Claudio
Ferrufino-Coqueugniot
Henry Miller
escribió Sexus, Plexus, Nexus, fabulosa trilogía (La crucifixión
rosa) en tono autobiográfico. Sacudió, como lo hicieran sus Trópicos, la
literatura contemporánea. Temprano reconocía Anaïs Nin, en sus diarios, la
extraña e inusual vitalidad de los escritos del norteamericano, que de la
palabra se extendía a los genitales y viceversa.
Evo Morales no
produjo novelas, pero en el altar plurinacional se ubica al lado de
Aristóteles, a quien la grey de degolladores de perros desconoce. Su saga,
considerada más imperecedera que la del griego, a la que sicofantes letrados
alaban en orgasmo, proviene de burdo modelaje de gringos y jesuitas, ávidos
unos y otros de inaugurar un nuevo paradigma que a la larga no había sido otra
cosa que cambiarle camiseta al ladrón; simple juego de fútbol con
características complejas.
La crucifixión
rosa no es historia
de amor. Podría considerarse un deicidio por el olvido de lo divino en un mundo
promiscuo y físico. Los cuerpos se desuellan entre sí, las historias se tejen
en carne viva, en lechos revueltos de pesado vaho de sudor y pegajosidad de esperma.
Las sociedades “decentes” chillaron, porque lo que Henry Miller hacía era
revolucionario.
En el lado
opuesto, la obra inconclusa por jamás siquiera haberse esbozado, del presidente
de Bolivia, su paje de oficio y compañero de fórmula, y la tanda de acólitos
que vuelan alrededor, no cabe, ni en la más arriesgada hipótesis, dentro de lo
que podría llamarse cambio, rebelión… Resulta y se convierte en la mejor
muestra de las argucias del sistema para preservarse. El status quo cede
algunos espacios, mínimos, para preparar puestas en escena que sugerirían que
la historia se está tejiendo con otro ovillo, aunque los palillos sean iguales
y la etiqueta también. Pronto, en breve plazo, se desnudó la verdadera oferta
del MAS: todo de lo mismo, y mucho de lo peor.
En ellos, ni el
sexo asoma con las características eróticas e irreverentes de los libros
mencionados. Lo plurinacional pasa por el medieval derecho de pernada del
patrón, asambleístas violadores, ministras sin calzón y el eterno
agradecimiento de las mujeres a quienes el nuevo Chivo (Rafael Leónidas
Trujillo, el original) embaraza con su sola presencia. Para qué otra cosa
sirven las “damas”, susurrarán, mientras por palacio suben y bajan las
culipeladas en parodia de un filme de Pasolini. Se habló, en su momento, de
brigadas paridoras, de “hermanos” aymaras que fueran -por la fuerza- a
convencer, sexo en mano, a “hermanas” guaraníes para que cediesen su tierra al
capital y al narco sin queja, y, supuestamente, con placer. “Hermano, hermana”
son vocablos sospechosos en boca, perdón, en el hocico del lobo. No me fiaría
de ellos. Para hermanos así, prefiero actuar como Caín.
Bolivia se anega;
las aguas se han desbordado. Lo hacen cada año y siempre encuentran al país
discapacitado, sin posibilidad material de reacción. La tecnología hace su
agosto con imágenes aterradoras. Pero más agosto, y septiembre y octubre, con
la omnipresencia de su majestad el Inca, preocupado de su traje impecable, de
las carreras que pasarán por el vestíbulo de su mansión de aquí a 50 años,
cuando ya ni presidente sea sino una roca cuasi santa que acariciarán como a
vientre de Buda. Sueña con ello mientras los otros se ahogan, y los indios
enemigos del Tipnis se ahogan también. Que pronto suceda…
Como a todo
mísero le gusta lo que otrora fuera inalcanzable. De allí que la trilogía ideal
que escribiría, a dos manos con su febril amanuense, reflejo de su pensamiento
y condición, y muy muy lejana de la del viejo Miller, comenzaría con
intrascendentes Sexus y Plexus, preámbulos prosaicos de gente sin vehemencia ni
genio, y se coronaría (confirmando su adicción al dinero y al sistema) con
Lexus… de Toyota… blindados además, de a montón y sin auditor.
03/02/14
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Publicado en El
Día (Santa Cruz de la Sierra), 04/01/2014
Foto: El
Lexus LS 460L blindado de Evo Morales/El Deber
Un -como siempre- imperdible banquete d corajudos tablonazos, cultura y referencias bibliográficas y fílmicas para exponer ésta otra infamia d los "divos predestinados" q nos gobiernan como hicieran unas muy caprichosas por ricachonas mujercitas... Y claro, cuando el lujo no va a costarle nada al vil cocalero q ni sabe d esforzado trabajo, se elige siempre lo más caro. Ahora bien, como es común en toda alimaña, éste redivivo inca vive con bastante miedo. Bien sabe su inmunda conciencia d sus reiterados delitos. A mayor inversión en gorilas, Lexus y etcs.., mayor tb su paranoia. Bien sabemos q éste impostor (y probado cobarde), no es ningún Pachacutec; bien sabemos q da más para una versión inculta de la princesa Sissi d Austria, pues el tb vive pajareando y -literalmente- como en Suiza. Pero hasta en Suiza la real alimaña pasó a mejor vida. D nuevo la anarquía como respuesta..
ReplyDeleteAbrazos, estimado Claudio.
Luigi Lucheni plantó un estilete en el corazón de Isabel de Baviera, Sissi, que fuera de si personalmente era tiránica, representaba una sociedad que había gozado de privilegios por demasiado tiempo. Siempre hay un estilete escondido para los tiranos. No hay blindajes posibles ante la historia. Esta saga del sexus, plexus, lexus, del pequeño dictador va a tener también su fin, malo o bueno será elección suya o de las adredes circunstancias. Ya lo veremos. Divos sin talento y sin voz, tenores incapaces de óperas, simples arribistas acunados en algodón por imperiales de otra índole para satisfacer onanismos o sueños. Si fuesen originales, resultado de sí mismos, podría ser diferente. Pero son títeres acomodados por la época, sin peso específico. Saludos, Achille.
ReplyDeleteDe Miller solo conozco los dos Trópicos que me leí de corrido mas o menos a los veinte años. Escritura fascinante, a todo ritmo, no da tregua, es lo que recuerdo. Es impresionante la capacidad que tiene para hilvanar la alta literatura con temas escabrosos y escatológicos. Sobre el Lexus blindado del cacique, me vienen a la mente sus afirmaciones de que en diez años viviríamos como en Suiza ¿o era de un ministro?...en fin, casi es lo mismo. Habran querido decir que esa Suiza era solo para ellos, mientras el país se anega en su miseria. ¡Cuánta desfachatez. Un saludo.
ReplyDeleteDescaro. Estos creyeron, como muchos otros en América Latina, que el socialismo era un negocio, el comercio más prominente y más sencillo, bien abonado por la sangre y por los muertos de generaciones. Es burla tal que solo Charlot, quien accionaba la "guillotine" en tiempos del Terror, puede encargarse del agravio. Saludos, José.
ReplyDeleteGracias por responder estimado Claudio. Aprovecho la oportunidad para enviarte un articulo que escribí sobre el crimen ecologico que el alcalde masista de Independencia ha perpetrado con unos añejos arboles para levantar unas graderias de futbol. Un abrazo.
Deletehttp://perropuka.blogspot.com/2014/02/la-defensa-de-la-madre-tierra-y-sus.html
Gracias, José. Tu texto sobre el virrey y las damas del folclore ha sido muy leído en mi blog.
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