Otra vez el lúgubre Choquehuanca, canciller de la república india (a medias) aparece, ubicuo como es, ora en Madrid ora en Cochabamba, hablando de más y de menos también según la circunstancia. Este hacedor de reyes, siendo Evo I emperador su iniciático monarca, dictó una conferencia en España sobre el "buen vivir". Diríamos, como leo a algún furibundo comentarista, que él sin duda vive bien, viajando, lleno de viáticos, entusiasmando sus bolsillos no sólo con el dinero del país sino con ingresos extras que sabemos de dónde provienen. Aunque dudo que le sirva de algo, porque estos oligarcas de nuevo cuño intentan imitar a los antiguos, blancos además, y el asunto les sale por atrás, como la triste parodia que son.
Choquehuanca habló bobadas propias de un infante. Su medioambientalismo es tan básico que no aporta nada al aura salvadora con que se doran. Se las dio de entomólogo elevando por encima del hombre a hormigas y mariposas. Los tontos españoles que lo apañan gritarían de gusto. Creen tal vez que con ello, con su enfermiza benevolencia y paternalismo lavan el genocidio.
Luego del fracaso de la llamada "cumbre" ambiental de Tiquipaya, donde se llenó la zona y los ríos de basura, y el presidente emitió su consabida sabiduría para dejar impronta en la historia, Morales no cejó en la idea de hacerse premiar por doquiera y doctorarse a pesar de ser enemigo jurado de las universidades. Sueña con reemplazar profesores con verduleras, científicos con transportistas, como hace y entiende la revolución, poniendo la justicia en manos de analfabetos que saben el precio del mote blanco pero carecen de la idoneidad para juzgar y condenar.
El mismo, ya célebre, mentiroso que antes del mundial de Sudáfrica peroró acerca de las similitudes del país de Mandela y Bolivia y su aceptación de viajar allí para arreglos económicos. Mintió. No fue invitado ni recibido. Tuvo que mirar los partidos desde la tribuna popular, sonriente y tomando cerveza como denuncian las fotografías, logrando sin duda acuerdos financieros con fulano y sutano, sus compañeros ocasionales de gradería. Evo Morales nunca explicó qué había conseguido en la "invitación", ni tampoco sus gastos.
Hoy Estados Unidos lo descertifica otra vez en cuanto a la lucha contra las drogas. Sabemos cómo se maneja la política internacional de Washington y su "decencia", pero certificar a Morales hubiese sido como certificar a la "Barbie".
Así vamos, con un exviceministro de tierras denunciando la apropiación de propiedades y reafirmación del latifundio en manos masistas. Algo que él sabía de principio y que calló porque sin duda consiguió sus lotecitos. Pero vale lo que dice, porque lo conoce. Este señor se caracterizó por el estreno de automóviles como calzones. Se habla de transparencia en exceso y no se puede ver a través de ninguno de estos sujetos...
16/9/10
Imagen: Perrito enojado
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