Sunday, July 15, 2012

DIARIO SECRETO DE CLAUDIO FERRUFINO


Por: Rosario Quiroga de Urquieta

Novela cruel y oscura dijo el jurado de “Diario secreto”, premio de novela Alfaguara 2011 del escritor Claudio Ferrufino, quizá cruel, por las acciones de crueldad que emprende el personaje.
¿Será una revancha frente a la crueldad del mundo?; oscura, porque explora las zonas oscuras del ser humano. Nosotros  decimos que, además,  es  compleja y profunda. Es la visión de un mundo en crisis y sin sentido.
Se dice que toda obra alumbra un mundo, una vida con sus  problemas existenciales. “Diario Secreto”, devela el mundo y la vida de un sicópata. Un hombre  en el  que  habitan, coexisten dos fuerzas: el bien y el mal.
Es sabido que (herencia adánica) en el hombre conviven  el ángel y el demonio en lucha constante. El protagonista es consciente de esa realidad y de la confrontación íntima que sostienen  ambas fuerzas en determinadas circunstancias: “Uno de mis yo desea que saliese bien, contento... Pero mi otro, que muriera el pelotudo, por huevón y por judío” (Pag.19).  Sin embargo para él, esta lucha, “no es asunto de discrepancia entre lo malo y lo bueno, son distancias, matices, de las cosas que se deben hacer” (Pag.26)
Para el protagonista: “el placer, el llanto, el ruido seco de golpes caminan ajenos al intelecto. Habitan un rincón donde el cuerpo y la mente sienten la paz  de una llovizna de otoño sobre la mies; paz en la violencia, así de paradójico” (Pag.26)
Este evidente desdoblamiento de su personalidad, esa incisión en su conciencia deriva en un conflicto de identidad dentro del complejo dinamismo que constituye la personalidad. Por tanto, no hay una identidad tras la apariencia, el personaje posee una configuración que se construye constantemente a partir de interrelaciones entre los diversos fenómenos, situaciones y apariencias: “¿Si estoy amargado? No, mira, fui un niño feliz. Y nadie me advirtió que fuese extraño. Miento, una vez que había ahorcado con hilo cincuenta sapos en miniatura, vivos, en los rosales de la casa grande, mi padre explotó. Eres un sicópata, dijo…” (Pag.31)
El personaje  es una contrafigura del hombre visible. Conocemos sus valores y anti valores a la luz de una permanencia, de un sentido de vida,  en la  presencia constante del mal como acechanza, como oposición y dialéctica en una atmósfera cargada de  sobre significados, de supra realidades.
La madre: matriz y útero, que lo han concebido, alimentado y parido, confirma que: “desde que nació en premonitoria media noche, su carácter tuvo esa ambigüedad del que vive con los pies en unas horas, un tiempo, y al revés” (Pag.73)
Así la obra explora, con valentía e inteligencia la naturaleza humana en esa dualidad.
AMOR, SEXO, PLACER, DOLOR, VIOLENCIA  
Sin duda alguna, el amor, el sexo, la violencia, el dolor son experiencias  que ennoblecen o degradan según  el caldo donde  hiervan.
En el desequilibrio actual de la psique la crisis del amor es  una evidencia cotidiana. La pandemia moderna del sexo ha venido a dar un golpe mortal al pudor y a los manuales que dicen enseñar “el arte y la ciencia de amar”; por el contrario, pensamos que orienta y estimula el ejercicio  del acto coital en las más variadas  como asombrosas aberraciones donde la morbosidad y la seducción, en una esclavitud  sexual, se convierten en una obsesión patológica que induce a mayores abyecciones, esto así, en la medida que afecta la parte digna y humana de la persona. 
¿Qué lugar ha reservado nuestra sociedad a  la sexualidad? Sin temor a equivocarnos, uno vergonzoso, a un estado de animalidad inferior que causa y provoca actos siniestros. Sobre todo hoy, los sexólogos y erotólogos se explayan en explorar casos de sublimaciones, perversiones, ideales y morbos patológicos. El aparato sexual, hoy, es algo  pobre, nervioso, falsificado, degradado, idiota.  
Nuestro personaje, hijo legítimo del  siglo XXI es víctima del  sexo, de “su sexo”, tiene en él un arma más que alienta y nutre la búsqueda del placer con violencia cuando su mente navega por los pantanos del puro instinto.
Consecuentes con  lo que habíamos afirmado  sobre  la personalidad dual del protagonista, anotamos que en su experiencia sentimental con Olinda, se da el sentimiento de  un amor libre de maquinaciones perversas: “con el sexo afiebrado que se calmó cuando penetré su delicada cueva de rocío…”
(Pag.12) o, “Olinda, qué decir de ella. Apareció en el intervalo de paz, la paz mongólica, la paz agusta, el estrecho que  hay entre  la juventud y la primera madurez” (Pag.161).
 Por las  especulaciones del protagonista, confirmamos que para él, el placer que le causa la violencia, la crueldad, el dolor no son sino las formas o maneras de estar  en el mundo, confirmar él mismo la deshumanización del hombre y sus relaciones con los otros en una sociedad de consumo que ve al ser humano como “cosa”, sólo capaz de consumir, y al mundo como un medio de cosas y entre ellas, el hombre.
Por tanto se siente  víctima, que vive entre  morir o matar, “los dos extremos del péndulo”, “ No deseo más esta puta vida. Esta noche saldré a matar. Tengo un machete afilado y una bolsa donde pondré al menos tres cabezas” (Pag.175).  El es consciente de su ¿desequilibrio o  equilibrio mental? Quiere ser internado en un centro psiquiátrico,  hace tratamientos psicológicos, sin embargo su microcosmos hace una lectura  externa con argumentos  que justificaban sus  reacciones. Las disquisiciones  por las que  transcurre su cotidiano vivir nos lleva al cuestionamiento: “¿Hasta dónde la locura es irracional o lo racional es locura?


