Wednesday, January 8, 2020

El narco contra Bolivia/MIRANDO DE ABAJO


Claudio Ferrufino-Coqueugniot

¿Están ciegos? ¿Qué pasa con intelectuales, pensadores y etcéteras respecto a Bolivia? ¿Por qué descalificar un alzamiento popular pacífico de millones? ¿Por qué ponerse de lado de los pocos miles, pagados, o afectados en sus negocios ilegales, que salieron a defender a Morales con muerte y amedrentamiento?

Adrede afirman que fue un golpe militar. Sé bien lo que es un golpe militar, veinte años de mi vida los pasé en ellos. Sé lo que es ver soldados patrullando por las calles, oír de muertes y tortura. ¿Dónde se ve eso ahora, dónde? Los muertos de Senkata no podían correr otra suerte. Si en los Estados Unidos un grupo se lanza a querer dinamitar instalaciones de ese tipo, es eliminado de inmediato. ¿Querían que se los recibiera con flores? Pena no me dio ver a un delincuente común, masista, no recuerdo en qué lugar, sosteniendo con una mano la otra destrozada por la dinamita que quiso hacer explotar contra los otros. ¿Por qué tendría que tenerle pena? Pena que no murió. No soy el pérfido papa Francisco para hacerme el dulce. Semejante demonio.

Berrean porque la derecha española quiere aprovechar el momento para descalificar a los cagaleches de PODEMOS, esos fascistillos de mala entraña y mucho peligro. Yo no solo los descalificaría. Esa laya ha causado ya mucho daño en la América Latina. Es tiempo que se los pare. El tal Iglesias, perro negro de las muy negras izquierdas, sueña con una España abierta al narcotráfico de manera oficial, anhela un narcoestado en el que su fortuna personal crecerá al lado de la de Diosdado Cabello y Vladimir Putin. Sin embargo creen los asnos que es el adalid de los pobres, la luz inteligente que destruirá las sombras. Ateos de religiosidad bien metida en el culo, añorantes de mesías y rateros. Si la derecha de allí los destruye, pues a festejar, porque son peores que cualquier derecha.

Contra Bolivia hay una campaña internacional de desprestigio. El cerdo cebado que vive ahora en Argentina, manipula los mecanismos que sus amos de los cárteles han soltado para recuperar su negocio. Si le han puesto plazos no sabemos, y si lo matan no importa. Ni a él ni a Suleimani los lloraremos nunca. Y muerte entre narcos suena siempre como noticia buena. No intento ni me interesa ser políticamente correcto. A este accionar violento, múltiple, pagado, hay que responderle con la mayor fortaleza posible y sin remordimiento. O se vive o se muere, y ante esa balanza, mejor que se incline al otro lado. Simple.

Va a ser muy difícil extirpar los resabios del masismo en el país. Hay personajes que se mimetizaron por el momento, diputadillos y otros que vieron esfumarse posibilidades de lucrar cuando la rata escapó. No somos país que caiga en una noche de cuchillos largos como la que implementó Hitler contra las SA. No sería correcto, pero a las cabezas que se muestren en el ataque hay que guillotinarlas. Esta hidra fomentada por el narco no da cuartel, libra guerra a muerte, y a muerte hay que responder. Se lanza hacia el gobierno transitorio porque no puede esperar: hay camiones y aviones prestos a ser llenados de droga para reactivar el negocio. Hay Andrónicos, hijos de violadores y asesinos, que esperan su turno. Ojalá que alguien esté anotando los nombres y los desmanes. Todo tiempo llega y se tiene que estar preparado. No es una lucha política, es el crimen oponiéndose a la ciudadanía, al derecho de un pueblo. Hablan tanto de derecha los parlanchines que así esta llegará. Recuerdo cómo se recibió a Videla en Argentina el 76, se lo hizo con alivio, pensando que los militares terminarían con aquella orgía de sangre que inició el cornudo general en Ezeiza y que continuó con su puta. Sigan, sigan, a ver cómo acaba.
05/01/20


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Publicado en EL DÍA (Santa Cruz de la Sierra), 07/01/2020

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