Tuesday, November 25, 2014

Americanos postergados/MIRANDO DE ABAJO


Claudio Ferrufino-Coqueugniot

El domingo por la  mañana, muy temprano, detuve el auto y paré en un McDonalds a comer. Para muchos, eso es un estigma, pero en medio del frío, de la ventisca helada del amanecer, bien caen un café y un panecillo con chorizo y huevo, provengan de donde provengan. Hacerlo, o aguantarse el clima y seguir a riesgo de tus riñones. Pues bien, atendía en caja un muchacho latino, bilingüe, de menos de veinte años, algo distraído. Apenas me cobró, y antes de que el cliente detrás se acercara al mostrador, levantó un Cubo de Rubik desarmado y en menos de un minuto, el tiempo en que puse el cambio en el bolsillo y el otro miraba el menú arriba, lo completó con movidas rapidísimas. Mientras aguardé el emparedado, el joven lo desordenó y lo volvió a acomodar al menos tres veces. Pensé que yo había tratado el maldito cubo alguna vez, y luego de treinta minutos lo arrojé a un lado con el desdén de los incapaces. ¿Inteligencia o simple mecánica? Ambas. Algún talento extraño hay que tener para adquirir tal práctica.

Luego, el mismo día, a las ocho de la noche, un trabajador del periódico, nacido en Honduras, vino a arreglarme tres computadores. Me había dicho en el trabajo que sabía de ellas, que confiara. Ante la posibilidad de llevarlas a un shop gringo, donde me sacarían el ojo de la cara por hacerlo, decidí arriesgarme. Vino, se sentó parsimonioso en el dormitorio, y escuchó mi explicación sobre lo que andaba fallando. Sacó su laptop, pidió el código de wi-fi y, diciendo que no tenía práctica con Macs, comenzó a rastrear en la Red para aprendérselas de inmediato. Uno de mis ordenadores, una Performa de casi veinte años, tiene cientos de escritos míos y un par de novelas en construcción a los que ya no tengo acceso y deseo recuperar. Agarró el armatoste y no sin bastante esfuerzo lo destapó. Yo miraba aterrado mínimos tornillos, piezas sueltas, el panel electrónico, apilarse al lado. Como con el Cubo de Rubik, para mí eso implicaría el fin del mundo. Reclamaría a favor mío que yo escribo, que no tengo por qué tener habilidades técnicas. Pamplinas. Me gustaría poder.

El hondureño se manejó entre el revoltijo con soltura y terminó, luego de dos horas, entregándome las máquinas en funcionamiento. Ahora me toca bucear entre la maraña de verbos para ver si un poco de lo que está escrito vale algo. A lo que voy es que estos muchachos representan aquello que los Estados Unidos de América no quiere ver, en medio de una política ciega y por qué no racista. Prefieren importar pakistaníes, hindúes, japoneses y chinos para llenar el inmenso vacío de mano de obra capacitada en el área. No miran que estos jóvenes, nacidos o crecidos aquí, son “americanos”, que sus países no son ni México ni Honduras sino USA. El ejército norteamericano está plagado de ellos, y no de ahora. Quien puede morir por un país, supongo que tiene el derecho de vivir igualitariamente en él.

Se condena a una juventud potencialmente millonaria a trabajitos mal pagos. Cierto que el asunto inmigratorio, latino, es serio y complejo, pero no comprendo la inversión en gente extranjera que a la larga se irá, llevándose dinero y tecnología, como pasa con los chinos, postergando, por otro lado, a coterráneos suyos a los que se niega el derecho a existir como todos. Bill Gates y Mark Zuckerberg lo saben, y por eso alegan por una reforma inmigratoria. Silicon Valley está llena de latinos en puestos sin importancia: mano de obra imprescindible y barata pero con el tremendo veto de la legalidad que les impide crecer y al país beneficiarse de su capacidad.

Cuesta al sector republicano entender que dichas personas consideran esta su tierra, que no tienen, ni quieren tener, otra. Son segunda o tercera generación, enfrascada más en la revolución tecnológica que en los chicharrones de la nostalgia. ¿Hasta cuándo? Obama ha hecho algo, mediano, pero quizá sirva para calentar la discusión en términos reales, no frívolos ni ilusorios.
24/11/14

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Publicado en El Día (Santa Cruz de la Sierra), 25/11/2014

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