LA INFANCIA, UN PARAISO PERDIDO  O PROLONGACIÓN?
Desde niño tuvo  inclinaciones  a la maldad, al dolor  y a la muerte planificada. De niño  martirizaba a animales: sapos, perros, hormigas. Estas experiencias, dice él: “Despierta en mi sensaciones que he cargado de lejos, de las míticas odiseas de la infancia.” (Pag.31)


SOBRE LA OBRA Y SU ESTRUCTURA
De principio a fin  la obra  sostiene una carga pujante y sobrecogedora. De acento personal y de las  características intransferibles de un temple íntimo.  Es evidente la preocupación formal que se percibe en el acierto para renovar los modos tradicionales y de superar las estructuras naturalistas o  post naturalistas.
La novela es de episodios fragmentados con constantes mutaciones de tiempo y espacio  narrados por varias voces (polifónica).
El argumento se perfila a través de una serie de  momentos no lineales que tienden a dar una visión de conjunto. La significación no surge en el desarrollo de un tema con  principio, nudo y fin, ni nos expone la situación de un conflicto. Por el contrario, la significación surge del conjunto de momentos, fases y partes que  dan lugar al todo en la novela. Ello no quiere decir que haya una total ausencia de argumento o tema en sentido tradicional. Hay efectivamente uno, pero no es nunca el aspecto fundamental de la obra. Es un simple motivo o hilo que mantiene la atención del lector.
El lenguaje está subordinado a un sentido más amplio que pretende expresar el medio en toda su  integridad y en toda su complejidad.
“Diario secreto” es una obra de arte por su estructura, es innovadora por su lenguaje y  vigente por su audacia temática.

Publicado en Fondo Negro (La Prensa/La Paz), 15/07/2012
Imagen: Pieter Brueghel el Viejo, circa 1560

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