Tuesday, November 16, 2010
Demócratas y republicanos/MIRANDO DE ARRIBA
¿Cuál es la diferencia entre los dos partidos mayoritarios de los Estados Unidos? A nivel local las retóricas difieren en términos de impuestos, educación, aborto, control de armas, aunque cada vez más, luego de una década ausente de liderazgo para el Partido Demócrata, unos se acercan a otros. No extraña que la otrora supuestamente ultraliberal señora Clinton haya mesurado sus opiniones en asuntos que puedan ofender a la mayoría conservadora y se presente como una candidata idónea, tirando a la derecha, para aquellos republicanos hastiados del constante fracaso y corrupción del gobierno Bush.
Pero en suma, contemplándolos con ojos extranjeros, mucho no difieren entre sí. Todos hablan de patria, de Dios, de orgullo nacional y se arrodillan en conjunto para que cualquier fraile de dudosa honestidad y escaso celibato (en casa o afuera) bendiga la grandiosa y todavía infinita aura sagrada de "América".
El norteamericano es un pueblo extraño, que se espanta ante la posibilidad de que una madre escoja el camino del aborto, mientras -y eso no sobrepasa para ellos ningún límite- se permiten el genocidio de poblaciones ajenas a su territorio, con una superestructura de afirmación y justificación que los libera de pecado y crimen. Estados Unidos tiene la omnipotencia -por derecho divino, según- de eliminar a cualquiera que se interponga en su luminoso camino de portaestandarte de la civilización y la democracia. Rumsfeld, el cantor bautista, dice que los iraquíes viven hoy felices porque al fin han conocido lo que implica la libertad. La muerte es un aditamento circunstancial.
Cuando veo pegados en los automóviles norteamericanos una cinta que reza: "apoya a nuestras tropas", sonrío, porque el gran porcentaje de los norteamericanos cree que aquellos que mueren en Mesopotamia son héroes mitológicos que perecen por la preservación de un sueño: el suyo (Estados Unidos). Yo no apoyo a las tropas, no lo haré ni lo haría; cada muerte de soldado estadounidense allí es bienmerecida dada su condición invasora. Y si dejan esposa joven, hijos pequeños y padres ancianos, en lugar de héroes son imbéciles pronto convertidos en calavera y polvo, mientras que a los ejecutivos de Halliburton, con el vicepresidente Cheney a la cabeza, les faltan dedos para contar el oro.
Por eso cuando me ofrecen cintas semejantes las rechazo, ya que en mi quizá exagerada cabeza pienso que cuantas menos tropas retornen, mejor...
23/10/06
Publicado en Opinión (Cochabamba), octubre 2006
Imagen: T-Shirt alusiva a la campaña de Iraq
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