Tuesday, April 2, 2013

Cuidado con los camaradas/MIRANDO DE ABAJO


Claudio Ferrufino-Coqueugniot

Como cada sábado, abro el Financial Times en su sección de Vida y Artes y leo el “almuerzo” de la semana; esta vez el periodista Tom Burgis se sienta a conversar con la mujer más rica del África, Isabel dos Santos, 39 años y dos mil millones de dólares de fortuna.

Gente rica hay por doquier y las historias de su éxito a veces suelen ser interesantes. El caso de dos Santos es especial, porque si bien se educó en Inglaterra, con título universitario y evidente capacidad comercial, el detalle está en su padre, José Eduardo dos Santos, quien, en Angola, sucediera en la presidencia al muerto poeta y revolucionario Agostinho Neto. Ese el origen de su fortuna, la facilidad con que en este sufrido país africano, con decenas de miles de muertos y una guerra civil de vínculos internacionales (Cuba, Sudáfrica), riqueza petrolera y diamantes, se desvían los fondos públicos hacia bolsillos individuales, hacia miembros de lo que Burgis menciona como el Futungo, la élite cercana a la presidencia que ha lucrado por treinta años del sufrimiento general.

Isabel dos Santos vive en Luanda, pero le encanta Londres, donde creció con su madre rusa, a quien según rumores la KGB presentó en Bakú al líder angoleño, destinado a ser presidente y salvaguardar la llama inextinguible de la revolución social. Para “los indignados, pobres angolanos, ella epitomiza un sistema que concentra poder y riqueza en manos de pocos. La llaman “la princesa”, y no con afecto”. Parece calcado de otras “revoluciones”; en Barinas, Venezuela, donde los Chávez son latifundistas y amos, el pueblo se refiere a ellos como la “familia real”. Un status quo que se persigue con fervor en Corea del Norte, a niveles insólitos de cuasi divinidad allí, monarquías hereditarias desde la isla caribeña, pasando por Ecuador, Argentina, Nicaragua, Bolivia, donde el latrocinio guarda connotaciones mesiánicas, Irán, Siria, la Libia del violentado Kadafi, la multimillonaria China con sus comunistas en porsches de cien mil dólares, Belarus, la Angola de dos Santos que parió una heredera de peso y que además tiene otro dos Santos, afilándose para su turno de poder. “Fuego/fuego en las pieles/fuego en las recalentadas llanuras del Cayatte”, escribía Agostinho Neto. “Oh voces dolorosas del África”.

Hace más de 20 años compré un precioso disco en el Tower Records cercano al George Washington Hospital. Había nacido mi hija en la capital y en festejo me llevé música del mundo para crearle un ambiente: Toto la momposina, canciones del sandinismo y “Havana”, compilación de música cubana donde conocí a la gran Celina González, entre otros. Una de las canciones, bellísima, hablaba de Angola, de la solidaridad con ella del pueblo de Cuba. “De Cabinda hasta Cunene un solo pueblo, una sola nación”, lo recuerdo. “El camarada Neto lo decía, y el camarada dos Santos lo ratifica: um só povo, uma só nação”. Demasiada sangre corrió como agua, por debajo de los puentes y por encima. Demonicé a Jonás Savimbi, el monstruo de UNITA que combatía al gobierno socialista. Las historias de horror, tan frecuentes en África, excedían cualquier imaginación enferma. Ese era un pueblo mártir. Y me alegré cuando terminó.

Angola es de los privilegiados del continente. Diamantes y petróleo, que abundan, debieran bastar para fundar una sociedad igualitaria. La retórica está puesta desde hace mucho, pero la práctica, como en el resto del llamado socialismo es la de capitalismo desenfrenado, salvaje, robo, ilegitimidad, apropiación indebida, discriminación, miseria, limosna, toda la parafernalia para conservar eternamente a los guardianes de la fe, porque sin ellos no existe el mundo. Así desean que lo creamos.

Como para señalar que apenas escucho la palabra “camarada” salgo corriendo. O recordar el antiguo corrido mexicano que aconsejaba entonces que “si a tu ventana llega Inés Salazar, cierra las puertas que va a robar” (José Inés Salazar se decía revolucionario).
01/04/13

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Publicado en EL DÍA (Santa Cruz de la Sierra), 02/04/2013

Imagen: Caricatura de José Guadalupe Posada 

4 comments:

  1. "Guardianes d la fe"... Muchísimo d interesante psicología del comportamiento encierra esa frase, Claudio. Nuestro más lábil "yo interno" busca invariablemente, algo o alguien a que aferrarse. Háblese d dependencia alimentaria, afectiva, material o económica. El inconsciente nos busca frenéticamente, desde lactantes primero y con diversos matices, primero un modelo y amparo (madre=teta=alimento=felicidad). Más tarde, ya con relativa madurez física y mental, aún queda un resquicio d esa dependencia primigenia, y q se expresa muy "primitivamente" en la mayoría. Nunca en realidad perdemos del todo nuestros cordones umbilicales. Y el afectivo, es el más "vil" de todos. Naturalmente, los menos favorecidos intelectual y "espiritualmente", encuentran reflejados -inconscientemente- esos grandes vacíos mentales y morales respectivamente, en "carismáticos y exitosos" charlatanes. El resultado: masas infinitas de vacuos borregos adorando, adulando, idolatrando, homenajeando y hasta embalsamando verdaderos esperpentos morales, a chuecas alimañas con "socialista" e igualitaria retórica, siempre invariable cualquiera sea la época. Nunca existirá una sociedad igualitaria, es una mera e imposible utopía. La naturaleza, absoluta en su sabiduría, indica lo que ha sido y lo q va a ser siempre: salvaje y secular batalla d lucha y sobrevivencia. Darwinismo y cruda ley del más fuerte. Y lamentablemente hoy, como casi siempre, la chusma bestial de 'camaradas y compañeros' asnales es fuerte mayoría. Sabotear con fruición esa abominable mayoría, es misión q a los menos nos queda. Una hermosa radiografía de tomográfica profundidad, tu artículo, estimado Claudio. Disculpas mil, por la extensa parrafada. Saludos y abrazos.

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  2. Bien diseccionado, Achille, con precisión de bisturí. Y nada va a cambiar, tienes razón. Es inherente al ser humano. Al menos aquí, en una sociedad monstruosamente grande, con terribles errores y notables valores uno puede refugiarse en el anonimato, en vivir más o menos bien. No es que no haya luchas o reivindicaciones. Las hay, pero en planos menos drásticos que los nuestros, al menos en apariencia, donde la democracia más que nominalmente existe y sea quien sea tengo voz y voto. No es, como se pretende hacer creer, una ilusión. A pesar del poder del dinero y etcéteras el ciudadano vale. Los mandarines sin duda actúan desde las sombras, porque cuando se desenmascaran, caen. Hipócrita tal vez, ingenuo, pero mucho más tranquilo, con el derecho que me asiste de ir a una oficina y denunciar sin esperar represalias.

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  3. Saboteadores nobles del mundo e inframundo, uníos para 'desenmasacrar' zopilotes, socialistas y asnales mandarines!!..jaj!
    Abrazos, Claudio.

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  4. Clarísimo, estimado Claudio.

    Buen artículo.

    Un abrazo

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