Claudio
Ferrufino-Coqueugniot
Lo cubrieron con
frazadas antibalas. El chofer Nicolás Maduro miraba atrás hacia alguien,
visiblemente alterado. Cilia, la esposa, desapareció por lo pequeña. Después,
Padrino López, comandante, amenazó.
Si fue un
auto-atentado o no está por verse. Algún analista gringo sugiere que fue real
porque la desbandada que se miró por televisión no le quedaba nada bien al
gobierno. En caso de que lo hubiesen orquestado ellos mismos; de todos modos
salió mal.
Si los drones
hubiesen tenido éxito no alcanzarían botellas para saciar el festejo. Este
individuo tiene nomás que seguir la huella de Kadafi (así muchos otros). No
cabe la corrección política ni alegatos humanísticos. Hay momentos en los que
se llega a una insalvable cumbre, esos donde se debe decidir si se va al
precipicio o a algo, incluso desconocido, que será mejor.
O será que
Nicolás desea encaramarse en el trono de los supuestos supervivientes donde
impera Fidel, no importa muerto. No le veo lo práctico al asunto. Está tan
quemado que el mote de inmortal no le cabría. Mejor creer que alguien menos
tonto que una oposición caduca ideó deshacerse del amo de una vez por todas y a
la mala. Derecho que nos asiste a todos. Si el gobierno aterra, dar fin con él.
Simple y llano. Decisivo, definitivo en el escaso alcance de este adjetivo y
sin embargo productivo (perdón por la pobre rima).
Tres quedan en la
América Latina: Maduro, Ortega, Morales. Dudo que López Obrador opte por el
burdo camino de estos tres tristes tigrillos. Creo que aprecia más su
reputación como para menearse con la escoria. Hay que ver; no sabemos. De los
tres, dos transitan por la cuerda floja. El otro es malabarista de lo étnico y
extensivo en el dispendio del dinero mal habido. La droga se ha democratizado
hasta cierto punto en Bolivia y no es exclusividad de los zares. Eso da a Evo
Morales buena cobertura entre la base delincuente. Sobre ello basa su poder: un
lumpen narcotizado y pudiente, que no va a soltar el mango a no ser que le
corten las manos. Hay machetes y pangas, sierras y motosierras…
La espera
atormenta. Por años se predice la caída del colombo-venezolano, ducho en
cambios de aceite y en ardides de fatales hinduistas. ¿A dónde se ha llegado?
De la épica de Páez (que no era trigo limpio, tampoco) y el “vuelvan caras” del
llano, el romanticismo bolivarista, hasta el mameluco de Hugo Chávez y su
hijastro incluso por debajo en la escala animal.
Todo vale,
supongo. O debiese. Y hay que decirlo, porque cada uno defiende su lar como
puede y contra quien sea. Y si los niños pasan hambre y los rojos rojitos, la
boliburguesía chavista, ostentan lo que la masa jamás tendrá, pues a tomarlo
con violencia que es lo único que a veces se tiene, lo poco de que cada uno
dispone, para solucionar entuertos y destrozar aficiones.
Ese vicio, el del
poder, prima entre este colectivo engañoso que se hizo pasar por
revolucionario. Y dentro de las normas revolucionarias habrá que juzgarlos y
pasarlos por las armas. Drones van, drones vienen, o cohetes o lanzallamas, o
una honda al estilo del judío David, con una canica metálica que perfore la
cabezota del líder y demuestre con hechos que el acero que supuestamente llevan,
el metal que dicen ser, no pasa de ser bagazo de caña, masticado y escupido.
A ponerlos en
carrera que, como en el tango, uno se adelantará al otro en su camino final por
una cabeza. O sin cabeza.
06/08/18
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Publicado en EL DÍA (Santa Cruz de la Sierra), 07/08/2018
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Publicado en EL DÍA (Santa Cruz de la Sierra), 07/08/2018
El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña. Los siervos del amo se acercaron a decirle: "Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?" El les contestó: "Algún enemigo ha hecho esto." Dícenle los siervos: "¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?" Díceles: "No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo. Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero."
ReplyDeleteAprendamos a separar el Trigo de la Cizaña, y diferenciar lo malo de lo bueno, no olvidarnos, de donde vienen y cuales son los orígenes, de nuestro atraso, pobreza, postergacion, saqueo, etc. etc......, que sobre esos males, en algún momento, se vivió la esperanza, de que vendrían tiempos mejores, pero no confundamos esta no fue la década de la desgracia como fueron los 70 y 80. tampoco, fue lo que esperamos, pero aprendamos a separar el trigo de la cizaña.
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