Claudio
Ferrufino-Coqueugniot
Pues estaban
Arce, dicen que inteligente pero creo que solo cabezón, y la Montaño,
Gabrielita, de quien las malas voces hablan tanto en el mal sentido -bueno para
alguno- que ya ni escucho. Podríamos vender textos a lo loco si diéramos rienda
suelta al chisme plurinacional. El primo hermano de Evo Morales, Donald Trump,
tal vez lo supera, cierto, aunque los platos suyos carecen de picante y la
carne tiene color de pollo.
Estos dos seres, los
enviados de Evo, afirmaría que extraterrestres pero aún no se ha comprobado el
gusto de los marcianos por el oro, aparecieron en la OEA con criterios
inverosímiles. Resabios de El señor
presidente de Asturias, pero también de la jocosa, aunque trágica, novela
brasilera de hace mucho, El Bienamado.
Morales no puede elegirse otra vez, está prohibido, pero… Resulta que hoy, en
la Bolivia del faro del fin del mundo, todo es posible y a todo se le halla
justificación. ¿Cuál ésta en el caso concreto de los representantes tratando de
convencer a Almagro y los países de que Evo, bienamado señor presidente, tiene
derecho a una y otras reelecciones? Que es un derecho humano… (Aquí tiene que
haber un espacio para el asombro, y porque boquiabiertos vemos que necesitamos
cepillar los dientes en este sucio planeta).
Derecho humano.
El indiecito que apenas cortó sus abarcas de llantas usadas y cuya trilla no es
muy profunda y son más bien modestas, piensa que si no se lo permiten estarán
realizando un acto racista porque es aymara, y, pobrecito él, solo en el mundo,
castigado por la eternidad, con bolsita de chuño y hojitas sagradas para matar
el hambre, sufrirá, llorará, borracho estaba pero me acuerdo. No, no puede ser
posible, qué se creen estos agentes de la CIA, si el pueblo boliviano, recua
dolorosa según la presentan, alza a gritos su demanda de este para siempre y
ningún otro. ¡Belzu ha muerto! ¿Quién vive ahora? Además, inconcebible que
estos letrados al servicio de los Estados Unidos no entiendan que sobre la
tierra hay algo nuevo, nunca visto (ahora está Trump para competir por el
puesto). Asuntos como lo de la Zapata, las acusaciones de pedofilia, de
paternidad cobarde y etcéteras son difamaciones, y, si ciertas fueran, es como
leíamos en Ricardo Palma acerca del marino Juan de la Cosa: “niño bonito, con
pajarito”.
“La princesa está
triste ¿qué tendrá la princesa?” El presidente, cabizbajo, pensaríamos que sube
a su vieja bicicleta Hércules y pedalea por las soledades del altiplano. Pero,
no, ¿cómo?, para él avión, la Hércules para la indiada, porque el señor Morales
es cacique tan colonialista como los virreyes y tan feroz como Morillo o Boves,
gachupines, durante la independencia. Ser Inca implica estar por encima de los
demás, disfrutar de la mejor chicha (whisky etiqueta azul en su caso), de los
mejores culos (ñustas y ñustos), de strogonoff y filet mignon, que el thimpu lo
coman los daneses, carajo.
Tal vez Morales
está en serio inaugurando otra era donde cualquier cosa es derecho humano.
Reclamar, por ejemplo, sexo con las senadoras masistas (cosa que no haría ni
ebrio) de manera natural. Si el gobierno no lo permite estará atentando contra
mi derecho humano. La cantaleta puede ser larga: es mi derecho humano meter
mano en el dinero fiscal; derecho humano desvestirse en la plaza Murillo y
poner a orear el miembro recién utilizado. Derecho humano enseñar sin título en
la universidad, dar misa, extramaunción y hasta acostarse con el muerto. Ni
hablar de dar o quitar vida sin ton ni son. O solo el presidente es cromagnon y
nosotros neandertales. Cuestiones básicas y vitales para saber si permitimos
espacio a la locura o la contenemos.
Mejor, más fácil,
más sobrio, además de elemental en cuanto a pluralidad y legalidad, decirle que
no, que lo sentimos pero que este preciso derecho humano suyo lo puede
convertir en cucurucho y… embolsillarlo. Esta vez no hay derecho ni izquierdo,
ni humano ni inhumano. Simplemente ¡NO! Carajo, ¿cuánto te cuesta entenderlo?
12/10/17
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Publicado en
INMEDIACIONES, 16/10/2017
Fotografía:
Agencia AP
una profesora de literatura, seguidora de Graham Greene; enseñaba a sus alumnos sobre las elementos principales que el autor usaba en una buena ; religiosidad,
ReplyDeleterealismo, nobleza y suspenso...., pide a sus alumnos que escriban usando tales criterios.
Pepito salta a los segundos y lee en voz alta su composición; " Dios mío, exclamó la princesa...!, estoy embarazada....¡; ¿quién habrá sido ?.
Esos cuatro elementos están en esta novela política nacional...como tú describes tan genialmente.
jajaja, muy bueno, Fernando, me hiciste reír. Y cierto, infaltables elementos para este novelón.
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