Tuesday, January 19, 2010

El sexo en el cine


Roy Orbison canta "In Dreams" y no puedo dejar de asociar
esta bella canción con la imagen de Dennis Hopper aspirando
y entrando en éxtasis sexual, recubierto de tristeza y de
violencia. David Lynch es todavía el maestro del erotismo
en sus manifestaciones más extremas, en boca y manos de
extraños seres ¿humanos?: Bobby Peru (Willem Dafoe), de
"Wild at Heart", como ejemplo simbólico.
En los sesenta, ni sé cómo, mi padre guardaba una colección
de Playboy, desde su número inicial. Esos papeles coloridos
de pechos y nalgas (el vello púbico se comenzó a insinuar
mucho después), valdrían hoy una fortuna. El tiempo y el
deseo prohibido de los hijos hombres los destruyó. Mi
hermano y sus amigos echaban al azar nombres de modelos de
entonces, que hoy serían como dulces quinceañeras apenas
despertando: Angela Dorian, Stella Stevens... Algunas se
hicieron estrellas de cine.
Playboy tenía una sección sugestiva: Sex in Cinema. Lo
especial de aquellas páginas estaba en la contemplación de
mujeres fantásticas, doradas por la fama e inalcanzables por
la belleza: Raquel Welch, Julie Christie, Jeanne Moreau que
a pesar de un amargo rictus en los labios (la heredó
Isabelle Hupert) rezumaba sensualidad.

La clepsidra desde allí se ha volcado y revolcado
innumerables veces. Nada es lo mismo aunque nos empeñamos
en creer que todo es igual. Ni siquiera somos los mismos
sino una amalgama de experiencias e ideas que nos hicieron
distintos. Armando, el hermano detallista de las revistas
de adultos y maestro indiscutido de un extenso grupo de
onanistas de su curso, es hoy un serio doctor que investiga
las características del frijol nativo de la alta
Centroamérica. Yo intento aprehender lo que se escapa y por
ello recurro a los versos de Roy Orbison y de algún modo,
que es lo que quiere David Lynch, encuentro similitud en mi
desesperación por la pérdida y las fantasías de su personaje
que escucha las mismas canciones. "Pretty Woman" me acerca
a la infancia en Cochabamba mas también a una esquina de
Arlington, Virginia, a un teléfono negro -y público- en
particular, desde donde mi voz se enroscaba en las lejanas
boscosas colinas de Singen, Alemania.
El erotismo, y más abiertamente el sexo, lucharon por
sobrevivir en el cine. Contra ellos se opuso el hipócrita
status quo, la Iglesia -por supuesto-, a pesar de que ella
desde los tiempos de Alejandro Borgia hasta hoy es la que da
cátedra indiscutida en el vicio; los políticos de derecha,
los conservadores. El sexo implicaba una "erosión de
valores", por lo que la censura venía a ser respuesta. El
Código Hays, en Norteamérica, dio las pautas de lo permitido
y no. El republicano Hays había listado en 1927
regulaciones que incluían 11 "Don'ts" y 26 "Be Careful" para
regir la pantalla. Entre los Don'ts estaban la perversión
sexual, profanidad, sugerente desnudez, ridiculización del
clero... mientras los Be Careful prohibían los besos que
excediesen los 3 segundos o mostrar a un hombre y una mujer
durmiendo juntos. La Corte Suprema, casi veinte años
después, lo consideró atentatorio contra la libertad de
opinión y lo prohibió. Paradojas de un país que en 1957
permitía a Wilhelm Reich morir en la cárcel por asuntos
también ligados a la sexualidad.

Mucha agua ha corrido desde que Hedy Lamarr apareciera
desnuda en la película checa "Ekstase/Symphonie der Liebe"
(1933) -con guión del poeta Vitezslav Nezval-. Lamarr a
quien Max Reinhardt llamara "la mujer más bella de Europa",
aparte de exhibir su blanco cuerpo corriendo entre matas y
en el agua, simula un orgasmo cuya imagen se ha hecho
clásica. Hoy aquello forma parte de la filmografía de la
historia. Los directores actuales osan tocar los límites
entre el arte y la pornografía, entendido uno como una
muestra extendida de variedad de asuntos y espiritualidad y
la otra con el exclusivo fin de presentar la cópula. Sin
embargo filmes como "Deep Throat", pionero del porno, han
quedado como hitos culturales y generacionales de
importancia; no en vano en 2004 se hizo un documental
("Inside Deep Throat") donde personalidades dispares (Norman
Mailer, Xaviera Hollander, Francis Ford Coppola, Larry
Flint, Alan Dershowitz, Hugh Hefner) conversan sobre los
alcances de aquel controversial acontecimiento fílmico.
La pornografía se trasladó de los teatros hacia el hogar
gracias al avance tecnológico. Negocio millonario, apunta
evidentemente a una necesidad elemental humana, se quiera o
no, y como tal persistirá aunque se esconda. A su vez el
sexo explícito en películas consideradas artísticas se irá
abriendo camino con el tiempo. Tendrá que ver según apunta
algún cineasta mexicano con si es correcto continuar
fingiendo en la pantalla. Circulan rumores de que ya Julie
Christie, durante una filmación, había mantenido relaciones
sexuales reales con su compañero de rol. Alguna vez le
preguntaron a la hermosa Debra Winger si lo había hecho en
aquella memorable escena en la cama con Richard Gere (An
Officer and a Gentleman, 1982).
Nagisa Oshima, en uno de los grandes filmes de siempre, "El
imperio de los sentidos" (1976), graba una escena de sexo
explícito, que alude a responsabilidad impresionante de los
actores en un filme de posiciones políticas irrefutables.
En la historia de una geisha y su acompañante, Oshima
apuesta la carta de la igualdad sexual.
Bruno Dumont, Francia, explicita el sexo en dos de sus
filmes, uno de tipo social y el otro de introspección: "La
Vie de Jésus" (1997) y "L'Humanité" (1999), mientras que
Carlos Reygadas, mexicano, empuja el límite aún más con
"Batalla en el cielo" (2005) con una escena inicial y una
terminal de fellatio (sexo oral), más otra intermedia de
copulación en una Ciudad de México aquejada por los males
contemporáneos: soledad, falsía, secuestro, clases,
pobreza, riqueza.
Innúmeras las referencias al tema. Este es un incompleto
listado que intenta descubrir el aura mágica que liga al
sexo con la vida.
22/5/08

Publicado en Puño y Letra (Correo del Sur/Sucre), 14/6/08
Publicado en Fondo Negro (La Prensa/La Paz), junio 2008

Imagen 1: Nicole Kidman como Diane Arbus en "Fur"
Imagen 2: Penélope Cruz
Imagen 3: Raquel Welch en "100 Rifles"

No comments:

Post a Comment