Monday, October 4, 2010

10 novelas bolivianas/MIRANDO DE ARRIBA


Claudio Ferrufino-Coqueugniot

¿Cúal es la necesidad, la premura, de listar los mejores libros de una tradición literaria, los 10 mejores?

Tal vez estadística, quizá vanidad si hay aún autores vivos incluidos. Sin embargo sirve para dar pautas a lectores ajenos al contexto, aquellos que indagan. 

Posiblemente el concepto de "esenciales" sea de mayor precisión, ya que "esencial" no necesariamente significa mejor. Esencial puede ser también un libro mediocre, pero que sea vínculo entre dos escuelas, que muestre una desconocida faceta y tantos otros detalles.

La publicación de una biblioteca nacional, comenzando con el listado propuesto, es un aspecto de más interés, un principio que ojalá alcance talla. No importa quién se publica allí, no en principio, donde supuestamente merecen el espacio autores de antes, para darle cierta cronología.

No comparto la opinión de Maximiliano Barrientos. No hay libro que sea desechable porque su autor hubiese muerto o porque su temática no se acople a la actual. Juan de la Rosa es, a la literatura boliviana, una novela inmortal, sin importar si los literatos jóvenes la leen o no. En la literatura mundial se podría decir que todo está ya en los clásicos, que en Shakespeare, Cervantes, Goethe, Hugo, Camoens, Lao Tsé o Li Po habita el resto de la literatura, incluida la contemporánea; son variantes de una escueta nómina de gigantes. Los libros que leen los autores noveles tienen orígenes y habría que averiguar cuáles son. En el arte en general hay inusitadas sorpresas, como que uno de los cantantes favoritos del beatle George Harrison era nada menos que Jorge Negrete (¡!). No lo habrían imaginado ¿verdad?

Para qué discutir si la lista vale o no vale, en un país caracterizado por lo miserable de su contribución. Hay que resaltar lo que se tiene, desde el principio, fundar las bases de una literatura nacional, así pasen sus antecedentes por la novela indigenista, la costumbrista, la romántica o tal... Ya habrá tiempo para publicar a los tecnologistas, a los avant garde, avant avant garde, o todos los "istas" e "istos" que se quiera. Hay que rescatar, y en eso hay que ser bien claro, los orígenes, sin necesidad de convertirlos en banderas políticas. En poesía, por ejemplo, emprender la marcha desde la poesía quechua, reanimada por Jesús Lara, cuya lírica e imaginario nada tiene que envidiar a poetas trascendentales del arte francés.

Bienvenidas las 10 "mejores" novelas de la literatura boliviana. Bienvenido el empeño, el rescate, y la justicia de mostrarnos lo propio, con cada talle y floreo.
01/09/08

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Publicado en Opinión (Cochabamba), septiembre 2008

Imagen: Afiche francés de la Biblioteca Nacional

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