Claudio
Ferrufino-Coqueugniot
Francine bailaba
desnuda. Cantaba: “Take a walk on the wild side”, y hacía movimientos con
las manos. Botellas de vino sobre el mantel. Rojas manchas. Las ventanas de
aquel apartamento interior llevaban modestas cortinas. En la parte delantera
del edificio las hordas adenistas vitoreaban quién sabe qué. Lou Reed se
repetía a sí mismo. Fantasmas de colored girls coreaban chuchu, chu chu, y no
sé si la música inventaba aquella mujer, o de los labios de Lou Reed, tirados
hacia delante, crecía un sexo profundo y húmedo como la muerte.
____
Publicado en
el blog HAY VIDA EN MARTE, 02/11/2013
Imagen: Anton
Emanuel Peschka/Semidesnuda reclinada, 1925
Realmente asombroso e impactante. Una novedad jugosa! Buen posteo, gracias!
ReplyDeleteRealmente asombroso e impactante. Una novedad jugosa! Buen posteo, gracias!
ReplyDelete