Monday, November 2, 2009
Reflexiones dictatori(a)les/MIRANDO DE ARRIBA
Rosa Luxemburgo fue visionaria acerca de la dictadura del partido. Sus temores se concretaron en la Unión Soviética - con la nota aclaratoria nuestra de que fueron los segundones, los arribistas, los corruptos, quienes mejor cupieron en esquema tal-. El desgraciado Zinoviev, durante el onceavo congreso partidario, arengó acerca del derecho que tenían los en mando de "romper la espalda" de la oposición, y etcéteras, razones que le cayeron encima - terminales- en 1936.
En Bolivia el MAS no es un partido, y menos el bolchevique. Su crédito es de alcances tercermundistas simplemente, locales, hasta domésticos, pero las aspiraciones de poder iguales, tanto o mayores que las de sus congéneres soviéticos.
Su tesis de sustentación no se adhiere a un esquema teórico serio. Toma retazos de fuentes diversas y encandila a las masas -fácil en Bolivia- con una retórica racista y de pillaje. Mientras tanto va conformando una burguesía de nuevos ricos: por narcotráfico, latifundio, regalos, limosnas, donaciones, contratos que afianzan redes cuya voluntad y dureza sólo el tiempo comprobará. La indiada (término que no debiese ser peyorativo en las actuales circunstancias) se deja arrear embobada creyendo la ilusión de que ella es quien gobierna. Le han cedido el derecho a la "expropiación" y al linchamiento y para la turba eso semeja ser bastante, cuando en realidad se va minando su justa participación en el sistema.
Hay tres vertientes dispares en teoría e iguales en esencia que apuntalan a Evo Morales: los delincuentes, de origen derechista; los intelectuales de izquierda, de ávidas manos como los otros, y los nativos de élite, caso Choquehuanca, que es "souvenir" ideal para meterles el cuento a los gringos de la UE, mientras viaja -como si gringo fuera- aireando su oliváceo trasero en el jet-set de sus supuestos o reales enemigos de "raza" (no de clase).
Me pregunto a veces si estos individuos -sujetos, elementos, tipos o como quiera llamárselos- se creen en serio el dramático carnaval de su desgobierno, con viceministro que desmiente a ministro, etc. en un novelón sin pies ni cabeza, donde se acaricia a los norteamericanos al tiempo de denostarlos públicamente y a cada paso. El curaca, Evo, insulta al norte pero reclama que repongan las limosnas, siendo el clásico ejemplo de lo que los colonialistas desean mostrar como servilismo del colonizado. Por un lado, el ídolo alega orgullo; por el otro se arrodilla y mendiga. Al "pueblo" le recuerda el crimen de España en América, pero al rey Juan Carlos le asegura que todo se olvidó y no hay rencor. Todo porque le dieron a lamer platos dorados...
2/11/09
Publicado en Opinión (Cochabamba), 10/11/09
Imagen: Caricatura de Evo Morales
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