Claudio Ferrufino-Coqueugniot
¿Vicio, placer, adicción, entretenimiento, hobby? Cualquier razón es válida para escribir. Hasta el ocio. Pero escribir “en serio” va más allá, como cualquier otro trabajo o experiencia creativa. Necesita un oficio. Pocos son los iluminados que podrían prescindir de ello y ni siquiera la iluminación basta a veces. Cuánta razón tenía el genio de Oscar Wilde. Labor…
En lo
personal ¿qué me impulsó a escribir? Leer, sobre todo. Gracias a mis padres desarrollé
una afición importante por la lectura. Aquello despertaría ritmos escondidos en
lo profundo, que respondieron al llamado. No todos reaccionan de la misma
manera a los impulsos. Quizá hubiera preferido ser músico, o pintor, pero las
condiciones para ello -creo- no estaban dadas. No importa, en realidad. Crear
es universal y los géneros guardan cercana distancia entre ellos. Hay ritmo y
color en las palabras también. Y palabras en las notas y matices. Lo que vale
es hacerlo con pasión y gusto. Jamás partir de la falsa premisa de la fama. Si
llega, bien, pero no se debe escribir por el éxito. Gran error. Pero no hay
fórmulas, sobre todo si hay que conjugar talento con esfuerzo y a veces elegir
entre cuál va a primar. No deja de ser un juego de mesura y hasta de cálculo,
lo que no está mal.
¿Hasta
dónde se quiere llegar? Ya es asunto de cada uno y ajeno al juicio generalmente
duro entre miembros del gremio de escritores. Creo que hay que mirar de frente
a la propia obra. Nutrirse de mucho pero caminar los propios pasos. El tiempo
dirá si uno se equivocó de senda. Siempre es posible retornar lo andado. Mirar
atrás no nos convertirá en estatuas de sal. Pero solo mirar atrás nos hará
obsoletos y eso no puede ni debe ser.
2020
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Publicado en DESLUMBRAMIENTO, 46 narradores bolivianos hablan de su escritura (Responsable: Gaby Vallejo Canedo), Grupo Editorial Kipus, 2021
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