Tuesday, May 27, 2014

Adeus ao futebol/MIRANDO DE ABAJO


Claudio Ferrufino-Coqueugniot

Maracaná, Pelé, Garrincha, Didí, Santos, Flamengo… nombres que ligan a la hasta ahora inmortal leyenda del fútbol en Brasil. Supuestamente un nuevo mundial no haría más que acrecentarla; parece no ser así.

Las masivas protestas en el país por el insultante dispendio ya no son de favelistas arrinconados en la miseria. Hoy salen todos a la calle: una clase media que creyó en el sueño, otra trabajadora que se esperanzó con la subida al trono de aquellos que decían representarlos. La farsa de la izquierda latinoamericana todavía no llega a su fin pero está tocando fondo. Ni la invención de la careta de Mujica, en Uruguay, que intenta con humildad y tono bonachón recordar que la izquierda ofrece -ofrecía- cosas distintas, vale. No. porque también él se suma al corso del silencio y la complicidad, porque se abraza con tiranos como Maduro y truhanes plurinacionales. Mujica es el as en la manga de la izquierda, ya tan a la derecha que no se discrimina a una de la otra bien. Mientras roban a manos llenas, asaltan hasta la conciencia de la turba, muestran al santón, o santurrón, para desmitificar la imagen de ladrones que se han creado en esta década. Peores que cualquiera.

Miro los precios de las entradas inaugurales y final de la Copa mundial. Al lado, el monto del salario mínimo. La izquierdista Roussef no ha visto nada mejor que elitizar un deporte que fuera popular, el rincón donde el talento podía significar el paso del hambre a la bonanza. El fútbol, como el carnaval, siempre fue “la” revolución en el Brasil. Ahora se lo quieren arrebatar, venderse al primer mundo como vedettes del futuro. Al diablo con los pobres, no queremos pobres en los estadios. Para eso les regalamos pan y suéteres usados, para eso tenemos programas de apoyo y bonos de juventud, de mujer, de maternidad, y etcéteras. El Estado-Dios provee y lo que pide a cambio es sumisión, que lo dejen hacer, porque el padre sabe y siempre tiene razón. ¿O no, Evo Morales?

¿Dónde queda la alegría del pueblo? Garrincha ha muerto en la tragedia de verse abrumado por lo que nunca tuvo y luego le sobraba. Hoy es la alegría de los empresarios, las multinacionales, la mafia, el narcotráfico, los grandes aliados de los partidos de “trabajadores” en el continente. Nada existe más rentable, no hay profesión mejor, que la de llenarse la boca de verbo igualitario. Como leí hace poco de un bloguero argentino: los poetas de derecha viven en barrios residenciales; los de izquierda también. Da la sensación de que el único objetivo de los socialismos actuales está en la burda imitación de lo que aseguran combatir, y en el perfeccionamiento del latrocinio. Del mundial de fútbol saldrán más ricos los petistas, los marxistas trasnochados, los que recitan el inmundo breviario de Marta Harnecker con dólares en los bolsillos.

Ni modo, ya ni al fútbol se puede defender; menos ahora que se lo ofrece en bandeja de plata justo allí donde representaba su esencia popular. Los rateros del Partido de los Trabajadores, y el semidiós narco, Lula, detrás como eminencia gris, han sellado un fenomenal negocio. Le arrebatan al pueblo del Brasil su alma. Luego, o tal vez ya lo han hecho, seguirán con el carnaval. Los amos de la izquierda apostarán hasta lo imposible por quedarse para siempre. Ya se lo olió Bakunin.

Lo que debió ser una fiesta de masas, como lo era, se ha convertido en jolgorio de elites, con los beneméritos de la revolución bendiciendo el desastre. El fútbol no es la razón de ser de estos juegos sino el dinero. Y de dinero nadie sabe mejor que los banqueros y… la izquierda latinoamericana, el impensable socio que resultó más papista que el papa, más fondomonetarista, extractivista, enemigo del medio ambiente y de los obreros que los encorbatados de Wall Street.

