Rajoy no es el
asunto. Alguien con quien se puede pulsear. Dentro de todo lo malo del PP, se
enmarca en lo conocido y esperado. Nadie auguraba ilusiones cuando se hicieron
gobierno. Sus medidas “austeras” y demás
estaban en la lógica de su retórica. Lo mismo los socialistas, desde un
a ratos genial Felipe González hasta el pobre Zapatero que terminó como punta
de lanza imperialista en el Oriente Medio.
La alerta de
estas elecciones dominicales radica en la subida de PODEMOS. Quizá en España ni
idea tengan de lo que estos asesores de Nicolás Maduro (Venezuela) son capaces
de traer consigo. Cuídate, diría mi padre en un machista consejo, de los
hombres con cabello en cola. Criados en una sociedad donde hasta los veinte
llevamos corte de conscriptos, vimos con estupor la moda tal, traída como casi
todo por los gringos, y desconfiamos. Pablo Iglesias aparece así, además de
melifluo, con cola. Para peor, a pesar de que tal vez son nimiedades, actúa,
cosa común en la “izquierda”, en un estrado donde ejercita poses que lo hacen
parecer progresista, bueno, “nice”, sensible, “cool”. Intercalo palabras en
inglés gracias a él, ya que viéndolo en una entrevista decía, a raíz de no
recuerdo qué, que existía un “feeling”. Eso bastó, conozco a este gremio como
si lo hubiese parido. Se erizaron los escasos vellos indios de mis brazos y
sabía que estaba ante el fraile que tiene en una mano a Dios y en otra el látigo,
ante el sujeto que acaricia tu espalda buscando el blando lugar por donde
meterte a traición el cuchillo, el que te da baratijas a cambio de oro y para
colmo se tira a tu mujer. “Feeling”… la palabra tiene su peso, pero jamás la
usaría en una entrevista en español a no ser que el sujeto fuese anglosajón y
no encontrara en mi lengua expresión semejante. No, claro que no, Iglesias es
un shakesperiano barato, bueno para engatusar jovencitas e ignorantes que
quieren oír lo que esperan y sueñan con pajas letales como la prédica
populista. Pregunten; les contaremos.
Además de Maduro,
los “pudientes” (miembros de PODEMOS) son amigos de Evo Morales y el resto de
zánganos delincuentes que todavía pululan por América. A ellos asesoran y de
ellos ven con alegría que esto de mentar al pobre, no usar corbata, ser
feminoide, da beneficios. El negocio del siglo fue hasta ahora en la Patria
Grande, la Patria Pobre, llenarse la boca de inditos, pobrecitos, mujercitas.
Lo que no impidió, dado el caso, que se aplicaran bastones eléctricos a las
sillas de rueda de los inválidos que protestaban, ni que se apaleara indígenas
con saña y con fruición, entre muchas otras cosas de oprobio y deslealtad. Si
España quiere suicidarse con los niñitos de buen verbo y “casual dressing”,
allá ella, pero el sollozo que sobrevendrá luego que se lo apañen. La gente
tiene disgusto en aprender, en informarse. Otros, no sé si por estulticia,
buena voluntad o mala fe, creen en un discurso ya caduco y en políticas
fracasadas. Para la mayoría, porque la elite siempre bien parada repetirá que
gracias a la revolución al fin podemos robar, podemos hacernos ricos, podemos
mamar a la caterva de cojudos y pare de enunciar. Déjenlos subir y pronto
tendrán ya no a su incomprensible Borbón sino a Pablito I, emperatriz (porque
hasta en el género engañan, esconden, los desgraciados).
21/12/15
Con razón, hizo buenas migas el Coletas con el afectuoso vice, cuando llegó a La Paz para prodigarse en mutuas lisonjas ("los necesitamos, no nos dejen solos" imploró Linera, falta saber quién fungía de Romeo o Julieta). Lo más seguro es que vino a cobrar sus altos honorarios por sus tremendos servicios de asesoramiento, el nuevo Cristo de Lapaviés que parece que ha encandilado a mucha gente, a la vista de los resultados. Pero no soy tan pesimista al respecto, sin respaldo y sin billetes del chavismo y demas aliados, el podemismo no durará mucho tiempo, a menos que fagocite al PSOE. Pedro Sanchez, no lo hizo tan mal luego de haber heredado un partido tan vapuleado, concluia un analista español. "Spain is different" ya decía algun politico que no recuerdo.Saludos.
ReplyDeleteOremos. Espero que sea así. El detestable profeta español no es otro que uno más de los que conocemos demasiado, un delincuente común disfrazado de ideólogo. Que nos sea efímero. Saludos.
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