11:28 p.m. Grata
sorpresa: Enrique Bunbury canta la vieja Chacarera del triste. Y Ánimas, de
México. En su estilo, que no quita belleza al original.
Cruzo la línea
entre Aurora y Centennial. El frío apenas arriba de la congelación. Pienso,
escuchándolo, en la diversidad y aunque el entorno no tiene nada que ver con el
sujeto, recuerdo Bolivia.
Se hace
medianoche. Bajó un punto el termómetro y el auto rompe charcos de cristal en el
piso. Único ruido. Y el motor.
Bolivia. País
multifacético, colorido, controversial, misterioso, nunca sobrio. ¿A qué se
redujo? A la imagen de un reyezuelo asiático, africano, preocupado por la
permanente que lleva y porque lo bañen en agua de azahar. Al menos Roma tenía
sueños de conquista, aprendía técnicas de guerra de los galos, crecía plantas,
escribía historia. Evo Morales no pasa de triste esperpento lleno de oro; Midas
aborigen sin otra razón de ser que el poder y la riqueza.
Así perdimos todo.
Piezas de nuestro pasado. A nadie, o a muy pocos, en posición de gobierno, le
interesa permanecer como ente histórico, recuperar detalles, destapar lo
escondido, estudiarlo. Trashumar por las mentadas 36 etnias para darnos cuenta
que no alcanzaría la vida, ni muchas, para penetrar en los arcanos de cada una,
en lo visto y en lo innombrable. La práctica, su retórica de poder, sumadas al
verbo insulso e insultante de doctos jumentos que se festejan como
intelectuales los caracterizan. Lo indígena es utilitario, por ahora. Nadie ha
hecho más que ellos, masistas, para destruir la cultura ancestral. Nadie ha
vendido como ellos, transado en favor propio, con lo que queda de una saqueada
herencia autóctona. Venden al mejor postor todo lo que nos liga de atrás hacia
el futuro. Alrededor del oro, hay que repetirlo igual a martillo hasta el
cansancio. El dinero como creador de actividad pero no de trascendencia.
Atacan, muerden, cobras escupidoras sin temor de regalar a sus madres por
migajas.
¿A qué la
relación de esto con la música de Bunbury? El artista navega en un mundo que le
es desconocido en su mayoría, unido a él por un vértice, fuerte pero no
demasiado extenso: el de España. Gratis porque dudo que ganara mucho rescatando
músicas viejas de un continente perdido. Quizá porque algo de él se perdió
también allá, en la pampa argentina que no tiene fin, en los manglares del
Caribe o en el aire férreo mexicano, de sol de muerte. Es Pedro Páramo en
blanco y negro, en un espacio en que el silencio es más sonoro que el ruido.
Buscar, así de infructuoso sea, buscar siempre con un hálito de alma del que
carecen los comerciantes del Palacio Quemado.
Hay poética en
una vendedora de tomates del mercado. Solo asco en el burdel plurinacional que
resalta entre la desesperanza ignominia e ignorancia.
Recorro con los
dedos un aksu de Salinas de Garci Mendoza. Flores entre figuras romboides y los
que deben ser flujos de agua, a un lado de extensa pampa de marrón oscuro. En
ese mínimo encuadre está guardado el universo andino: las inflorescencias de la
quinua, un pato y un aguilucho solitario. Eso es viajar a la esencia de lo que
somos. Pero, dice Evo Morales, mientras se le llena la boca de indios (sin
despeinarse) para embaucar a la gringada, la que lo subió al trono en su real
intento colonialista cubierto de “corrección política”, que vamos en triunfo
hacia la identidad y territorio. Quien menos comprende lo que significa el
indio, lo que fue y devino luego de Castilla, el futuro que aguarda e intentar
salvar lo poco que quedó, es Evo Morales, sirviente mayor del capital, empresario
desmedido, injusto, esclavizador. Fabulador. Sátrapa. Pongo millonario de Wall
Street.
11/12/17
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Publicado en EL
DÍA (Santa Cruz de la Sierra), 12/12/2017
Fotografía: Getty Images
Fotografía: Getty Images
Multifacético artista el tal Bunbury, canción que toca le pone su estilo personal, gran voz, desgarrada y plena de evocaciones.
ReplyDeleteCompartimos afición, no sabia de sus coqueteos con la chacarera, busco ya mismo, gracias por el dato. Saludos.
Muy bueno. No solo chacarera, salsa, ranchera. Su disco CANTINAS es una exploración muy singular de América.
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