Monday, March 21, 2011
La ciencia avanza/MIRANDO DE ARRIBA
A pesar de que en el mundo moderno se está dando el fenómeno del retorno a pensamientos y prácticas retrógradas, la ciencia persiste en su avance desmitificador. Mas, en términos cuantitativos, lo trágico de estos descubrimientos científicos es que se asfixian en la marea de la creciente ignorancia. Se diseminan entre una élite inteligente e interesada pero carecen de poder político y recursos necesarios para expandir su verdad.
El hallazgo en el ártico canadiense de fósiles bien preservados de un pez cuyas aletas prefiguran patas, transición a la vida anfibia y luego terrestre, es paso sustancial en la validación de algo ya sabido pero que carecía de pruebas concretas en la evolución de las especies. Los religiosos mantenían esta ausencia material como confirmación de la "mentira" de los cientistas cuyos estudios destruyen la absurda idea de seres creados a imagen y semejanza de una idea abstracta.
Este pez cuyo nombre científico no tengo a mano vivió hace unos 350 millones de años y parece ser el nexo esperado entre los animales terrestres y los marinos. Aunque ya en el pasado -con el Archeopterix- se estableció la relación entre las aves y los dinosaurios, los profetas actuales persisten en negar una verdad que debiera significar el desmoronamiento total y definitivo de los ritos sagrados.
Tengo como premisa desconfiar de cualquiera que hable de Dios. En primer lugar la mayoría de las personas poseen insuficiente capacidad de abstracción para imaginar por sí solas un elemento divino. Son víctimas de la parafernalia y verborrea de falsos profetas, enriquecidos y corruptos unos por el dinero de las donaciones en las iglesias evangélicas, corroídos por la pederastia en la católica.
Por supuesto no es buena noticia para quien vive de la estupidez ajena (las instituciones religiosas) la aparición de un animal preservado en piedra que explique cómo la vida marina se fue haciendo terrestre en algunos casos, y de como esa evolución del pez hacia un animal cuadrúpedo está directamente ligada a la presencia del hombre en la tierra. Si el supuesto Dios de todas las doctrinas hubiese creado algo a su imagen y semejanza hubiese sido una bacteria, que de allí venimos y de allí nos desarrollamos para convertirnos en peces y después mamíferos.
Pienso ello y veo tristemente en domingo el aumento de la recua que se dirige a rezar.
9/4/06
Publicado en Opinión (Cochabamba), abril, 2006
Imagen: Reproducción del Tiktaalik roseae, Devónico tardío
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