Claudio
Ferrufino-Coqueugniot
Horacio Quiroga tiene que haber leído a Conrad. El primer párrafo de su cuento lo sugiere así, o lo confirma.
No quiero aún terminarlo. Por eso me he sentado y aguanto la penuria de escribir a máquina sobre la cama. No puedo dejar de hacerlo. Es demasiada la fascinación que ejercen sobre mí las historias de mar. Héme, en pleno calor de Arlington, soñando con los sargazos que han detenido barcos, que de tanto ser abandonados son ahora fantasmas.
Tiene que haber en mi relato dos cosas: un barco; noche y niebla. Nada se ve ni se oye. Se sabe, sí, que hemos entrado en un mar de sargazos, inmemoriales algas. La luna ha preferido hundirse. Se llama, a eso, noche cerrada. Pues sea, noche cerrada. De pronto, estruendos, fierros resquebrajándose, gimiendo. Y la sombra a la que hemos embestido y que tiene forma de buque. Uno olvidado...
Al hundirse no corro. Pongo el libro en el maletín y recuesto mi cabeza en la almohada para morir tranquilo.
De VIRGINIANOS, Cochabamba. 1991
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Publicado en
Presencia Literaria (Presencia/La Paz), 10/06/1990
Publicado en Opinión (Cochabamba), 03/02/1990
Ya sabes como es este mundo, un barullo incesante, prisas, epítomes, atajos, y nada nunca es suficiente para satisfacer la expectativa de nadie.
ReplyDeleteMe tomo el tiempo y me adentro con gran gusto en tus letras, estimado Claudio. Lo que voy encontrando. Veo que a un ministro boliviano no le resultó funcional a sus intereses una obra tuya. Ambos sabemos que la ignorancia campea en todos los niveles. Por mi parte, mi aprecio creciente, y ya profundo, por tu creación, por tu persona, por tu hombría, y por supuesto todo mi apoyo ante cualquier ataque venidero. Que de ataques gratuitos, a mansalva, traicioneros, ya sé mucho. Luego vuelvo. Este diálogo va para largo.
Un abrazo fuerte.
Gracias, querido Jorge. Lo interesante hubiera sido que el tal ministro aceptara mi desafío a discutir sobre qué es racismo, qué revolución y qué simple robo. Ya conversaremos largo y me contarás lo tuyo. Un placer por el encuentro, el diálogo, la solidaridad. Abrazos.
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