¿Qué fue primero?
Ni lo recuerdo. El gobierno de Evo Morales nos tiene acostumbrados a tantas
–quisiera llamarlas locuras- sandeces que uno va perdiendo la cuenta. Creo que en
los anales de la estulticia local está aquello de que íbamos a ser, o éramos,
la Suiza de América. Luego vino el tiempo del mocochinchi y su estrepitoso
fracaso porque no lo veo reemplazando a la Coca-Cola ni en el Palacio Quemado;
el tiempo de la papalisa; el reloj de manillas volcadas; el litio; el gas; el
teatro más grande del mundo –comparado con Viña del Mar- para que los cantantes
aymaras cosechasen premios a manos llenas. A costa, eso sí, de un parque nacional
con árboles que cultivaron gringos tontos por décadas.
El concurso de
Miss Universo, vieja y fracasada ambición del presidente, que al igual que para
muchos de sus correligionarios o cómplices dependiendo de dónde se mire fue
algo personal. En su otra vida, o en la que sigue, o la siguiente e incluso
subsiguiente, estos políticos de escasa monta sueñan con nacer con las
despampanantes tetas y la rubia cabellera de las señoritas de perfecta
dentición. El destino les ha sido cruel no incluyéndolos en la lista de
beldades, poniéndoles a cambio un tenebroso objeto entre las piernas que, en la
mayoría de los casos al no existir un cerebro que lo acompañase, se convirtió
en sujeto y nos impulsó hacia el paraíso machista, sexista, poco menos que
violador que representa el Estado Plurinacional, ex Bolivia, nunca señorita
universo.
Vino el satélite.
Enviaron al pobre de Tupac Katari al espacio con menos protecciones que a Laika
en el Sputnik. Dicen que se perdió, y cómo no, en esa millonada de pasadizos
galácticos que aún no han sido correctamente señalados en aymara. Pronto. A los
chinos poco les importa. Y a quien embolsilló la comisión, tampoco.
Mi amigo John
Shanahan, de Denver Colorado y presidente de una organización que se llama Go Nuclear, expone en sus boletines los
inmensos y limpios beneficios de la energía nuclear, en infinidad de campos. No
lo dudo, pero cuando un líder impúdico, por inmoral, como el señor Morales
menciona el asunto de Bolivia en la carrera nuclear se erizan los pocos vellos
de mis mestizos brazos. Sería como darle una ametralladora a un niño caprichoso
y bipolar. Porque, hay que decirlo, lo que menos importancia tiene para los
jerarcas del falso Movimiento Al Socialismo (MAS) son los beneficios
ambientales o cualquier otro de bien público. Apelan a esto por haber agotado
las otras dramáticas, risibles, fálicas, neoindigenistas proposiciones cuyo
único objetivo era perpetuar el impacto mediático que el individuo en cuestión
(Morales) logró en un inicio cuando su ascensión al trono todavía tenía implicancias de
justicia y hasta un poco de revancha.
También se
menciona el mundial de fútbol de 2025 (no hay Mundial ese año), prometido por
un calvo portaestandarte de la FIFA que se pronunció al respecto a cambio de un
latón decorado con un cóndor y un escudo obsoleto.
Bolivia nuclear.
En primer lugar debiésemos concentrar nuestro escondido talento, que lo hay
pese a los gobiernos, en producir un clavo, un tenedor, en hilar esas prendas
de vestir con que nos invaden los coreanos. Quizá cuando dejemos de vender
podamos crear, porque Bolivia es país hasta donde los escritores venden, y se
venden. El comercio intrínseco del alma nuestra ha alcanzado a las letras…
No imagino una
central nuclear, menos “plurinacional”, en Bolivia hecha por nosotros. Nos la
ofertarían los chinos, los rusos. Tintineo de monedas, plata en el bolsillo,
Johnny Walker etiqueta azul y a la nueva patraña. ¿Seguridad?, olvídenla, cosa
de gringos. ¿Cómo se dice Chernobyl en aymara? Muerte, siempre muerte en medio
de transacciones corruptas para beneficio de pocos.
