Claudio
Ferrufino-Coqueugniot
Aunque me tienta
hablar de la burla que le hicieron a Evo I, rey de la coca y emperador del
cártel chapareño, me referiré a otra cosa que sí importa: Siria. Sin embargo,
unas puñaladas de filosa daga no vendrán de más…
El senador Pinto
se les escapó. Ahora podrá hablar con libertad de los nexos del gobierno con
las mafias. Eso debe estar preocupando a varios. El cacique se ha callado. No
es extraño. Siempre huye o se esconde cuando las papas queman. Abandona su
sitial de mayoral y se pone traje de cobarde, que es el que calza a perfección.
La pluricomedia
juega a ser Suiza, a contar con servicios de inteligencia superiores, a la
profecía y a la divinidad. Juega a todo, con arlequines y saltimbanquis de lo
más variado. Y Momo, el amo, el Mamo, arriba de todo, con bastón pequeñito para
sus manos de mujer. Engaña con parodias a la europeidad imbécil -no es difícil-
y féminas que desdicen la inteligencia femenina, que se bajan los calzones ante
conjuros aymaras de dudoso origen. Pues bien, el Idi Amin aymara tuvo su
Entebbe. Se habrá revolcado en grititos y amenazas, correteando en paños
menores por los pasillos de palacio, perseguido por el alocado caniche de terno
italiano. Abandonar el lecho nupcial a medianoche, esta larga luna de miel de
los célibes, atenazado, o atenazados, por la penumbra que sube escalones de a
uno, como lenta niebla. (Idi Amin es el personaje más cercano al orinoquense,
orinoqueño, orinoco, odorico, o como les digan a los de allí, donde en el
desierto juegan jurbol en canchas sintéticas, al mejor estilo de Corea. Idi
Amin Morales, Evo Amin Ayma, primos hermanos, acusados injustamente, violados
en su soberanía por los imperios, antropófagos ellos…)
Dejemos al
gobierno allí, en llanto magdalena y en caricias nefandas, lamentando la incomprensión
de un mundo no preparado para ellos. “Pero nos tenemos uno a otro ¿o no, amor?”
Perdón, me puse a copiar el diálogo de un culebrón mexicano en tevé para una
monografía sobre los amantes de… Teruel, que escribo. Nada parecido a la
realidad.
Siria. Bashar
al-Assad, otro excremento de la naturaleza, igual a su padre y a tantos que
rigen destinos en el Oriente Medio. Norteamérica, entre muchos, ha sido siempre
condescendiente con las dictaduras. A sabiendas del genocidio judío bajo el
nazismo, se negaba a intervenir. No se debe a la necesidad de un policía
mundial, como se creía Inglaterra en Crimea en el siglo XIX, sino a que algunos
tienen capacidad de frenar los atropellos y otros no. Como se tuvo que
intervenir en Kosovo, a diferencia de la aberración de Irak, hay intervenciones
humanitarias. Siria debiera ser una de ellas.
¿A qué el juego
de investigar el uso de armas químicas? En Siria están acostumbrados a masacrar
utilizando cualquier medio. Luego el risueño Bashar aparece en la mezquita acariciándose
las orejas, según el absurdo rito musulmán, y su esposa esgrime moderna
elegancia. Una normal y poderosa pareja del siglo XXI que duerme plácida porque
guía a las ignorantes ovejas que la divinidad le encargó cuidar. En algún lugar
se alista una afilada pica para mostrarle al sirio que aparenta ser fino
inglés, que aquí las culpas se las paga del modo en que se vive, y que
terminará sodomizado como Qadafi que lloraba por clemencia. Qué poco somos los
hombres, y qué nada los tiranos.
Putin y los
ayatolas amenazan. A Putin y a los ayatolas hay que darles una lección. Y si no
la aceptan, darles otra. Demasiada cautela y medias tintas. Un misil
teledirigido enviaría a los representantes de dios en viaje sin escalas de
Teherán al infierno. Para Assad, lo más dadivoso que se le puede dar, es
colgarlo del cuello hasta que muera.
26/08/13
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Publicado en El
Día (Santa Cruz de la Sierra), 27/08/2013
Es ciertamente extraño que el caudillo no se haya pronunciado sobre la huida del senador Pinto y solo sus cortesanos estén hablando por él, y mas extraño todavia es que el gobierno no se haya enterado del trayecto que emprendieron los vehiculos diplomaticos. Algo no cuadra, o se hicieron a los opas para luego hacer el show de rasgarse las vestiduras o sus servicios de inteligencia se durmieron. Sobre Siria, no se qué version aceptar, el hecho es que las masacres ocurren en ambos bandos, pero claro, el tirano Assad tiene mas ventaja y mayor crueldad con victimas inocentes. En fin, se merece la misma suerte que Kadaffi . Un saludo.
ReplyDelete"Capacidad d frenar los atropellos".., muy bien expuesta la cualidad d algunos países q pasmosamente deliberan lo indeliberable en Siria. Excrementos, sí, eso son todos esos bastardos q bien se merecen misiles y guadañas y renovadas guillotinas. Pero hasta tales infames conflictos significan siempre buenos negocios.., quizá tira por ahí el retraso "diplomático". Y con lo del senador Pinto, cabe indudablemente ser muy desconfiado respecto al escape tan "impecablemente" procurado; el futuro mediato dirá si fué una verdadera hazaña o un mero trueque d vida mas o menos decente por un sepulcral silencio. Yo prefiero medir a todo político por igual:, nada bueno debe esperarse d una especie vil por naturaleza, pero veremos q sucede.
ReplyDeleteSaludos cordiales, estimado Claudio.
Completamente de acuerdo, Achille. Por ello no he dado ningún juicio de opinión sobre Pinto. Me hace desconfiar su "perdón" a Evo Morales. En cuanto al silencio de este, es típico, pero usualmente berrea el otro, que también se ha callado. ¿Quién sabe lo que hay escondido? ¿Un trato? ¿Promesas? Ojalá no sea así. Lo veremos pronto. Pinto ahora debiese convertirse en una fiera dispuesta a destrozar a dentelladas a sus perseguidores. Allí tendremos la respuesta.
ReplyDeleteY el "castigo" para Assad, José -bien merecida sería su muerte- también dependerá del juego de intereses. Como que no queda resquicio de decencia en el mundo, o nunca la hubo. Saludos.