Individuos como
este, que bravuconeó vencer a la muerte para acabar en llanto de niña, han
causado tremendo daño al desarrollo de la democracia en América Latina. El
pueblo no necesita limosnas, se mal acostumbra a ellas; no se combate la
pobreza con dádivas sino con trabajo y producción, con salarios justos y cada
vez mayores a mayores ganancias. Pero eso es solo posible en un verdadero
estado de derecho, que es lo que los infames “socialistas del siglo XXI” han
ultrajado, igual o peor a las dictaduras a las que estábamos sometidos. Por
ello tendrán que pagar.
El asunto del
magistrado Aponte, que parece se ha acogido al programa de protección de
testigos, puede significar la debacle para la cúpula chavista. Y en el caso
boliviano, remoza el escándalo Sanabria que sigue latente. En apariencia se
terminó con su sentencia, pero no es así como actúan los servicios secretos de
los Estados Unidos. Sin duda hay una investigación profunda de los alcances y
personajes involucrados en él. Toma tiempo, el tiempo que dura establecer con
documentos válidos culpabilidades. Entonces actuarán. Hay gente arriba que no
debiera dormir tranquila porque se está calentando la sartén. Exabruptos,
caprichos, altanería no bastan para frenar un rodillo ya en marcha.
Hay malestar en
los profetas de la igualdad latinoamericana, que son todo menos eso, porque han
ido medrando vertiginosamente. Cómo se justifica que la nueva Evita, viuda del
nuevo Peroncito, tenga semejante cantidad de millones. ¿O no hay ética en la
revolución? “Románticos de izquierda”, los llama despectivamente mi padre, con
la avidez de banqueros y la angurria de ladrones, que son lo mismo. Hoy, luego
del fracaso de su estúpida intentona con las Malvinas (la misma letrina que
Galtieri & Cia), apuesta por una jugada que los economistas desmenuzan
bien; y no es que la expropiación no deba ser un derecho si existen
justificativos, pero las ambiciones políticas del hijo de Cristinita, niño bien
que juega a subversivo, con la turba de sinvergüenzas de La Cámpora alrededor
suyo -encabezados por Kicillof-, tiene mucho que ver con esto. Es una pulseta
contra el país, y el intento es clarísimo, solidificar las bases del futuro
ascenso del Delfín, Máximo Kirchner, al poder, apenas termine el período de su
madre, para ya consolidar la dinastía.
Hay un enemigo
peor que la derecha en nuestros países, y es la ultraderecha, de veleidades
cuasi monárquicas y omnipotente, disfrazada con velos de cambio y retórica
progresista. Que la vida nos guarde de iluminados, mesías, los que vienen con
halo redentor y mandato directo de divinidades de abajo o de arriba, blancas o
morenas. Si son revolucionarios que lo demuestren con el ejemplo; ya basta de
mentir con esto de la revolución social que ni en la Rusia soviética los
trabajadores tenían mejores derechos y beneficios que en los países
capitalistas de occidente. Lo ha dicho Chomsky. En el bloque soviético los
conformaban con lo “justo”, que era lo mínimo, mientras los jerarcas se bañaban
en agua de rosas. Bienvenido el apocalipsis del embuste. Al fin.
18/04/12
Publicado en El Día (Santa Cruz de la Sierra), 24/04/2012
Foto: Lenin embalsamado
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