Friday, March 11, 2011

Del idioma español/MIRANDO DE ARRIBA


El Financial Times londinense trae un interesante artículo bajo el encabezado de ¡Viva el español! El tema: el Cuarto Congreso Internacional de la Lengua Española.

Pero, ya que es Cartagena de Indias la sede, nada podría superar -ni la gramática- la presencia de Gabriel García Márquez. Un estruendoso "¡Gabo, Gabo!" lo recibió, reconociendo en él al escritor más famoso, sino el mejor, del idioma español.

He leído a jóvenes -y no tan jóvenes- literatos bolivianos cuyas dramáticas opiniones lo desmerecen. Concuerdo en que la actitud de Gabo tal vez no sea de las más gráciles o las más sutiles; incluso leyendo a su amigo de siempre, Plinio Apuleyo Mendoza, uno puede desencantarse del mago de la centenaria soledad, pero de ahí a querer disminuir su calidad literaria hay un trecho largo que ningún talento nacional ha todavía alcanzado. La crítica es fácil; crear no.

Este congreso decide la aparición de un nuevo diccionario que carezca de la ortodoxia absurda del pasado. La presencia latinoamericana es la mayoritaria del idioma y se debe incluir su léxico en la odisea permanente de esta lengua. Ya mucho tiempo atrás, un visionario Ramón del Valle Inclán conjuncionó en su novela "Tirano Banderas" modismos y peculiaridades del castellano americano, creando una obra que más que crisol del verbo era un idilio con la lengua de Cervantes, matizada y enriquecida por el tiempo y las razas.

El texto continúa con la importancia creciente del español, aún subordinada al asombroso número de personas en el mundo que aprenden inglés. En Brasil se ha determinado la enseñanza del español como segunda lengua, y en la Gran Bretaña ha superado al alemán y amenaza la presencia del francés.

Una deficiencia está en su escasez en el mundo cibernético, comparado con otros idiomas, y también en el campo científico en general. Eso no impide que el profesor Huntington, de Harvard, anuncie el peligro que significa nuestro idioma para la permanencia de la "cultura" norteamericana. Y claro que tiene razón, pero su razonamiento racista y mediocre no impedirá lo inevitable. Los juegos de poder de políticas migratorias y etcéteras son simples catalizadores que quieren retrasar la historia; piedrecillas del campo.

Me apoyo en Arturo Pérez Reverte que en su magnífica novela "La Reina del Sur" menciona de paso la belleza de los arcaismos españoles aún presentes en el idioma de los mexicanos. Es asunto con el que convivo a diario y adoro la posibilidad de ampliar el verbo en la presencia diversa de Latinoamérica en los Estados Unidos. Una unidad idiomática con multifacética singularidad.
21/5/07

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Publicado en Opinión (Cochabamba), mayo 2007

Foto: Ramón del Valle Inclán

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