Leo un texto de Pedro Shimose sobre lo paradójico de Bolivia. Aunque es paradójica Bolivia, en lo que se refiere al texto del poeta, no lo es: es vergüenza.
La injerencia extranjera, fuera de cualquier atisbo patriotero en lo que digo, no tiene motivación que la perdone. Alrededor del Inca pululan diversos nacionalistas, diversas tendencias, que lo único original que tienen es su peculiar manera de robar. En Bolivia, ahora ni nunca, hubo política. País de escarnio y de ignominia. Según nuestras voces somos los mejores en todo: los mejores pilotos, los mejores choferes, los mejores maestros, carpinteros, panaderos, amantes (somos irresistibles). Lo extraño es que nombre alguno de esta grey boli-bolivariana aparezca en listado otro. Ni músicos, ni atletas, ni escritores, ni Evo quien está gracias al neo-colonialismo intelectual que quiere lavar el pecado de las urbes con los pueblos indígenas sobando el lomo de un idiota que la hace perfecto de bufón. ¿Qué es ésto sino una parodia general? Burla de indigenismo, de socialismo, de revolución; viva el carnaval con Momo en la silla de presidente y los adláteres ávidos de señalar a quien se desboca, se sale de las riendas, de los ambiguos dictados del extra de Caracas y el actor secundario de La Paz.
Cuánta de la masa que se moviliza a bloquear el Congreso ¡un presidente electo que encabeza el bloqueo! lo hace de voluntad propia. Sin duda el deseo de mejora es amplio, y los pobres se engañan al creer que ahora tienen una representación. ¡Cuidado! Evo Morales es el elemento más peligroso para las aspiraciones de cambio. Este es un reyezuelo que adora la verticalidad, manejar a las huestes, que obliga a ser suyas, a palo y chicote. Y los cagatintas que le fungen de ministros y quién sabe qué, son los arribistas de siempre, los que nunca pierden. De gente así, como el patrón y los pongos, huyó Che de Cuba, porque no debía un hombre de su talante agacharse ante nadie, menos ante los burócratas rusos mal llamados soviéticos.
Aquí no hay paradojas, amigo Shimose, acá hay una lacra de individuos dispuestos a avasallar el hambre de sus congéneres, a aprovechar una circunstancia única que no se repetirá. Este gobierno es la masacre de la historia, el asesinato de la esperanza. Después de él vendrán sus supuestos rivales, Tuto Quiroga y otra horda de sirvientes. Chávez dará lugar al representante de Estados Unidos de nuevo. ¿Paradoja? ¡Si esto esuna triste vergüenza!
20/10/08
Publicado en Opinión (Cochabamba), octubre 2008
Imagen: Ratones enterrando al gato/Lubki (grabado popular ruso)
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