El
seminarista mayor, dudoso revolucionario, ha declarado en pocas palabras que
Evo Morales es el Cristo redivivo. Ya fue profeta mundial, salvador de la
humanidad y muchas cosas que le han dado a su rostro un mutismo aun más marcado
que el propio de la raza, o las razas. Todavía no se animaron a nombrarlo Dios
pero por ahí andamos. Cuerpo incorrupto, verbo que escribas deben ir anotando
para no perder sílaba y privar al género humano de la única sabiduría digna de
los últimos cincuenta siglos. Mezcla de Zoroastro, Khalil Gibrán, Paulo Coelho,
Og Mandino, y cada mamotreto de autoayuda que confunde las mentes débiles, el
caudillo se erige como monumento al rompecabezas, elogio del confusianismo –no
de Confucio, de confusión– y males menores y también peores del absurdo,
inercia, negligencia, ignorancia, que nos tocan vivir.
Fidel,
el infalible, cumplió años. Cómo quisiera cumplir siglos, porque a pesar de
haberse vendido como Johannes Faustus, el diablo lo engañó y le sentenció vida
mortal. Debe doler abandonar el lujo en medio de un pueblo desharrapado, la
comilona delante de pueblo hambriento, el coito desmedido y a veces obligado en
la mejor tradición de Leónidas Trujillo y seguido por otros que conocemos. Dios
mío, aullaba su par “ideológico”, el coronel Chávez, déjame un poquito más.
Permitía que el sebo de las velas le chorrease caliente por los dedos. Dios ni
se dignó prestarle pañuelo para tan innoble moquera. Ahora lo tienen
embalsamado, embolsado, pintado, decorado o ya ni sé qué ni cómo. Ni importa.
No legó huella alguna a no ser la del oprobio. La historia lo olvidará.
Un
sonriente Morales muestra un retrato del barbudo Castro, en el tiempo de la
gloria. Dice que venció a EUA y miente, porque ahora los gringos comprarán la
isla, le instalarán moteles de lujo; sus yates depredarán la costa cubana y los
precios tendrán que adecuarse a los del mercado internacional. El menor de los
Castro, el tonto y burocrático Raúl, recibirá tajada, pero el sueño dinástico
se terminó. Luego de cincuenta años, Estados Unidos iza su bandera y se regodea
con la victoria. Al César lo que es del César, y a los Castro millones para
hincharles los carrillos e impedirles hablar. No valió tanta sangre. Pienso en
las memorias de Huber Matos y los deseos cristianos del comandante en desgracia
parece que van a hacerse realidad a la larga, una Cuba democrática. Está por
verse, porque EUA tampoco es angelito con flechas de Cupido. Acá hay un negocio
y lo va a aprovechar.
Apenas
veo a la Fernández de Kirchner en televisión, la cambio. No soporto el
vertedero de hiena que exuda. No es Cleopatra sino la serpiente. Así como la
dictadura argentina hizo quedar como juego de niños a las otras dictaduras, así
la corrupción en ese país tiene niveles impensables para principiantes como los
bolivianos, que con no poco se quedan y sin embargo a pesar de ello no se
comparan. Ese timbre de voz cascada que tiembla en sensible tintinear de mujer
a punto de llorar es un cántico excremental. Cristina muere por ser
aristocrática, como Eva, la Duarte, y, al igual que aquella, desnuda los
orígenes míseros de su oscura heráldica. Simplemente hay cosas que la
presidenta no puede comprar. Que se conforme con zapatos.
El cuarto
personaje de este cuarteto de cuerdas que incluye un andino, un caribeño y una
patagónica, es el sonriente déspota ecuatoriano cuya apuesta por la eternidad
se tambalea. Otro que nos acostumbró a grititos y pataletas, a camisas rotas buscando
el arma homicida en patética recreación de la madre romana de los Gracos. Hasta
ahora, de los cuatro, el único en búsqueda de aura divina es el nuestro; no es
para menos, según él, hoy, Bolivia va a la cabeza de las estadísticas y las
noticias en todo. Que lo digan los pobres atletas nacionales en los últimos
Juegos Panamericanos.
No sé,
no sé, tampoco quiero recurrir a la ciencia empírica de Lombroso, pero no hallo
respuestas…
17/08/15
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Publicado en El Día (Santa Cruz de la Sierra), 18/08/2015
Imagen: Danza de la muerte, 1490
Imagen: Danza de la muerte, 1490
Y finalmente el imperio venció, como era previsible, a pesar de lo que chille Morales con sus bravatas antiimperialistas en todo foro, se irá quedando solo, como un loquito que divierte a la tribuna. Acabo de leer que los yanquis pronto repondrán vuelos comerciales a la isla, el turismo de camiseta hawaiana entrará por oleadas como si fuera el 'opening' de un gran parque de diversiones. Remozarán los burdeles-casinos con capital yanqui, ¿qué otra cosa puede ofrecer el depauperado país de los Castro? Bien dices, hay negocio para ambas partes. Obama fue bastante astuto, sometió a una ideología obsoleta con un puñado de dolares. Habrá que remover los altares de la lucha y los iconos del Che de La Habana a Orinoca, entonces. Saludos.
ReplyDeletePierde cuidado que el Apu se dará cuenta de que la situación de los veintiunistas se va poniendo precaria. Hará concesiones, se abrirá a los gringos, sacrificará algo de su negocio, sabemos cuál, creyendo que con ello mantendrá la ansiada eternidad. Los dados se han arrojado y no los veo buenos para los plurinacionales. Saludos.
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