Monday, January 4, 2010
Sobre leyes, predicciones, miedos/MIRANDO DE ARRIBA
Claudio Ferrufino-Coqueugniot
Anoto desde un libro de historia: "En un sistema despótico la característica es la severidad de la ley. En uno totalitario es la naturaleza ficticia de la ley". Este último, hacia el que va Bolivia, implica que se puede juzgar a cualquiera por cualquier cosa, así los antecedentes del caso sean fraguados, inventadas las acusaciones, etc. El MAS descabezó a la judicatura boliviana, y ahora prepara un paquete de leyes transitorias y la elección a dedo de jueces -suyos- que con visos de legalidad le permitan carta blanca.
La pena radica en que nos perdemos en la búsqueda de regímenes que sean compatibles tanto con justicia como con libertad. Tal vez las democracias europeas socialistas den ejemplo de una existencia deseable al menos, si no deseada. Holanda, Suecia, Noruega tienen alto nivel de vida, libertades inconcebibles en otros lugares, pero también se necesita un pase para acceder al sistema, no es gratuito, y el pasaje básico usualmente está negado a las masas inmigrantes que son las que trabajan y a las que se explota. Hablamos de la necesidad de globalización, pero cuando hay que aceptar como propios a los extraños comienzan los peros y las excepciones a la regla. Se comprende: el fenómeno no es simple sino de una complejidad muchas veces inabarcable. Callejón sin salida.
La ortodoxia no es la mejor de las soluciones. Imponer políticas, puntos de vista, ya sea a través del gobierno, del púlpito, de la prensa, no hace otra cosa que domeñar por instantes la explosión del descontento. La fábula de una república originaria caerá como castillo de naipes. Bien sabemos que ésta y otras cosas hoy y en gobiernos anteriores son tretas para el despegue de los corruptos. El del MAS es
un discurso que ni ellos creen, pero, mientras tanto, se llenan los bolsillos, ideólogos y advenedizos por igual.
La confiscación de tierras a dedo y con alto tinte político no lleva a nada, quizá a la alegría momentánea de grupos humanos rechazados. Otro sería el cuento si se hiciera tabla rasa, sin importar el aporte, la afiliación, etc, de los detentadores del poder, de tierras, de bienes producto de la violación y del estupro al país. Allí no debiera haber izquierdas ni derechas y sí rigidez en la determinación. El MAS quita por un lado y regala por el otro. Destruye latifundistas y crea latifundistas de nuevo con sus eunucos.
Se ha predicho tanto para el 2010: el auge de Brasil, la caída de Chávez (Shimon Peres dice que Chávez y Ahmadinejad). Eso ha despertado miedos. Y el miedo es mal consejero. Pero bueno también porque recuerda que el poder, como la vida, no permanece, y menos pertenece.
04/01/2010
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Publicado en Opinión (Cochabamba), 05/01/10
Imagen: John Holwell/Catastrophe mundi, 1682
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Decantando hacia el autoritarismo. Oligarquizando las formas. Asumiendo los mismos roles que se combatían cuando no se tenía el poder por el mango. Parece una constante de nuestras democracias. Muy bueno, querido amigo.
ReplyDeleteTriste constante, Jorge. Hay que reinventarse. Abrazos.
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