Aristóbulo,
vicepresidente de Venezuela, rechaza el revocatorio. La izquierda, que es la
peor derecha, convoca a las fuerzas armadas a defender la riqueza de los
rateros. Nicolás (Maduro), parodia del ruso Nicolás I, grita con verbo de
chofer y amenaza. Al menos no dice que sigue hablando con los pajaritos. Se los
habrán comido los gavilanes que lo rodean. Quizá, porque el difunto Chávez que
creyó dejar memoria ni siquiera se menciona en las filas por el pan. Poco duró
esa gloria que quiso equipararse a la de Bolívar. Hugo Chávez ya ni vende como
etiqueta de papel higiénico.
Aristóbulo se
solidariza con Dilma, nombres propios sin apellidos, como suele ser entre la
gente popular. Alguien perspicaz anotó hace mucho, en tiempos de Chávez, que el
comandante era quien más había hecho por derechizar al país. Labor que tomaron
con tesón los que siguieron, y en el resto de América Latina. Ahora se quejan,
chillan: “golpe, golpe” cuando lo que sucede viene como reacción lógica al
asedio permanente de sus desmanes, tantos y tan grandes, que la población
profiere aberrantes nostalgias de los regímenes militares.
Sacrifican a
Aristóbulo para hacer la declaración; por viejo, por segundón, por negro. Dorar
la píldora para quienes en el anonimato ignorante de los que creen en ilusiones
y fantasmas, tal vez puedan ser todavía encandilados. Llamado desesperado hacia
los pobres, a los que se alimentó con migajas y limosneó contraviniendo los
principios de lo que debe ser una revolución. ¿Con quién cuentan? Con el
ejército; y esperan contar con el lumpen. No ha de bastar. Parece que terminó
el tiempo del discurso y comienza el de la sangre. Una sobreviviente de
Auschwitz, hace poco, declaraba que sobrevivió comiendo ratas y carne humana.
Aconsejó a los jóvenes devolver las bofetadas a cinco por una. Retornamos a la
retórica de la violencia, a los carteles montoneros en las calles de Córdoba: 5
X 1. ¿Queda otra? No. Las lecciones no se aprenden. La guillotina sigue
cayendo, las FARC siguen las mismas, los gorilas también. Pero ello no implica
quedarse con las manos cruzadas ni aceptar que la sangre tenga don curativo,
simplemente que esta inercia conduce allí y hay que asirla como se pueda.
Aristóbulo tendrá que caminar con los otros sobre la fría y lisa tabla que
conduce al infierno. Así como sobran rateros en esta vida, sobran verdugos. El
pozo y el péndulo; certeza y no premonición.
Michel Temer, nuevo
presidente de Brasil, mostrará la hilacha. Por ahora hay que lidiar con los jerarcas,
en una movida que enaltece a los jóvenes jueces brasileros y que asegura un
futuro de democracia y de bonanza, con las fallas inevitables del sistema.
Esperemos que Lula da Silva, el gran embaucador, dé con su volumen en la
cárcel. Igual Cristina en el sur argentino, a quien se persigue por enriquecimiento
ilícito, fraude, cohecho, y muy pronto por asesinato. La nueva Evita, vanidosa
y brutal como la original, tendrá tiempo de sobra para escribir el novelón de
sus angustias y falsedades en prisión.
Que un ratero
reemplace a otro en los gobiernos semeja ser el tono. No se ha progresado al
respecto, y este gremio delincuente, con mucho abundante, singularmente en las
izquierdas, tiene para rato. A echar bala, pues, ya que no se entiende la
palabra en el caso venezolano. Brasil y Argentina tienen diferentes opciones.
Roguemos que no se pudran.
Afectará a
Bolivia el caso de Brasil, preguntamos. Seguro. Pero el curaca tiene tratos
sustanciosos con el más allá y con el hampa del más acá. Hace política-fútbol y
a su modo pareciera convencer. No olvidemos que era el más alegre en la
posesión de Macri. Lo ideológico sucumbe al dinero, suponemos. Y la revolución
a la bragueta.
16/05/16
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Publicado en EL DÍA (Santa Cruz de la Sierra), 17/05/2016
Fotografía: Sebastiao Salgado, Serra Pelada, 1986
Parece que Venezuela no tiene otra salida que la via violenta. Tanta es la degeneración del régimen que hará todo lo posible para sabotear el referendo revocatorio, último recurso para sacar a Maduro por las buenas. Declarar el estado de excepción y otras medidas desesperadas solo esta acelerando el proceso del derrumbe. La crónica carestía y la creciente hambruna podrian empujar a la poblacion a situaciones suicidas.
ReplyDeleteAl contrario, Brasil, pese a sus terremotos politicos, tiene todavia contrapesos institucionales que castigan el abuso de poder y los desmanes.Todo indica que Dilma Rousseff no volverá mas y habrá nuevas elecciones a corto plazo, pues Michel Temer tampoco es trigo limpio y no goza de simpatías de la poblacion.
Queda ver como actuará el cacique de Orinoca al verse huérfano de apoyo ideologico, ya que paulatinamente quedará aislado. Saludos.
Sobre todo ahora que José Serra es canciller. Serra lo describió como narco, y durante la crisis del Tipnis denunció la carretera de la cocaína. Hoy, 18 de mayo, es quizá decisivo en Venezuela. La oposición ha desconocido el decreto por el que Maduro practicamente se corona; marcharán hoy. Habrá que ver cómo responde el ejército. Saludos.
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