Claudio
Ferrufino-Coqueugniot
Lo que diga García
Linera no importa. El hombre es un idiota, otro de los fatídicos inventos de un
pueblo necesitado. Use “unipolar”, “bipolar”, para describir coyunturas, mueva
sus dedos como mago, ponga los ojillos entre de diva y pensador, nada. Acudo a
mi padre y su contundencia: es un cojudo.
En algo tiene
razón, en la crisis de liderazgo, que parte desde incluso su presencia de
elemento definidor, sabio y sentencioso. Basta seguirlo con cuidado: amalgama
lugares comunes, se presta de un lado y del otro, elucubra desde una crisis de
identidad personal, acompaña el mamotreto con gestos y listo… Tiene a sus pies un
pueblo marica, voluble como cometa de papel en el aire, y colorido, por
supuesto, detalle que no se debe olvidar. Hay que preguntarse al fin si somos
complejos o solo multicolores. Si hay una herencia en el carnaval donde la
sociología y la historia pudieran bucear, o simplemente una orgía perpetua de
seres básicos y malformados, mal informados también.
Salen resultados
del voto. En principio debieran alegrar porque suponen una avería en el tanque
blindado del sistema. Lástima que no se debe leer así. Es sencillo. Ya está, o
se avecina, una crisis económica que acarrea indispensables cambios. Como el
payaso venezolano, Chávez, Morales compró popularidad atacando la fuente misma
de desesperación: el tremendo complejo de inferioridad boliviano, que se
refleja en bravuconadas de cantina, comenzando con el ejército, sin muestra alguna
de coraje o valentía. Aquellos, los de uniforme, corrieron en todos los frentes
donde aullaban conseguirían fulgurantes victorias. Así vamos, como la
institución “fundamental” de la “patria”.
Del otro lado lo
mismo; en la oposición no se renuevan las viejas y corruptas caras. En la
tercera rueda del carromato, gente como Carlos Mesa se basta con un salario
para alegrar un atávico servilismo. No suele haber milagros. Este proceso
tomará décadas, si el tiempo tiene algo de vaticinio en esa geografía informe
con nombre. No se ve, hasta ahora, porque los formadores de pensamiento parte
son del espeso api -delicioso- del no hacer nada ¿para qué?
Beni, que hasta
ayer presentó una poluta pero determinada resolución ante el embate tiránico,
parece haber aflojado. Patzi, creador del monstruo que devora nuestro futuro,
ahora dice estar en otra orilla. Tierra del alcoholatum (Viscarra) donde todo
es posible, menos los imprescindibles triunfos de la creación y el trabajo que
solidifican cualquier cimiento. Vivimos en el aire, y Garfio es el capitán. En
Cochabamba, Canelas retorna sin empacho. Dijo y no dijo; soy y no soy; to be or
not to be; pónganlo en quechua, en aymara, en guaraní, la misma paja.
Esta perorata
insensata de mis columnas, que muchas veces me aconsejo detener, parar,
enterrar, disolver, semeja un tirarse contra la pared en perjuicio propio, sin
posibilidad de redención y menos de porvenir. Oferte soluciones, me piden. Y no
las tengo, ni las tendré mientras me devane los sesos tratando de averiguar qué
hay, si algo, detrás de esta fachada inverosímil de mi pluriraza. Morales y sus
secuaces, los “socialistas” de les temps modernes, lo hicieron mejor.
Penetraron quizá por azar en el meollo del asunto, la falta de solidez del
boliviano ante el universo. Condición de los pueblos supervivientes tal vez,
pero ¿hasta cuándo? Algún día se tendría que superar esta encomiable
resistencia para salir del estado animal. Mientras tanto que salten los
caporales, cumbre del pensamiento nacional, el aporte de Bolivia a la
humanidad, una urbe de muchachos vanidosos que con pretexto de vírgenes
paridoras, alimentan veleidades de puto y de patrón.
Drástico, sí. Por
eso debo retirarme a mis aposentos de invierno y leer sobre el negro general
Dumas, padre de Alejandro escritor, que cambió las hebillas plateadas por el
sable atravesando hueso y opacó en su momento al enano Napoleón.
30/03/15
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Publicado en El Día (Santa Cruz de la Sierra), 31/03/2015
Imagen: James Ensor
La pantomima de las elecciones reflejan a cabalidad que vivimos en medio de una realidad grotesca, ensorniana como sugieres. El atraco del TSE (inhabilitación de Suarez y demás) fue tan alevoso que a los mismos observadores de la insulsa OEA no les quedó otra que pronunciarse al respecto, por lo menos para disimular. Pero disiento en que el valioso pueblo beniano haya aflojado, a pesar de la confusión, el masismo no ha ganado la gobernación, tal como reflejan las actas computadas hasta el momento (un tercio, ver link), y como habrá segunda vuelta, el oficialismo perderá humillantemente, a menos que el TSE haga otra matufia, todo es posible. Saludos.
ReplyDeletehttp://www.oep.org.bo/Resultados/Formularios/wfrmResultadosBen.aspx?Dep=8
Espero que sea así, José. Sería terrible lo contrario. Hay equivocaciones que alegran. Gracias siempre por el feedback, los enlaces, las sugerencias. Saludos.
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