Funeral.
26/05/14

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Publicado en El Día (Santa Cruz de la Sierra), 27/04/2014

4 comments:

  1. Verdades como sendos cañonazos de Roberto Carlos. Esto de los mundiales es un pingüe negocio para la FIFA y sus asociados: los derechos de Tv, el marketing relacionado, las ventas de entradas son propiedad exclusiva de la mafia con sede en Zurich. Solo un pequeño porcentaje va a parar al país sede, es decir migajas comparadas con los gastos e inversiones que hizo el gobierno brasileño. La gente tiene mucha razón para sentirse cabreada y estafada: Es increíble el gasto que se ha hecho en la construcción de los estadios, que luego quedarán como elefantes blancos como el caso de Manaos y Brasilia, ciudades sin equipos en la liga brasileña. Además están las constantes denuncias de sobreprecios y otros negociados que han elevado los costos por las nubes, amén de la muerte de una decena de obreros por la mala planificación. Si Brasil no sale campeón, que podría distraer y calmar a la gente de alguna manera, se va a exigir rendición de cuentas a Rousseff y caerán algunas cabezas, seguramente. Si algo han demostrado los brasileños en estas últimas protestas es que no están dispuestos a tragarse el cuento como viene ocurriendo en Bolivia y otros países con regímenes izquierdosos.
    Por otro lado, muy bien apuntado eso de que el espectáculo se ha vuelto elitista, solo para el disfrute de quienes puedan pagarlo. Es increíble cómo cuestan las entradas y la estadía para los viajeros. He visto un reportaje que mostraba que para cualquier sudamericano era mucho más caro acudir a Brasil que al anterior mundial de Sudáfrica, a un océano de distancia. Un saludo.

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    1. Muy claro todo esto que comentas, José. Existe, como quizá en todo deporte, una mafia que es la que se lleva la parte del lobo. Y Brasil nunca ha sido inmune a eso. Pero, al menos, allí había la sensación del peso -todavía- de las masas. No más.
      La rendición de cuentas vendrá de todos modos, peor si asistimos a un nuevo Maracanaza, que es muy posible a no ser que los "pobrecitos" de la izquierda lo hayan arreglado todo para asegurarse estadía y posesión por encima de la corriente. Veremos. Falta que el Apu boliviano, tan afín a los espectáculos, no ofrezca un munidial en Bolivia para el año 3000, fecha en la que seguramente seguirá sentado, así sea como momia, en el palco de palacio. Abrazos.

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  2. alegría de los empresarios, las multinacionales, la mafia, el narcotráfico, los grandes aliados de los partidos de “trabajadores”.." Cuanta verdad resumen tus palabras, Claudio. La norma (vileza) es la misma: bondadosos izquierdistas revolcándose en un dispendio ilimitado, gigantesco, y q es por tanto insulto. Se dice q hasta se "limpian" favelas d los indeseables niños, d esos miserables q no deben verse. Hasta donde el escarnio? Al menos en Brasil mucha gente protesta y hace saber su indignación. Pero aquí, el Apu tiene seducidos a casi todos. Lo más doloroso es la sumisión d los muchos literatos, eruditos y otros notables q debieran dar luces y algo d cordura al resto. Pero hasta ellos validan y celebran la comparsa.
    Mafia, sí, muy bien dicho, solo eso es la FIFA hoy. Alegraría mucho un justo "Maracanazo", y no hablo d golecitos.. Un épico y magnífico sabotaje, pues el privativo fútbol y los indignos -por- mentecatos futbolistas (ignaros y multimillonarios!) d hoy, ciertamente despiertan solo muy oscuras pasiones. Abrazos, estimado Claudio.

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    1. Esperemos ese Maracanazo II entonces, porque tendría serias consecuencias políticas para la mentira "trabajadora". Bolivia... a veces creo que ya ni queda esperanza. El imbécil arriba materializa toda la gran estupidez del país, su mitomanía. Consagra los anhelos de un vasto espectro social: desde el cargador que sueña ser representado -cosa que no existe- hasta Cronembold y la oligarquía camba cuyo único norte es el dinero, aunque haya que entregar a las hijas -princesas de carnaval- a las sevicias del caporal. Es la historia del Chivo, de Trujillo, la del Señor presidente de Asturias, etc, etc. Al menos que quede constancia que siempre nos opusimos al estupro, que todavía quedan hombres que no agachan la cerviz ni dan el culo a estos dos maricones que gobiernan. Abrazos, Achille.

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