Tuesday, February 18, 2014

La ínsula Parasitaria/MIRANDO DE ABAJO


Claudio Ferrufino-Coqueugniot

Sancho Panzas, dice mi padre, refiriéndose a los jerarcas de hoy. Eso me dio la idea de retomar al escudero de Cervantes y diseccionar un poco su efímero gobierno en Barataria, o su émula boliviana, Parasitaria.

Parásito, ta, adjetivo, define el diccionario, es aquel organismo vegetal o animal que vive a costa de otro (organismo) de distinta especie, alimentándose de las sustancias que este elabora y perjudicándole, aunque sin llegar a producirle la muerte; se clasifican en endoparásitos y ectoparásitos, según habiten en el interior o el exterior de sus huéspedes. Etcétera…

¿Endo o ecto?, cabe la pregunta para referirse al masismo escatologista y de degüello (de perros y llamas). Los dos y todos. Parásitos acomodados en una bonanza circunstancial, presentándola como producto suyo y disfrutándola a manos llenas. Sobre el epitelio, en el estómago…

Tal vez injusto con Sancho, que no deja de ser juicioso en su ficcional gobierno, pero preciso en la parodia del Quijote acerca de la ignorancia y falta de capacidad de los gobernantes para manejar los destinos de su tierra. Valdría pensar en quiénes, ocultos, son los que han entronizado a nuestros Sanchos, como los duques a él en el libro. ¿Una confabulación-conspiración de cierta izquierda europea? ¿Delirios de algún jesuita catalán con intenciones aviesas e indefinido carácter? El hecho de que Parasitaria ya se ha instaurado, y lo peor, instalado, en posición en apariencia inamovible. Pero cuánto puede durar una invención en un género tan voluble como la novela, cuánto sus personajes. Pocos son los privilegiados que alcanzan universalidad y compran espacio de supuesto eterno.

Barataria se desvaneció como uno de tantos encantamientos cervantinos. En la decadencia, Dulcinea retornó a su condición de Aldonza, dando pautas de que las Aldonzas que rigen muchas naciones hoy verán diluirse -al menos en términos idílicos porque en la realidad concreta ya se forraron de dólares- veleidades y ambiciones.

Volvemos a lo de injusto del juicio paterno, solo aceptando en general lo que el término Sancho Panza refleja y no refiriéndonos al personaje en cuestión que funciona como notable antítesis de su maestro Don Quijote y alcanza su propia talla. Apuntamos a que los que se sientan, si no están viajando con dinero fiscal, en los sillones del Palacio Quemado, han creído en un predestino que se les insinuó real, que parece real, contante y sonante, pero que no pierde su halo de ilusión, a pesar de habitar un país que es una gran Barataria en sí mismo, lleno de mitos y mitómanos, y lugar ideal para ejercitar sobre él elucubraciones y surrealismos ajenos a cualquier otro lugar del orbe con algo de intelecto y sentido común. Será que los pueblos comerciantes, como el nuestro, son incapaces de fundar. Pero ahí aparecen coreanos, judíos y azeris para desmentirnos.

¿Qué produce el masismo aparte de una parafernalia ni siquiera original sino prestada? Nada. Observamos como bolivianos el brochazo de pintura exterior, sin interesarnos y menos inmiscuirnos en detalles que resultan en una obra maestra. Para qué rayos equis si lo que se ve agrada. La lógica del desastre, de la no trascendencia. Quizá sirve para sobrevivir, para no morirse luego de quinientos años de injuria, para seguir caminando como caminan los perros, los gatos, las ratas y los escarabajos, no más.

Parasitaria es una ínsula que a diferencia de la casi idílica y breve Barataria, carga consigo el desastre. Nuestros Sanchos no se subirán de nuevo a la mula y emprenderán el mismo periplo al lado de su mentor y compañero. Estos mutaron, se hicieron duques por ósmosis con el vacío, y al no tener nada que les destrozara los sueños se los creyeron y pelearán como canes hambrientos para defender su mentira.
17/02/14

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Publicado en El Día (Santa Cruz de la Sierra), 18/02/2014

Imagen: Postal de Sancho Panza en su gobierno

2 comments:

  1. Cabal adjetivo para otra (nueva) casta parasitaria en pleno e incesante desarrollo, Claudio. Espeluzna cavilar en los secretos titireteros, en los trueques necesarios para patrocinar a nuestros "predestinados" salvadores, en su -hasta ahora- exitosa trama.. Pero yo sí creo, y muy tristemente, q el masismo si produce y mucho: Legiones d sumisos, legiones d abyectos q conforman finalmente un pais de felices mendigos.. Se ha manipulado artera y eficazmente el imaginario colectivo para aplaudir a un "vaticinado" mesías. Su maquinaria propagandistica es monstruosa, goebbelianamente astuta y ahi vemos cada día un satélite convenciendo al populacho d q ya estamos en la era espacial, ahi tenemos al cocalero prometiendo milagros y hasta al delicado y cariñoso vice cargando bolsas d fideo pa los inundados q, en semejantes desgraciadas condiciones, pues acaban por adorarlos. Allí su obra maestra, pues como todo caudillo o facho socialista han logrado un pais d resignados corderos, tan sumisos como los cubanos, q ya ni balan ni aún cuando se violan a sus mujeres o se mueren d hambre mientras ven a sus redentores comer indecibles manjares. Inefable, doloroso empeoramiento d un pueblo aún sin dignidad ni identidad.
    Saludos cordiales, estimado Claudio.

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    1. Exitosos, tienes razón, Achille, en domar la recua como nadie lo hizo antes. Triste victoria que en lugar de ensalzarlos como líderes los pone ene l rango de viciosos muleros. Todo tiene un precio, y el que van a pagar incluidos estos alegres coreadores del poder, va a ser devastador. Están comprando un efímero paraíso para luego enterrarse en el más profundo infierno. Saludos.

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