudad. Quizá, si queman todo, los narcofolkloristas que sabemos construirán foros mussolinianos, hitlerianos, sobre las brasas, loando al caudillo y su peinado permanente, el corte libro, partido en dos, y las inexpugnables cerdas.

Leen mis textos y se quejan de demasiada violencia. ¿Y qué es lo que se ejerce sobre nosotros? No está en mí aceptar el chicote del supuesto amo sobre mi espalda. Hay que defenderse, quitarle el chicote, y apalearlo hasta que no pueda más. Luego tirarlo en la cloaca a la espera de decisiones y colgarlo. ¿O hay otra salida? La broma pesada de las elecciones no llevará a nada. El amo y su hetaira blanca van a hacer lo que les dé la gana. Ya se aseguraron miles de millones en cuentas de islas remotas, a semejanza de la prostituta Kirchner. No se los puede dejar escapar. Ni los masacradores turcos del pueblo armenio se libraron del castigo. Los siguieron hasta sus refugios y los terminaron.

Evo Morales es un ecocida, genocida y otros menesteres traficantes. Criminal internacional. No se le puede permitir más. La estupidez gringa hará poco. La justicia está en las propias manos. Él mismo lo dictaminó como ley: justicia comunitaria. Justicia popular. Que es cuestión de tiempo, sí, pero el tiempo para una vida es breve y si se aguarda morirá de viejo. Hay que hacer responsable también a su entorno, a instituciones, a grupos privilegiados. Bolivia necesita seguir los pasos iniciales  de la revolución irania, donde se descabezó de manera brutal el antiguo régimen. Sin distinción de género ni raza. La ira de Dios, aunque Lope de Aguirre no esté, el gran rebelde.
29/09/19


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Publicado en EL DÍA (Santa Cruz de la Sierra), 01/10/2019