Tuesday, September 27, 2016

Bienaventurada rodilla/MIRANDO DE ABAJO

Claudio Ferrufino-Coqueugniot

Hay acontecimientos de importancia sobre los que se debiera hablar pero caemos en la trampa de míster Evo Morales y terminamos girando alrededor suyo como satélites infernales. Mencionar siquiera Aleppo, el drama sirio, o la controversial paz colombiana… Pero nos encandilamos, tal vez creyendo que lo que sucede no puede ser cierto, con las tonterías trágicas del mal llamado presidente de Bolivia, el aprendiz de Inca, Idi Amin aymara, Bokassa de Orinoca.

Será que el mundo se transforma con mayor rapidez que antes, o todo es una malhadada repetición con algo de progreso. La humanidad se desgaja con peor impulso que el de la desaparición de los glaciares y ya el fin que se avizora no cabe en el término felicidad.

En los Estados Unidos crece la figura del sosías de Evo Morales: Donald Trump, con discurso insensato lleno de lugares comunes que embelesa a los de abajo pero cuyo trasfondo está en perpetuar los males que aquejan a los desposeídos. Ambos prometen, comparten una retórica racista, hacen referencia a la grandeza de un pasado que quizá nunca fue. Morales, y luego Trump, ya en posición de gobierno hacen (o haría el segundo) de la propina, la limosna, la coima, base de su entender social. No quieren un pueblo ilustrado sino una recua de mulos satisfecha con el pienso que les arrojan. Si eso es revolución, pues…

Pero vamos a lo de la rodilla. En Nueva York, en realidad no importa dónde, el cacique se puso a hablar de ella. En el agitado siglo donde hombres se ahogan por miles en el Mediterráneo tratando de eludir la fatalidad de sus lugares de origen, el emperador aymara se explayó sobre su rodilla, la misma que utilizó de manera cobarde y vil para castigar a un futbolista del equipo contrario por haber “fauleado” al intocable. Cuentan que el individuo es despótico con quienes le sirven café y comida y que no acepta errores. Este, de los que supuestamente odiaba, amos y oligarcas, tomó lo peor y lo aumentó. Si patrón hay en la Bolivia de hoy, está sentado en el sillón presidencial. Y maneja el látigo mejor que capataz.

Qué importan fotografías de niños quemados, desaparecidos, mujeres esclavizadas por el Estado Islámico. Nada de eso se equipara a la lesión de rodilla que tuvo el caudillo, tratamiento, retorno al importantísimo fútbol y cuidados a tomar para que no empeore o se reproduzca el daño. ¡Qué sería del rey de los bolivianos sin fútbol! Y qué de los bolivianos si no existiese la bendita rodilla. El mundo no sería igual, las constelaciones vivirían alborotadas como a punto de ser tragadas por un agujero negro. La tierra, el planeta, no solo Bolivia, caería bajo la sombra de un eclipse total y perpetuo si no estuviera Él. Lo dijo ya su secretario, el multiversado Alvarito; lo anotan y publican en libro la miríada de eunucos que danzan en derredor del Falo.

No es justo, creo yo, que no se tratase el asunto en reunión extraordinaria de la ONU. Dicen incluso los sabios que los marcianos planean secuestrarlo para clonarlo y exportarlo por las galaxias. Marcianita, blanca o negra, espigada, pequeña, bonita será mi amor, reza la letra de una canción tropical que parece escrita para el momento en que el Supremo encare a la gente del ultra espacio y pueda transmitirles su saber. Este controvertido y polifacético Sócrates local arguye que lo sabe todo y ni siquiera alista su traje folklórico de primer astronauta nativo porque no lo necesita. Esa mamada de la Santísima Trinidad desconoce que hay Uno, único e indivisible. Cómo van a inventarse tres figuras habiéndose ya presentado la suya. Evo es el fin de las religiones.

De manera expeditiva hay que reescribir el Sermón de la Montaña porque esa ingenua representación en ningún lado afirma que de Evo Morales será el reino de la tierra y el de los cielos. Ojalá se cuide la rodilla porque empinada cuesta es.
26/09/16

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Publicada en EL DÍA (Santa Cruz de la Sierra), 27/=)/2016


4 comments:

  1. El poder suele superlativizar lo peor de la condición humana.
    Es siempre un enorme gusto leerte, querido amigo.

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    1. Y peor si se hace en nombre de una abstracción como "pueblo". Da lugar a cualquier aberración. Abrazos, Jorge.

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  2. Ja, no deberías dar ideas, estimado Claudio. Quién sabe, a algún cortesano (como aquel perruno ministro, cuyo nombre no recuerdo afortunadamente, que dijo que la rodilla esa le pertenece al “pueblo”) podría ocurrírsele erigir una rodilla gigantesca de hormigón para que compita con las moles de la Virgen orureña o el Cristo cochabambino, no vaya a ser que tengamos una nueva romería de feligreses en busca de insospechados milagros. Y ojalá el Messi plurinacional quede paticojo como el desafortunado Etcheverry, para que las arcas públicas respiren un poco y para que la televisión no siga transmitiendo tanta pachanga futbolera que ofende la vista.

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    1. El señor de las rodillas, a quien irían a peregrinar las núbiles y no núbiles adoradoras del nuevo Chivo. Todo puede ser, hasta variar el eje de la tierra. Es tanta la sabiduría y el poder...

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