Tuesday, December 8, 2015

La bufonada plurinacional/MIRANDO DE ABAJO

Claudio Ferrufino-Coqueugniot

Sieyes, de acuerdo con Voltaire, decía que la tiranía de muchos sería peor que la tiranía de uno, queriendo en su tiempo limitar tanto la monarquía como la democracia. En Bolivia hay un tirano: Morales, y la tiranía de un conglomerado amorfo y vil enmascarado detrás de la denominación de “movimientos sociales”. Uno tiraniza en favor de los otros, y los otros le retribuyen amenazando a quienes discrepen con el amo. Ya va para largo, pero no hay que temer la presunción de semejantes elegidos de eternizarse porque no va a suceder.

La fábula de que el indio por ser indio era bueno, defensor de la naturaleza, ambientalista de cuna y corazón, inocente, etcéteras, sirvió para engatusar a un pueblo cansado de los desmanes anteriores, de izquierda y derecha, y, afuera, a una cohorte europea para la cual es todavía muy difícil digerir un pasado colonial y esclavista. ¿Qué nos trajo? Un bufón de pacotilla que en un medio mísero como el nuestro pareciera actor de la talla de Marlon Brando (obviando por ahora la cáfila de segundos y terceros a cual más pedante y lombrosiano).

Visten al presidente como a maniquí. Estuvo bien por un tiempo el look del indito rico, de trajes de lujo con diseños autóctonos, no sé si arcaicos, pero ya cansa. Da la impresión de que desayuna, descansa, ¿se ducha?, y se levanta con el mismo traje cada día. Es un detalle que sin embargo refleja la escasez de imaginación de este nutrido grupo de arribistas. La imagen hace al individuo, es, quizá, el mensaje, pero este se desdibuja cuando el interfecto viaja en automóviles de lujo, se aloja en hoteles del jet-set, y le encanta codearse con los de arriba. ¿No era que amaba a los de abajo y viceversa? A dudar del amor del pobre, dice la historia, porque es idilio cubierto de traiciones. Explicación sociológica hay, claro, y lógica también: quien no tiene aspira a más a cualquier precio, incluso la entrega del que supuestamente lo representa. Y a dudar del pobre enriquecido…

Decorado así apareció en París, al lado de otro floripondio vanidoso: Correa. Resulta que Obama, presidente del odiado imperio, venía saludando en fila a los presentes. Llegando al lugar del dúo dinámico, el negro se hizo el ciego y pasó el brazo por encima de la cabeza del pequeño andino. Y siguió. Entonces mostraron al infalible Evo con una sonrisita que solo podría entender un boliviano, una que oculta rabia, soberbia, el infaltable pretexto de “si no hice nada”, o “¿Qué hice?”. El niño travieso que no acepta reconvenciones y peor reconoce que hay consecuencias para los actos y palabras. Su no muy varonil actitud fue festejada por un europeo que desconozco y que señala el permanente embelesamiento de los de allá con los bufones de acá. ¿O Evo olvida sus insultos a Estados Unidos? ¿O su supuesta presencia como control aéreo de los cargados aviones entre Chimoré y Maiquetía? Por supuesto que no lo iban a saludar.

Pero no le falta espacio para el llanto. Creo que a llorón solo le ganó el difunto Chávez, que primero con pistolón y luego con crucifijo quiso amedrentar a la muerte mientras hacía de plañidera en las pantallas de tevé. Morales lloró que no lo dejaron en París hablar más de cinco minutos, “que no valía la pena semejante viaje para hablar tan poco”. Es un mandatario, un hombre de estado el que profiere esta verborrea de novelón. Lloró que Obama lo había discriminado; pobrecito, habrá que regalarle un aeroplano.

Trajes, aviones, discursos. Mientras observo a las “hermanas”, de sombrero y pollera, camino de la cárcel porque dejaron rastros de millones robados al Fondo Indígena. Pobrecitas, si siempre han sido discriminadas y jamás tocaron algo de lo ajeno. Para semejante hermano, tales hermanas. Queda en familia.

07/12/15

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Publicado en El Día (Santa Cruz de la Sierra), 08/12/2015

Imagen: Fotografía prestada del blog CRÓNICAS DE MR. HYDE

6 comments:

  1. Y siguen todavía con la cantaleta de la candidez y pureza virginal de los “hermanos y hermanas”, tal como la inefable Achacollo se quiere limpiar las migas del festín del Fondo Indígena alegando que “aprobó proyectos de buena fe” para que “los compañeros criaran chanchos pero se compraron autos”, según confiesa ella misma, luego de cinco años de hacerse a la tonta. La bufonada sigue con este circo mediático de cortar algunas cabezas, prescindibles claro, para apuntalar la reelección del jefazo y mantener los privilegios de todos los acólitos. Qué asco saber que, con tanto saqueo y robo descarado, ahí lo tenemos al “cronista de Cochabamba” como jefe de campaña departamental que seguramente en el cierre de la misma subirá a la tarima a cantarle su blues al amo cocalero. Saludos.

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    1. Una reelección que veo difícil, José. A no ser que haya un fraude mayúsculo, creo que el destino está cantado. Tendrán que buscar otro pretexto: traer a cincuenta mil cocaleros con machetes, tal vez; o sacar a El Chapo de su escondite y dejar que su vaho mítico aterre a los fácilmente espantables compatriotas. Saludos.

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