Monday, August 19, 2013

Henry David Thoreau, a different man/EJERCICIOS DE MEMORIA

Claudio Ferrufino-Coqueugniot

“A man thinking or working is always alone, let him be where he will.”

Thoreau escribió: “El mejor gobierno es el que no gobierna nada". Es la tesis de su individualismo.

Nació en Concord, Estados Unidos, en 1817. Murió tuberculoso el 6 de mayo de 1862. Erudito y solitario fue uno de los hombres más brillantes de su época. Amigo de Emerson, e idolatrado por él, Thoreau compartió la etapa quizá mejor de las letras norteamericanas. Contemporáneo suyo es Nathaniel Hawthorne, por citar alguno.

Cuando Thoreau editó su primer libro fue un fracaso. Tuvo que llevar los ejemplares a su casa. Entonces se jactaba de ser uno de los pocos hombres que contaba, en su biblioteca, con la mayor parte de los libros escritos por él.

Activo antiesclavista, fue importante en el funcionamiento del “tren subterráneo” que pasaba negros fugados del sur a los estados norteños. Si mal no recuerdo, se opuso a la condena a muerte de John Brown y ello lo condujo a la cárcel. Cuentan que Ralph Waldo Emerson lo visitó y, al verlo, le dijo: “¿mi querido amigo, qué hace usted aquí?”, a lo que Thoreau respondió: “¿Waldo, qué hace usted allí fuera?”

En 1967, el correo norteamericano emitió un sello postal con el rostro de Thoreau dibujado. Inmediatamente, agrupaciones cristianas y conservadoras se quejaron al gobierno alegando que aquel dibujo parecía el retrato de un criminal o un anarquista. Imagino a Thoreau riéndose al saberlo. No es casual que los idiotas se lamenten de los grandes.

Un día, Thoreau se retiró de la vida citadina y se marchó al campo. De ese lapso nos queda su hermoso escrito “Walden, o la vida en los bosques”, fruto de dos años de soledad, ascetismo y sabiduría.

“No truer American existed than Thoreau”, termina Emerson.

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Publicado en TEXTOS PARA NADA, Opinión (Cochabamba), 09/10/1987

Imagen: Sello postal norteamericano de Thoreau



2 comments:

  1. Comparto tu visión de Thoreau, querido amigo. Y por cierto que los idiotas viven lamentándose de los grandes, en cada época y lugar.

    Un abrazo afectuoso

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