Y ahora viene mi
problema ¿dónde le dejo el regalo? porque en la rotonda, no, que hay mucho
"shoriso", que diría mi moreno. Aunque igual no venía mal, porque es
una trampa para ratones.
¡Ya he fastidiado la sorpresa! Cagontó, que esta boca mía no puede mantenerse cerrada ni para ésto.
Bueno, pues ya desvelado el secreto, se lo envío por las ondas, que son grandes y muchas y chulas, a veces, sobre todo las que vienen de esa, su dirección. Además, me ahorro el papel de regalo, que la vida está muy achuchada y no estamos para despilfarros.
Oiga, me asalta una pregunta ¿57 años no son demasiados?, ¿no se habrá equivocado el calendario y pasado más de la cuenta con su persona? porque yo suponía unos cuantos menos para usted. Aunque, bien pensado, mejor así, que los años sólo sean un mero paso de tiempo, absurdo y ridículo y que nosotros vayamos a nuestro ritmo.
Ahora, que escribo todo esto, la trampa para ratones me parece cutre y nada recomendable, pero no me la cambian porque está usada. El queso me lo he comido, ya que sólo tenía un pequeño mordisquito y el ratón ya había muerto, además, era del caro (el queso, no el ratón, sino también me lo hubiese comido). Ya le dije que la vida aprieta, a veces, por eso no puedo regalarle un barco de vela, cruzando la bahía. Tampoco un ramillete de violetas, porque llegarían mustias y chuchurrías, ni una afeitadora, que usted lleva bigote y estas máquinas del infierno se pueden volver locas y afeitar todo lo que encuentren a su paso, digo yo.
Bueno, ahora ya sé cuándo nació. Veré lo que puedo ahorrar, de aquí en un año y a ver qué pasa en el próximo cumple. Llévese, también, un abrazo y un beso de la vieja, vieja, vieja máquina de coser, que parezco hoy. Feliz día, caballero.
P.D. Ahora traduzca todo el localismo de esta felicitación. ;)
_____
Paz Martínez en mi cumpleaños, 13/03/2017
¡Ya he fastidiado la sorpresa! Cagontó, que esta boca mía no puede mantenerse cerrada ni para ésto.
Bueno, pues ya desvelado el secreto, se lo envío por las ondas, que son grandes y muchas y chulas, a veces, sobre todo las que vienen de esa, su dirección. Además, me ahorro el papel de regalo, que la vida está muy achuchada y no estamos para despilfarros.
Oiga, me asalta una pregunta ¿57 años no son demasiados?, ¿no se habrá equivocado el calendario y pasado más de la cuenta con su persona? porque yo suponía unos cuantos menos para usted. Aunque, bien pensado, mejor así, que los años sólo sean un mero paso de tiempo, absurdo y ridículo y que nosotros vayamos a nuestro ritmo.
Ahora, que escribo todo esto, la trampa para ratones me parece cutre y nada recomendable, pero no me la cambian porque está usada. El queso me lo he comido, ya que sólo tenía un pequeño mordisquito y el ratón ya había muerto, además, era del caro (el queso, no el ratón, sino también me lo hubiese comido). Ya le dije que la vida aprieta, a veces, por eso no puedo regalarle un barco de vela, cruzando la bahía. Tampoco un ramillete de violetas, porque llegarían mustias y chuchurrías, ni una afeitadora, que usted lleva bigote y estas máquinas del infierno se pueden volver locas y afeitar todo lo que encuentren a su paso, digo yo.
Bueno, ahora ya sé cuándo nació. Veré lo que puedo ahorrar, de aquí en un año y a ver qué pasa en el próximo cumple. Llévese, también, un abrazo y un beso de la vieja, vieja, vieja máquina de coser, que parezco hoy. Feliz día, caballero.
P.D. Ahora traduzca todo el localismo de esta felicitación. ;)
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Paz Martínez en mi cumpleaños, 13/03/2017
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