Cada mañana, al
despertar, si no tuve el insomnio trabajador que me ha consumido ya 23 años,
enciendo el televisor para saber si por la noche se nos cayó el cielo encima.
Concesión a mis lecturas juveniles de Asterix y a esa ruda, a veces ridícula, e
infinitamente compleja mentalidad gala que temía que se les derrumbase lo de
arriba. Otra fue la razón de su derrota. Y Gergovia quedó como un consuelo
épico de un mundo al que lo moderno había ya condenado. Como condenado está el
mal llamado “socialismo del siglo XXI”, que reúne a animosos y belicosos
mixturados que tuvieron a bien dorarse de igualitarismo para llenarse las
manos.
Esta mañana, al
encender el aparato, no había tornados, solo el tonto de Nicolás Maduro vestido
de minero, en Cochabamba, y con una wiphala de pechera, balbuceando acerca de
economía y otros deslices, aleteando en busca de apoyo internacional a un
proyecto que muerto el bocón que lo inventó, se desgrana como mazorca vieja.
Analistas de derecha, centro e izquierda concuerdan en lo dramático de lo que
ocurre en Venezuela hoy, con una pugna invisible mas despiadada entre dos
mafias que se disputan el pastel de un país riquísimo donde los ciudadanos
hacen fila para poder acceder al menos a papel higiénico para limpiarse el
culo, siendo que las penas no se limpian hasta que los individuos en cuestión
duerman el injusto sueño de los fusilados por traidores.
Otra imagen
televisiva fue la del acuerdo entre gobierno y las FARC en torno al problema
agrario colombiano, algo para tomarse con pinzas por un lado, y urgente
necesidad por el otro. Con pinzas por el andamiaje político, a favor de las
FARC, no de los campesinos, en que basan sus exigencias. Pero un acuerdo que me
dio a pensar lo que sigue.
En algo tienen
razón los siglosveintiuno y los pluris, en que las cosas nunca se hicieron como
debieron. Y que buena parte de la culpa del desastre actual de nuestros países
está en los desmanes cometidos. No es nuevo, basta leer la compilación de Galeano
en Las venas abiertas…, informando, obviando el detalle por la extensión, pero
enumerando las heridas que nos llevaron a donde sabemos. El socialismo XXI y el
plurinacionalismo, fuera de sus falsos contextos, aparecen en la historia primero
para mostrar que unos como otros son lo mismo, y que ratero es ratero y no
apóstol; pero también para desenmascarar la falsía de los regímenes anteriores,
en teoría contrarios u opuestos, y marcar con el hito de su presencia que la
historia luego de ellos no podrá ser de nuevo la misma. Eso es un avance, y a
pesar del latrocinio, de tantas cosas que sobrepasan el conteo de los dedos,
esperemos que el asunto dé un resultado positivo.
Quizá manera
optimista de ver las cosas, para no seguir con la retahíla de acusaciones que
como me dice un cónsul caen en saco roto. El mal necesario. Se hubiera podido
evitar la aparición de estos juglares grotescos. No fue así y hay que
bancárselos como se pueda. Pero que sirva de lección. Nunca se debe soslayar el
poder de los pobres que hacen el número, porque haciéndolo tarde o temprano vendrán
las consecuencias. Bolivia paga su ceguera, su racismo. Lástima que no existan
líderes idóneos que hubiesen tomado la oportunidad para crecer en colectivo.
Con el tiempo…, con educación y progreso, libertad y democracia, elementos
formativos. Para lo que se viene, inevitable, porque los pueblos se cansan
hasta de los hábiles mentirosos.
27/5/13
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Publicado en El Día (Santa Cruz de la Sierra), 28/05/2013
Fotografía: Campesinos pobres de Bolívar, Cochabamba (Los Tiempos, 2007)
Los galos y sus miedos..ja!, encanto primitivo q nada tiene en común con lo primitivo de las hordas "socialistas veintiuneras". Flautistas d Hamelin son los Maduros, Evos, CFK y demas esperpentos. No dejan d sorprender sus mañas para zafarse del abismo y d sus mismos orcos q ni papel d higiene ya tienen. En Bolivia se atisban ya esas mismas carencias por esos generosísimos "Usos y costumbres.." entre cocalero y simio caribeño. "Cuando yo le veseto, Madoro es me chofer. E coando el veseta, yo soy so chofer..", dijo el asno muy complacido, resumiendo un pacto -sodomita- de rateros q se cuidan y cobijan amorosamente entre ellos. Hora d pagar deudas. Hasta entre las ratas ahora fingen, tener acuerdos de "honor". Yo solo espero q "la mazorca veija se desgrane mas pronto q tarde".
ReplyDeleteLo de las FARC es d no creer. Cárcel o tumba, es el único diálogo q se merecen esas inmundas alimañas.
Abrazos, estimado Claudio.
No sabía esa del chofer, Achille. Está buenísima. El tiempo de pagar les está llegando. Venezuela y Argentina reciben cada día andanadas "desestabilizadoras". El cuento se les terminó. Sobreviven todavía, no sé cómo, aunque en Bolivia sí. Lo de las FARC es un juego político de Santos, que resultó ser un orangután muy práctico y poco escrupuloso. Veremos en quee resulta todo ello. Abrazos.
ReplyDeleteel sueno de la razon genera monstruos
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