25/04/16
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Publicado en EL DÍA (Santa Cruz de la Sierra), 26/04/2016
Imagen: Alí Ferzat, caricaturista político sirio
Nada más que por leer el título de la nota, Claudio, se me erizaron los pelos cuando pienso, leo, releo, repienso o reflexiono en "LA SUPPLICATION", de Svetlana Alexievitch. Como un efugio -aunque siempre de frente- (que valga la necesaria y aparente contradicción a la lógica), has tenido la virtud, suspicacia y la elegante excusa artificiosa para que, en recuerdo de los 30 años de la catástrofe de Chernobyl, construyas una relación de semejanza entre cosas distintas, de origen muy diferente, pero que a tu entender filosófico, a un mensaje que trasciende desde lo más íntimo, tomes aquel apocalíptico mundo inédito, irradiado de progreso técnico suicida, y lo colorees en la gran pequeñez de nuestra realidad -que no es solo nuestra-, y que a los dos, en la astronómica y desmesurada cualidad y accidente que distingue a uno de otro,les confieras metafórica y significativa coincidencia. Y entonces se me ocurre, pensando, leyendo, releyendo, repensando o reflexionando sobre tu artículo, transcribir una frase de una enfermera de Chernobyl reproducida por Alexievitch: "A ustedes no les queda nada más para cocinar. Y no solo eso. Sus estómagos han cesado de aceptar cualquier alimento. Se les ha impuesto no recibirlo"). Tremendo artículo, Claudio. Un abrazo.
ReplyDeleteQuerido Pablo, gracias por esa aproximación al texto, por lo no dicho en relación al hecho concreto de Chernobyl y por la precisa acotación que haces consignada por Alexievitch. Como siempre penetras en los recovecos de la escritura y las metáforas de la historia. Me siento privilegiado, ya en innúmeras ocasiones, de la inteligente lectura del maestro Pablo Mendieta Paz. Gracias. Me alivia saber que se revele lo que quise decir. Va un fuerte abrazo.
Delete"Sandeces" q sin embargo no se limitan a la cabezota del jumento mayor, estimado Claudio. Apenas ví la elocuente como oportuna caricatura q encabeza este tan soberbio texto, recordé al tiro a un otro asqueroso ejemplo d inútil doctorcito ph.d (por apoyar él tb como excitada groupie, todo este demencial proyecto nuclear cocalero) en fisica nuclear.., un harto educado pero finalmente asno nomás q para colmo (de)forma mentecitas universitarias dictando sublime cátedra en la UMSA.. Un crispín, q por lo q sé, ocupa ya el cargo d director del proyecto d marras. ¡Si es d nuevo la escatología pura!: Cuando hoy, en casi todo el mundo desarrollado (vistos los desastrosos precedentes d chernobyl y fukushima) la tendencia es inteligentemente prescindir progresivamente d estas funestas fuentes d energia, en Bolivia la mierda brota literalmente a raudales desde esas "sesudas" cabecitas.
ReplyDeleteCero d mesura, cero d inteligencia, cero d aprendizaje tras tantos estudios. Sabemos bien q la "inteligencia" humana hace mucho q se puso ella solita en entredicho, pero vamos, q aquí -merced a tanto lameculo académico- superamos todo y hasta fijamos nuevecitos estándares a diario.
Y yo discrepo rotundamente: La energia nuclear no tiene ni inmensos ni limpios beneficios. Demenciales costos sí, demencial consumo d agua sí, demenciales cantidades d desechos con demenciales tiempos d vida radioactiva sí, demenciales riesgos y reales daños pal planeta sí. Bastaría remitirse -para "aprender", como es facultad d seres "inteligentes"- a las tristes evidencias, pero no, como en la especie prima siempre la idiocia, dale con insistir en criminales actos y proyectos.
Francesco Zaratti, notable físico y verdaderamente inteligente científico él, se limita a calificar -sin ansiarlo ni defenderlo- d "aceptable" un proyecto q no implique enriquecimiento d uranio, pero como denunciado ya, los fines d esta cáfila d jumentos con plata y metralleta, son realmente otros. Viendo todo esto, nunca saldremos del desconsuelo, mi estimado amigo.
Abrazos.
Parece ser así, estimado Achille, un rotundo: NUNCA. Claro que esta palabra con veleidades eternas no sería cierta de meternos en este esquizofrénico proyecto. Habría un límite marcado por el fin. Conversaba con mi esposa y le decía que observando el nivel de estos individuos no dudaría que los desechos nucleares serían arrojados en vertederos municipales a cielo abierto. Es algo que no se ve o se toca, la radiación y eso, para las preclaras mentes plurinavionales, bastaría de evidencia que lo que se dice al respecto es pura exageración de gringos maricas. "Nosotros (ya escucho a Hugo Moldiz) somos machos". Perorata del insensato, por no decir del imbécil. Creo que al igual que Suiza, el tiempo al revés, el país de Nunca jamás, esto se quedará en el palabrerío admirado de las huestes alcoholizadas de las 36 naciones, dichosas de contar entre sus amos a los mejores titanes y filósofos que el mundo vio. Felizmente lo sabemos y por eso fustigamos sin paz ni contemplación su pesada bestialidad. Abrazos.
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