Friday, November 19, 2010
Embate imperial/MIRANDO DE ARRIBA
Da pena ver la reversión, aun parcial y sin duda temporal, de importantes procesos sociales en América Latina. No la eliminación, porque no es posible, pero si retrasar y dorar la píldora con catalizadores hábiles que el capitalismo ha inventado para sostenerse. La era de sueño, que fue también, lo es todavía, de megalomanía -la causa mayor de su descalabro- parece estar pasando.
Tomó más tiempo del esperado para que la señora Clinton, que es muy inteligente y muy dura, decidiera barajar las cartas de distinta manera en este continente, tierra firme que va perdiendo el nombre ¡cómo si importara! en favor de denominaciones que en mis cuarenta y algo de años jamás oí. Es que los señoritos, y los jesuitas, se han puesto a trabajar, en aras del lucro, en la estética de la "revolución". No en vano, y azuzados por curas del más allá, no de Abya Yala, se quiere reescribir la historia con invenciones estrambóticas para dar a los aymaras lugar de preeminencia en la cronología humana. Farsas de blancos que -como siempre- utilizan al indio para sus pérfidos aquelarres cristianos, o comunistas que es lo mismo.
El golpe asestado en Honduras semeja la antesala de otra triste y larga dominación norteamericana. Hay, sin embargo, esperanzas, ya que existen líderes razonables, y políticos (lo más importante), como Lula, que sin aspavientos militaristas va sellando la impronta de un gran Brasil en el mundo; por ende de una más sólida Sudamérica.
Hillary está de cacería. La flota sur de Norteamérica vigila. Con la venia de Colombia se asesta duros, y algún día ya fulminantes, golpes a la guerrilla. Chávez ha sido tildado de "narco", y sus émulos bolivianos ni qué decir. El Departamento de Estado no gastará su tiempo en una guerra ideológica. Su campaña es contra gobiernos delincuentes, y la sombra del panameño Noriega se agazapa para saltar sobre el líder venezolano en algún momento.
Honduras pudo ser la Abisinia (de Mussolini) para Chávez. Pero mostró no ser cauto sino cobarde. Hasta pide cascos azules de las Naciones Unidas para hacer el trabajo que tanto se vanaglorió en realizar él.
El "sargento" Correa, macho de nuevo cuño como su amo, tiene que temblar. Los movimientos imperiales se desarrollan en sus fronteras. ¿Quién protegerá a los líderes del nuevo orden? Tal vez los jesuitas, con oraciones y ciencias ocultas.
Se perdió por ahora una oportunidad de avanzar. Los juglares autóctonos y vocingleros despertaron al lobo. Tal vez haya que volver a las montañas ¿pero, comandantes? ¿Linera, Choquehuanca, Almaraz, Quintana? Si esto parece un cuento de Harry Potter, con actores locales, aceitunados unos, de mayonesa los otros.
27/7/09
Publicado en Opinión (Cochabamba), julio 2009
Imagen: Chavívar
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