Monday, August 15, 2011
Kokoschka/ECLÉCTICA
Se incluye a Oskar Kokoschka (1886-1980) dentro del expresionismo alemán. Sin embargo este pintor austríaco no integró los grupos principales de esta corriente, Die Brücke, Blaue Reiter, sino que siguió un camino personal, aunque no aislado ya que en su visita a Berlín, 1910, se contactó con ellos.
Cierto que cronológicamente hablando, Kokoschka comenzaba a incursionar en el arte cuando los expresionistas de Dresde ya habían lanzado sus manifiestos. Kokoschka llega a Dresde más de diez años después, pero su relación con los artistas alemanes lo liberó temprano del legado de la Secesión austriaca. Recibió la influencia de Klimt, cuyo enorme peso en el arte vienés era difícil de eludir; del pintor croata Rudolf Kalvach, su contemporáneo y compañero estudiante en la Wiener Werkstätte; de George Minne; de las exhibiciones de Gauguin, Van Gogh, Rodin y también de El Greco cuya retrospectiva en el Salón de Otoño de 1908 en París convulsionó el arte europeo. Reproducciones de los óleos de El Greco llegaron pronto a Viena y causaron notable interés, tanto que al año siguiente Klimt y otros artistas viajaron a España para verlos.
A la par que sus pinturas Kokoschka desarrolló una rica obra gráfica que en algunos casos son esbozos de lo que se convertiría en cuadros, mientras que en otros representan trabajos acabados al carboncillo, lápiz, témpera, acuarela, tinta china. Destacan sus retratos de personalidades de su época, una serie de lo que él llamaba sus pinturas negras y que tienen alguna resemblanza con Goya.
Es interesante anotar que aparte de las escuelas o sujetos artísticos de los que heredó técnicas, ideas o colores, Kokoschka, apasionado por la historia, indagó en las culturas de Egipto, Mesoamérica, Babilonia, el arte medieval europeo, Java y Japón para añadirlas a su ya sofisticado talento.
Fue dramaturgo, poeta, ilustrador, creador de escenarios y vestuarios para el teatro. Incursionó en la arquitectura. Su diseño para el crematorio de la ciudad de Breslau (hoy Wroclaw) en 1914 no fue seleccionado. Muestra una torre con reminiscencias del recién descubierto zigurat de Samara, la antigua capital abasida en Mesopotamia -otra torre de Babel- con frescos gigantescos, que él pintaría, en los vestíbulos interiores.
Por varios años se ligó sentimentalmente con Alma Mahler, viuda del compositor, musa, esposa y amante de los más selectos hombres de su época -Rilke, Gropius, Werfel- a quien embarazó. El aborto de Alma repercutió en su arte y la representación de la muerte se agudiza. Hay calaveras en los dibujos de Oskar Kokoschka, rastros quizá del medioevo, de la guerra europea, la más sangrienta de todas, de la familia y el niño perdidos y la premonición del futuro que construiría prácticos crematorios, ajenos a la intención sublime y monumental que quería dar el artista a un lugar donde se queman muertos.
Emigra de Austria a Checoslovaquia, de Checoslovaquia a Inglaterra, de Inglaterra a Suiza, de Suiza a la muerte.
3/11/03
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Publicado en Lecturas (Los Tiempos/Cochabamba), noviembre, 2003
Publicado en Fondo Negro (La Prensa/La Paz), noviembre, 2003
Imagen: Osar Kokoschka/Autorretrato en un afiche de exhibición, 1911
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